Actividades

Recogida y preparación de frutas del bosque

El área montañosa de Moeciu de Sus, rodeada de bosques de pinos, ofrece una gran riqueza de productos naturales: frutas del bosque, setas y hongos, plantas medicinales… La temporada de recogida comienza a principios de primavera con los brotes de yemas de abeto y continúa con las flores de pseudoacacia y de saúco. Utilizamos los brotes frescos de yemas de abeto para preparar un delicioso jarabe para la tos y las flores de pseudoacacia y de saúco, o bien las dejamos secar para preparar nuestra mezcla de té, o bien las utilizamos para preparar jarabes medicinales. En junio se recogen fresas silvestres y justo después vienen las frambuesas. Agosto es el mes de las moras y los arándanos y en septiembre y octubre recogemos los frutos del saúco y de la rosa mosqueta.

Utilizamos las frutas del bosque para preparar deliciosas mermeladas y dulces licores caseros.

Setas y hongos

Los bosques de pinos tienen también un clima propicio para las setas y hongos. Las especies más comunes en la zona son los boletus de pino (hrib), los rebozuelos (galbiori) y los pleurotus (ghebe). El periodo de recogida de los boletus de pino comienza a finales de julio y dura hasta finales de octubre o incluso más, siempre que no hiele.

Los rebozuelos son de pequeño tamaño y de color amarillo. Su carne es fibrosa, huele bien y tiene un punto picante. Los rebozuelos crecen en grupos, en los bosques de pinos y de árboles de hoja caduca. Se encuentran durante la primavera, el verano y el otoño.

Los pleurotus son muy apreciados en Rumania. Son muy abundantes y su recogida empieza en septiembre y dura hasta finales de otoño o principios de invierno.

Plantas medicinales

En Moeciu de Sus hay una gran biodiversidad. Desde principios de primavera y hasta finales de otoño las praderas están llenas de flores y plantas medicinales que recolectamos y mezclamos. Algunas de las especies que crecen aquí y que usamos para nuestra mezcla de té son: menta salvaje, caléndula, tomillo, rododendro, hojas de arándano y frambuesa, trébol y flores de saúco.

El heno

Hacia finales de junio o principios de julio en Moeciu de Sus comienza la temporada del heno, que consiste en el proceso de segar la hierba, secarla, amontonarla y almacenarla en pequeñas casas de madera llamadas “odai” para alimentar a los animales durante el invierno.

Este proceso tiene una larga tradición en el pueblo y como las colinas son muy escarpadas todo se hace a mano: los hombres afilan las guadañas y divididos en grupos empiezan a segar la hierba alta. Este es un trabajo muy duro, así que generalmente lo hacen los hombres, pero también pueden verse mujeres cortando hierba junto a ellos. Los segadores son familia o amigos que se turnan durante el verano para ir cortando la hierba de los campos de cada uno de ellos.

Una vez cortada toda la hierba, hay que dejarla secar al sol un par de días. Es muy importante darle la vuelta al menos dos veces al día para que se seque bien por las dos caras. Para esto se utilizan horcas.

El último paso es almacenar el heno en los “odai”. Esta es una actividad familiar en la que todos participan. El heno se guarda en la parte de arriba del “odai” ya que en la primera planta se alojan los animales. Otra posibilidad es almacenar el heno construyendo una gran pila que tiene forma de semielipse.

La granja

El cuidado de los animales es una antigua tradición en el pueblo y el principal medio de vida para los habitantes de Moeciu de Sus. De aquí viene una larga costumbre de preparación de quesos.

A principios de junio, las vacas y ovejas de los habitantes del pueblo se juntan y se forma una manada que se lleva a la alta montaña, a la granja de verano. Durante todo el verano las vacas y ovejas permanecen en la granja cuidadas por pastores que también se encargan de transformar la leche en deliciosos quesos, mantequilla, yogur y otros productos lácteos. La manada regresa al pueblo a principios de octubre.

El proceso de preparación del queso comienza con el ordeño de las vacas. Las vacas se ordeñan dos veces al día, una por la mañana antes de ir a los pastos y otra cuando regresan por la tarde. Unos pastores acompañan a las vacas a los pastos mientras que otros permanecen en la granja procesando la leche.

Para preparar el queso fresco (caș) la leche se pone en una olla grande y se añade cuajo mientras se calienta a temperatura constante para que la leche se convierta en queso. Al cabo de un rato, se junta el queso formando una bola redonda y se cuelga en una gasa para que se escurra y se seque bien.

El queso fresco se puede consumir tal cual o puede dejarse fermentar para preparar queso madurado conocido como “branza de burduf”, el mejor tipo de queso del pueblo y que es muy apreciado en todo el país.

El telar

El arte de la confección casera de prendas de vestir y adornos para la casa es un buen indicador de las fantásticas habilidades de las mujeres, de su imaginación y poder de creación.

La manera de procesar la lana, que es la materia prima, hasta su estado final, depende del uso que se le vaya a dar. El primer paso es esquilar la lana de las ovejas, lavarla, cardarla, cepillarla e hilarla. Para cada uno de estos procesos se utilizan herramientas especiales. Cuando la lana está preparada puede comenzarse a tejerla.

La herramienta más antigua, conocida y utilizada para tejer es el telar. En el área de Bran – Moeciu, las mujeres solían utilizar el telar horizontal.

En el pueblo de Moeciu de Sus el arte del tejido se ha practicado durante cientos de años y era una ocupación específica de las mujeres, que solían hacer en el telar ropa para la familia, alfombras y adornos para la casa. La tradición del tejido se ha desarrollado a lo largo del tiempo y se ha convertido en un verdadero arte en lo que concierne a la técnica y a la diversidad y complejidad de los adornos.

En casa de la famlia Dumitru pueden verse parte de las herramientas utilizadas para procesar la lana y disfrutar de una demostración en vivo de cómo se teje en un telar original de 1950.