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Rafael Pérez Fontano

El último socialista marxista leonés

Pequeña reseña biográfica publicada en El Socialista Nº 652 de Julio de 2003, antes de su fallecimiento:

RAFAEL PÉREZ FONTANO

Socialista, ferroviario y poeta

Rafael Pérez Fontano, a sus 82 años, pertenece a esa generación que padeció los sufrimientos de la guerra civil, en su caso doble ya que pertenecía al bando de los perdedores, pero que ha sabido luchar contra las adversidades y mantenerse fiel a los principios y valores del socialismo.

Nacido el 8 de octubre de 1920, en Santa Lucía de Gordón (León), Pérez Fontano se afilió a las Juventudes Socialistas en 1934. Sus padres y hermano mayor sufrieron las represalias de la guerra civil. Su padre estuvo condenado a muerte durante 19 meses, muriendo en el penal de Burgos en 1943. Su madre fue condenada a 6 años y un día y su hermano a 30 años. El mismo, miliciano voluntario en los frentes de León y Asturias, fue detenido en Pola de Lena en 1937. Desde entonces, y hasta 1940, pasó por diversas cárceles y campos de concentración, desde las cárceles de Pola de Lena, Oviedo, Santa Rita (Carabanchel Bajo) y Porlier, hasta los campos de concentración de La Cadellada (Oviedo), la Harinera (Gijón), San Marcos (León), San Pedro de Cárdena (Burgos) y San Juan de Mozarrifar (Zaragoza). En junio de 1940 le sometieron a un Consejo de Guerra en el que le concedieron la libertad por no tener causas delictivas relacionadas con denuncias, ni con delitos.

Desde la transición y ya en la democracia ha compaginado diversos cargos en el Partido Socialista y la Unión General de Trabajadores. Fue concejal del Ayuntamiento de León en la primera legislatura democrática y secretario provincial de Formación y Relaciones Sindicales del PSOE. En la UGT ha sido secretario de Prensa y Propaganda (1976) y presidente de la Comisión Ejecutiva Provincial.

Tras su jubilación, ocupó la secretaría de Organización, desde junio de 1989 hasta enero de 1999 ha sido secretario general provincial de la Federación de Jubilados y Pensionistas de UGT de León y en la actualidad es presidente honorario de esta Federación en Castilla y León.

Casi 40 años en Renfe

Rafael Pérez Fontano, que estudió en la Escuela Primaria, la Normal y la de Artes y Oficios hasta julio de 1936, después de la guerra y tras su paso por las minas de carbón, encontró trabajo en Renfe en 1948.

En la Escuela de Formación Profesional de Renfe en León se licenció como profesor de Prácticas y Tecnologías Eléctricas y ha impartido clases, durante 16 años, como maestro industrial. Durante años fue presidente de la Asociación de Maestros Industriales de León y es subcontramaestre honorario de Renfe.

Pérez Fontano y la poesía

Desde siempre ha sentido pasión por la poesía y la literatura. Su gran afición le ha llevado a publicar, desde hace años, varios escritos en la prensa y en revistas de la región y fuera de ella.

El 2 de mayo de 1998 le fue concedida la medalla de oro del Sindicato Nacional de Escritores Españoles, al que pertenece desde hace años, por su aportación a la cultura a través de la publicación de varios libros de poesía y de cientos de reportajes en revistas y prensa.

Es autor de “Vagando en el recuerdo”, obra en la que, en palabras del propio autor, “se trata de reflejar la realidad española para evitar que vuelva a suceder lo que ocurrió en la guerra civil”. En su haber cuenta con otros títulos como “Tiempos de mi vida”, “Treinta sonetos de Rafael Pérez Fontano” y “El miliciano y el organillo solidario”, obra esta última con la que se identifica plenamente y que narra las peripecias que han sufrido muchos españoles en cárceles, campos de concentración y batallones de trabajadores, como prisioneros de la dictadura franquista.

Pérez Fontano posee, además, diversos diplomas por sus publicaciones en antologías nacionales y extranjeras, y es miembro del Centro Cultural, Literario y Artístico de “Gazeta de Felgueiras” de Portugal, como académico benemérito “ad honorem”, y miembro activo, desde 1999, de la World Academy of Modern Literature de Hollister, California.

Todos los que alguna vez le conocieron recuerdan con cariño a este insigne socialista leonés, que siempre demostró ser una persona de intensas creencias y fuerte personalidad, forjada por el paso por la prisión y las penurias de una dura postguerra. La tradición familiar fue uno de los factores que más le influenció. Una cosa que no se cansaba de repetir siempre fue que después de la escuela había que acudir a la Casa del Pueblo para seguir formándose, como persona y como ciudadano.