joséluisrodríguezzapatero

La herencia política del Capitán Lozano

Nace en Valladolid un 4 de agosto de 1960, de donde era natural su madre y donde residían sus abuelos maternos, Natividad Valero y Faustino Zapatero. Poco después de su nacimiento regresan a León donde su padre, Juan Rodríguez García, hijo del malogrado por la represión inicial de la Guerra Civil en León Juan Rodríguez Lozano, ejercía como abogado. Cursa estudios, primeramente, en el colegio Discípulas de Jesús y después en el Colegio Leonés. En 1977 se matricula en Derecho, continuando la tradición familiar inaugurada por su padre y secundada por su hermano.

Para entonces ya había comenzado a despertarse su interés por la política y su admiración por el que fuera el dirigente del Partido Socialista, Felipe González, a quien pudo escuchar en el mitin celebrado en el verano de 1976 en el pabellón de La Arena. Esto le llevará a afiliarse al PSOE en León y a las Juventudes Socialistas en 1979, con apenas 18 años, de las que poco tiempo después sería secretario general.

Para diciembre de 1982 conseguía la elección para la secretaría de la Agrupación Local de León, en la que tuvo que batirse con algunos de los militantes históricos de la capital.

Se licencia en junio 1983 dentro de la primera promoción la facultad de Derecho de la Universidad de León escribiendo una tesina sobre la autonomía de Castilla y León. En octubre le contrata el Departamento de Derecho Constitucional como profesor asociado de Derecho Político.

En los comisiones de 1986 es incluido como número dos de la lista por León, obteniendo el escaño de Diputado, destacando por ser el más joven y formando parte de la mesa de edad del Congreso.

El 19 de junio de 1988 es elegido Secretario Provincial de la Federación Socialista Leonesa en el V Congreso del PSOE leonés celebrado en Astorga, auspiciado sin duda por su capacidad de negociación y su cargo como diputado.

Las elecciones generales de octubre del 89 renuevan su elección por León, esta vez como cabeza de lista, consolidándole como representante, que se ve completado al año siguiente, en el XXXII Congreso Federal del partido, en el que es elegido vocal del Comité Federal.

En los 90 José Luis, se consolida al frente del PSOE provincial, renovando su elección sucesivamente en 1991 y 1994. También mantiene su escaño en el Congreso en los comicios de 1993 y 1996, comicios estos en los que el PSOE pasa a ser el principal partido de la oposición, tras haber perdido las Elecciones Generales.

En el XXXIV Congreso Federal del PSOE en junio de 1997, Felipe González renuncia a la Secretaría General a favor del ex ministro de Trabajo y portavoz del grupo parlamentario socialista, Joaquín Almunia. José Luis entra a formar parte de la Comisión Ejecutiva Federal como vocal.

En 1998 Felipe González rechaza la idea de ser el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno para las elecciones generales de 2000, apoyando la candidatura de Joaquín Almunia. Sin embargo, las elecciones primarias del 24 de abril, darán su confianza a José Borrell, ex ministro de Obras Públicas, abriendo una crisis en el socialismo español. La crisis abierta se consolida con la dimisión forzada de José Borrel en mayo de 1999, plasmándose en la mayoría absoluta lograda por el PP en los comicios de 2000 y en la posterior dimisión de Joaquín Almunia al frente del PSOE por los malos resultados alcanzados.

Será la convocatoria del XXXV Congreso Federal la que deba cerrar la crisis de liderazgo en el partido y trazar la estrategia a seguir en la oposición a un PP crecido por su mayoría en el Congreso de los Diputados.

Será José Luis Rodríguez Zapatero, elegido por quinta vez consecutiva, quien empiece a encabezar un movimiento interno en el partido para tratar de atajar la crisis. En abril de 2000 encabeza una corriente interna de nuevo cuño denominada Nueva Vía, en la que confluyen varios diputados de segunda fila. Las expectativas de este grupo parecen tener pocas posibilidades inicialmente, ya que encuentran una fuerte oposición de algunas de las familias del partido, sin embargo, desde el principio caló en una parte importante de la militancia, cansada de la inestabilidad orgánica.

Reuniones constantes, trabajo a pie de militancia, búsquedas de apoyo y de relevancia mediática, producen en efecto un resultado que meses antes parecía casi imposible de lograr, la Secretaría General en el XXXV Congreso, para que además tuvo que batirse con José Bono, uno de los barones del partido, con Matilde Fernández, reconocida guerrista y Rosa Díez, emblemática figura en el socialismo Vasco. La contienda fue tan ajustada que tan sólo 9 votos sirvieron adjudicar la victoria a José Luis.

Fruto de este congreso serán sus postulados centrados en el cambio tranquilo y la oposición constructiva, pero realizando por el contrario un profundo cambio en los miembros de la antigua Comisión Ejecutiva Federal. Esta nueva ejecutiva estará encabezada por varios colaboradores de Nueva Vía: José Blanco como Secretario de Organización y Acción Electoral; Trinidad Jiménez en la Secretaría de Política Internacional; Jordi Sevilla se ocupa de la Secretaría de Política Económica y, Jesús Caldera será nuevo portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.

Durante los años siguientes poco a poco van recuperando apoyo social, respaldando al gobierno en temas de interés general e incluso proponiendo un pacto contra el terrorismo, tratando de apartarlo del debate electoral, pero también criticando algunas de las reformas realizadas, así como la participación del ejército español en la Guerra de Irak en apoyo del gobierno estadounidense. Sin embargo, a pesar de ello a pocos días de las elecciones de 2004, aun queda distancia suficiente para darle la victoria al Partido Popular según las encuestas, aunque no por mayoría absoluta. A tres días de las elecciones se produce en Madrid un tremendo atentado en varios trenes de cercanías con destino en la capital. Aunque la primera idea que se baraja es la de que ETA puede ser la responsable, rápidamente los indicios apuntan hacia el terrorismo islamista, a pesar de lo cual desde el gobierno popular se enrocan en la posibilidad inicial, los que provoca la indignación de una parte de la ciudadanía que hace crecer el número de votos del PSOE, dándoles así la victoria electoral, aunque no por mayoría.

Para formar gobierno, con la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero el PSOE tiene que llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas minoritarias, siendo criticado por sus pactos con partidos nacionalistas. Se abre una comisión de investigación en el Congreso acerca de los atentados del 11-M, en la que declaran tanto los miembros del gobierno saliente, como los miembros de las fuerzas de seguridad y también Zapatero como jefe de la oposición en el momento de los atentados.