María de Zayas. Una opinión diferente

AL QUE LEYERE


Quien duda, Lector mio, que te causara admiración que una muger tenga despejo, no solo pare escrivir un libro, sino pare darle a la estampa, que es el crisol donde se averigua la pureza de los ingenios; porque hasta que los escritos se rozan en las letras de plomo, no tienen valor cierto, por ser tan faciles de engahar los sentidos, que a la fragilidad de la vista suele passar por oro macizo, lo que a la luz del fuego es solamente un pedaço de bronce afeytado. Quien duda, digo otra vez, que aura muchos que atribuyan a locura esta virtuosa ossadia de sacar a luz mis borrones, siendo muger, que en opinion de algunos necios, es lo mismo que una cosa Incapaz: pero qualquiera, como sea no mas de buen Cortesano, ni lo tendra por novedad, ni lo murmurara por destino; porque si esta materia de que nos componemos los hombres, y las mugeres, ya sea una trabaçon de fuego, y barro, o ya una mesa de espiritus, y terrones, no tiene mas nobleça en ellos, que en nosotras, si es una misma la sangre, los sentidos, las potencias y los organos, porque las almas ni son hombres, ni mugeres: que razon ay para que ellos sean sabios, y presuman que nosotras no podemos serlo? esto no tiene, a mi parecer, mas repuesta, que su impiedad, o tirania en encerrarnos, y no darnos maestros: y assi la verdadera causa de no ser las mugeres doctas, no es defecto del caudal, sino falta de la aplicacion, porque si en nuestra criança, como nos ponen el cambray en las almohadillas y los dibujos en el bastidor, nos dieran libros, y preceptores, fueramos tan aptas pare los puestos, y pare las Catedras, como los hombres, y quiça mas agudas, por ser de natural mas frio, por consistir en humedad el entendimiento, como se ve en las respuestas de repente, y en los engaños de pensado, que todo lo que se haze con maña, aunque no sea virtud, es ingenio; y quando no valga esta razon pare nuestro credito, valga la experiencia de las historias, y veremos lo que luzieron las que por algun accidente trataron de buenas letras, para que ya no baste para disculpa de mi ignorancia, sirva para exemplar de mi atrevemiento. De Argetaria esposa del Poeta Lucano, refiere el mismo que la ayudó en la correccion de los tres libros de la Farfalia, y le hizo muchos versos, que passaron por suyos. Temistoclea, hermana de Pitagoras, escrivio un libro doctisimo de varias sentencias. Diotima fue venerada de Socrates, por eminente. Aspano hizo muchas leciones de opinion en las Academias. Eudoxa dexó


escrito un libro de consejos politicos. Cenovia un epitome de la historia Oriental. Y Cornelia muger de Africano, unas epistolas familiares con suma elegancia. Y otras infinitas de la antiguedad, y de nuestros tiempos, que passo en silencio, por no alargarme, y porque ya tendras noticia de todo, aunque seas lego, y no ayas estudiado. Y que despues que ay Polianteas en Latin, y Sumas Morales en Romance, los seglares, y las jugeres pueden ser letrados. Pues si esto es verdad, que razon ay pare que no temgamos promptitud pare los hombres? (1) y mas si todas tienen mi inclinacion, que en viendo qualquiera nuevo, o antiguo, dexo la almohadilla, y no sosiego hasta que le passo. Desta inclinación nació la noticia; de la noticia, el buen gusto; y de todo, hazer versos, hasta escrivir estas Novelas, o por ser assumpto mas facil, o mas apetitoso, que muchos libros sin erudición, suelen parecer bien en fe del sujeto; y otros llenos de sutilezas, se venden, pero no se compran, porque la materia no es importante o es desabrida. Esto el dezir, que el libro a que te combido, puede servir por fruta entre otros platos de mas sustancia, que esta el gusto humano tan achacoso, y con tanto hastio de ver las cosas que passan en el mundo, que ha menester valerse de saynetes pare quitar los amargores, o pare tragar los sobresaltos.

No es menester prevenirte de la piedad que debes tener, porque si es bueno, no haras nada en alabarle, y si es malo, por la parte de la cortesia que se deve a cualquier muger, le tendras respeto. Las satiras y las furias no se hizieron para los rendidos, sino para los sobervios. Quien tiene honra, da lo que tiene, cada uno haze como quien es. Con mugeres no ay competencias; quien no las estima, es necio, porque las ha menester: y quien las ultraja, ingrato, pues falta al reconocimiento del hospedaje que le hizieron en la primera jornada. Y assi, pues no has de querer ser descortes, necio, villano ni desagradecido, te ofrezco este libro, muy segura de tu bizarria, y en confianza, de que si te desagradare, podras disculparme con que naci muger, no con obligaciones de hazer buenas Novelas, sino con muchos desseos de acertar a servirte. Vale.


Prólogo de MARÍA DE ZAYAS Y SOTOMAYOR

Novelas amorosas y Exemplares, 1637


(1) Agustín G. de Amezúa, en su edición de las Novelas amorosas y ejamplares de María de Zayas y Sotomayor, cambia hombres por libros tal vez por alguna errata, quedando la pregunta de la siguiente manera: "¿que razón hay para que no tengamos promptitud para los libros?", p. 22.