Una de las plantas raras que cultivamos en Guadualito es el sacha inchi, un bejuco que produce hermosos frutos con semillas
comestibles, de sabor exquisito y único, que evoca al del maní. Nuestras plantas de sacha inchi están dispuestas formando un
intrincado laberinto, en el que los niños disfrutan perdiéndose y descubriendo la salida.