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En el patio de la Escuela de Ingeniería de Manresa (UPC) se conserva una antigua máquina de vapor de caldera vertical. Fue construida por la empresa barcelonesa Alexander hermanos en 1875. Según indica en la placa conmemorativa, trabajo 100 años desde 1875 a 1975 en la empresa Soler Graell S.A. de Manresa.
En 1833 José Bonaplata instaló en Barcelona una máquina de vapor en su empresa textil. Quince años más tarde, la ciudad contaba con 69 máquinas y la provincia con 135 (con una potencia total de 2.414 caballos). En 1862 la potencia de las máquinas de vapor e hidráulicas instaladas en Cataluña era de 10.000 caballos.
Los hermanos Alexander, originarios de escocia, se instalaron como constructores mecánicos en Paris durante los años 1840. Una gran parte de su producción (29 máquinas) se exportaba a Barcelona. Su implantación en Cataluña no fue más que el resultado de una lógica de mercado, de una relación cada vez más estrecha con su clientela.
En Barcelona, durante los años l830-1840 la reparación de los aparatos y mecanismos importados originó la formación de una clase de maquinistas autóctonos. Los primeros talleres mecánicos se crearon en 1835 por Luís Perrenod. El año siguiente. la Companyia Catalana de Navegación fundó los talleres de El Nuevo Vulcano dirigidos por Valentí Esparó. Esta empresa dió pruebas de una gran capacidad reparando las instalaciones de fábricas de Barcelona, fabricando calderas para barcos e iniciando a partir de 1837 la producción de máquinas de vapor. En 1849, la ciudad contaba con
22 talleres de trabajos mecánicos, de las cuales 4 estaban unidos a fundiciones.
En Barcelona David Alexander, asociado con el catalán Eusebi Font del Sol, fracasó con sus altos hornos de Sant Martí de Provençals, pero la empresa que fundó con sus dos hermanos se situó a la cabeza de las empresas de construcción mecánica catalanas, junto a la Maquinista Terrestre y Marítima y El Nuevo Vulcano. En Barcelona, excepto para las máquinas de una potencia superior a 100 caballos, las máquinas inyectoras de aire o suministradoras de la fuerza de rotación a los cilindros laminadores de los metales, las proporcionó, durante los años 1850, la empresa de los hermanos Alexander.
Esta es la placa que recuerda la donación de la máquina por parte de los herederos de la fábrica de Manresa.
En internet he encontrado este manómetro a la venta, que formó parte de una máquina de vapor Alexander.
En revistas de la época se muestran anuncios con imágenes de dos modelos de máquinas de vapor Alexander hermanos.
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