10 de Agosto del 70 D, de C.

10 de agosto del 70 a de C. Destruccion del Templo de Jerusalen, por el ejercito romano comandado por tito, el hijo del emperador Vespaciano.me tomo la libertad, de publicar directamente las palabras de josefo, que sin mas, y sin menos nos describen tan apsmoso hecho historico; a todo color de manera magistral.

8 de agosto del 70 a de C: las tropas de tito estan a punto de prenetrra en el templo, y tito llama a los ingenieros, para socabar sus defenzas.

Flavio Josefo, La Guerra de los Judios, Libro VII, Capitulo IX:

“Como a los ocho días de agosto hubiesen acabado las dos legiones de hacer sus montes o caballeros, mandó Tito que llegasen todos sus ingenios ala parte del templo exterior, por la parte occidental, porque seis días antes combatiendo la pared sin cesar con el ariete o ingenio más fuerte, no pudieron hacer algo, ni habían con todo aprovechado”.

Encrudece la lucha.

“Pero la grandeza y edificio de las piedras vencía la fuerza de éste y de todos los otros arietes: unos minaban los fundamentos de la puerta que estaba al Septentrión, y habiendo trabajado en ello mucho, solamente pudieron quitar las piedras que por defuera estaban, y las puertas cargaban y se sostenían sobre las que estaban por de dentro y duraron mucho tiempo en quererlas derribar, hasta que, pensando o no confiando que podrían derribarlas jamás con todos sus ingenios y fuerzas, determinaron llegar con escalas; pero los judíos, que para defender e impedir esto estaban apercibidos, salían a pelear con los romanos y así derribaban a los unos atrás, mataban otros que corrían a socorrer a los que caían, y muchos que subían por las escalas que habían puesto antes de concederles tiempo para cubrirse y ampararse con sus escudos eran muertos; y algunas escalas llenas de gente armada, volviéndolas a un lado, las derribaron. De lo cual no pequeño daño y matanza sucedía entre la gente romana. Otros había también que peleaban por cobrar su banderas, las cuales los judíos les quitaban, teniéndose por muy afrentados que tales cosas les quitasen. A la postre los judíos se las ganaron todas y mataron además de esto toda la gente que había subido; los demás, espantados por ver la matanza grande que hacían, bajábanse muy amedrentados; pero ninguno de los romanos murió en esta pelea que no hiciese primero alguna cosa señalada y digna de nombre”.

“Los revolvedores y amotinados de la ciudad, que antes en las primeras escaramuzas habían peleado bien, mostraron aquí también su esfuerzo, y principalmente Eleazar, el hermano del tirano Simón. Como, pues, Tito viese que trabajando en guardar y no echar a perder un templo que era ajeno y de otra gente, perdía sus soldados y se había de guardar con pérdida de tantos romanos, mandó que pusiesen en la misma hora fuego a las puertas”.

“Habían, pues, los soldados puesto ya fuego a las puertas, y derretida la plata, presto las puertas fueron quemadas; y pegándose más el fuego, dió luego a los otros portales del templo”.

“Viéndose los judíos cercados de fuego, perdieron no menos las fuerzas que los ánimos que tenían, y atónitos y muy espantados, ninguno hube que osase ni trabajase en impedir ni matar el fuego; estábanse pasmados mirándolo y con todo no se dolían de lo que se destruía, con tal que pudiesen salvar lo que de más tenían y les quedaba, por lo cual cobraban ánimo”.

“Creció el fuego todo aquel día y toda la noche siguiente, porque no pudieron poner fuego juntamente ni poco a poco a todos los portales; esotro día luego mandando a parte de su gente que matase el fuego e incendio hecho y allanase el camino hacia las puertas, por que más fácilmente pudiese llegar su ejército, mandó llamar a sus capitanes, y escogiendo seis de los más principales caballeros, Tiberio Alejandro, capitán de todo el ejército, Sexto Cerealo, capitán de la quinta legión, Largio Lépido, de la décima y Tito Frigio de la décimaquinta, con los cuales estaba también Eternio Fronto, maestro de dos legiones de Alejandría, y Marco Antonio Juliano, procurador de Judea; y juntando también todos sus capitanes, aquellos que tenían a su mandato mil hombres cada uno, y todos los procuradores, propúsoles que determinasen el mejor consejo sobre lo que convenía hacer del templo: parecía a unos que se debía guardar la ley de la guerra en todo, porque los judíos no cesarían entretanto que el templo estuviese entero, adonde todos los que podían de todas partes se recogían; algunos otros decían: que si los judíos dejaban el templo y no querían defenderlo con las armas, ellos debían conservarlo, y que si lo ganaban peleando, debía ser quemado; porque ya cierto no parecía templo sino un castillo, y que quien lo quemase no cometería mal alguno ni cosa contra la divinidad, pues tendrían la culpa de ello aquellos por cuya causa era quemado”.

“Diciendo Tito que aunque los judíos trabajasen en pelear, no por eso se debían ellos vengar de las paredes y piedras sin alma, y que no había él de quemar obra tan excelente y tan magnífica, porque el daño sería ya de los romanos, así como sería, quedando entero, ornamento muy señalado de todo el imperio romano; estando ciertos, y entendiendo los que estaban juntos lo que pretendía, fueron de su parecer Fronto, Alejandro y Cerealo”.

Esto se deve a que tito admiraba profundamente la edificacion por su arte, estilo, y significado. enm la provincia de judea como en todo el imperio. ahora describamos un poco el templo.

(tomado de: Antiguedades Judias; Tomo III. Libro V, Capitulo XI). Herodes el grande, habia edificado el templo en el decimooctavo año de su reinado; para tal empresa se propuso demoler el anterior con ela escusa de que era mas pequeño que el de salomon.

sin embargo cuando herodes le comunico su deseo a los judios estos no creian que el tuviera los recursos para re-edificarlo, asi que el espero hasta reunir todo lo necesario antes de demoler el anterior. el finalmente reunio 1.000 carros para el traslado de las piedras, 10.000 obreros, y albañiles peritos. 1.000 vestiduras para los sacerdotes, y dispuso que varios de ellos aprendieran a trabajar la piedra, a otros la madera…

el trabajo del santuario tomo 18 meses, mientras que el resto de la infraesctructura tomo 8 años. pero segun parese los trabajos habian continuado hasta mucho despues…

herodes fortifico las laderas del monte moria de tal modo que las murallas, davan con el precipicio. la montaña del templo tenia 223 M(cuadrados) que habia sido nivelado en su totalidad.

habia sido construido de piedra blanca muy dura; el templo lo mismo que el portico real; estaba orientado hacia el este como los templos anteriores, era mas alto en el centro que en las alas laterales. a lo largo del lado oriental estaba la columnata de salomon, de 3 hileras de columnas de marmol blanco.

estaba elevado 12 gardas por encima del Atrio de los sacerdotes, que correspondia con el patio del tabernaculo, donde habia un akltar de piedras no labradas.

a sus lados habian caurtos, y un aposento superior.

la entarda estaba cerrada por puertas de Oro de 24 m de alto, y 7 m de ancho. la parte delantera del edificio era mas ancha que la tarcera con alas que se extendian 8.9 m por cada lado.

en el interior del lugar santo tenia 17, 8 m de longitud y la mitad de ancho. alli estaba el candelabro, la mesa del pan de la proposicion, y el altar del incienso… Todo de Oro.

la entrada del santisimo tenia una cortina gruesa, adornada hermosamente. en lugar del arca habia una losa de piedra, en la que el sumo sacerdote salpicaba la sangre de los sacrificios en sustitucion del arca que ya para entonces estaba perdida.

al N, y al O; tambien habian columnatas. pero estaban eclipasadas por la colmnata real, que iva en direccion sur, esta estaba formada por 4 hileras de columnas corintias, que sumaban 162 en total. eran tan anchas que se necesitaban 3 hombres para rodear una sola. y habian 8 puertas en total para entrar al recinto 4 al O, 2 al S. 1 al E, y 1 al N.

Conttinuamos con; Flavio Josefo, La Guerra de los Judios, Libro VII, Capitulo IX:

“ [tito] Despidió su consejo entonces, y mandando a los soldados que ninguno moviese algo contra el templo, antes que todos ~e sosegasen y los capitanes también, por que estuviesen todos. aparejados para cuando fuese necesario, escogió de todo el ejército los que allanasen el camino, y mandóles que matasen todo el fuego; el trabajo y el temor que los judíos tuvieron, les detuvo para que no hiciesen aquel día algo; pero al siguiente, recogiendo luego y juntando sus fuerzas, y tomando nuevo ánimo y esperanza, salieron contra los que estaban en guarda del templo o de la parte de fuera, a las dos horas después de mediodía: la primer fuerza valerosamente ellos la sostuvieron, v cubiertos con sus escudos, hacíanse muro delante de los enemigos, en tan espeso escuadrón se pusieron”.

“Todavía tenían por muy cierto que los romanos no podrían resistir mucho tiempo, porque eran vencidos por el número de gente y por la audacia y animosidad; pero Tito, antes que su gente volviese las espaldas a los enemigos (estaba en la torre Antonia mirando lo que se hacía), vino con la gente de a caballo más escogida a socorrerles; no pudieron resistir ni sostener tanta fuerza los judíos, antes muertos los que primero estaban, los demás huyeron, y retrayendo su fuerza los romanos volvían a atacarles, y como los romanos otra vez viniesen contra ellos luego huían, hasta que cerca de las cinco horas, forzados los judíos, se recogieron al templo y fueron allí encerrados”.

10 de Agosto del 70 D, de C...

“Tito se volvió a Antonia, determinado a combatir el templo luego por la mañana con todo su ejército y poder; pero por juicio de Dios ya antes era condenado a fuego mucho tiempo había, y había ya pasado y corrido muchos tiempos, y estaba ya presente el día determinado a ello, que era el décimo día de agosto: en el día mismo fué también antes quemado por el rey de Babilonia, pero todavía fueron causa y principio de este incendio los domésticos y naturales; porque habiéndose reposado algún poco los sediciosos y revolvedores, por haber partido Tito, acometieron otra vez de nuevo a los romanos, y trabóse gran pelea entre los que trabajaban por defuera en matar el fuego y los que estaban por guarda del templo, y habiendo los romanos hecho huir a los judíos, llegaron hasta el templo”.

Flavio Josefo, La Guerra de los Judios, Libro VII, Capitulo X:

“Aquí, pues, entonces un soldado, sin aguardar que alguno se lo mandase, y sin vergüenza de tal hecho, antes movido parece de furor e ímpetu divinamente, fué animado por uno de sus camaradas, y tomando parte del fuego, que aun había, echólo a una ventana de oro por donde había entrada y pasé a las otras partes del templo, hacia la parte del Septentrión”.

“Levantándose la llama, levantóse aquí un llanto y clamores dignos ciertamente de tal destrucción y ruina, y venían con prisa a socorrerle; determinando ya a exponer sus propias vidas y no poner fin a sus fuerzas viendo que habían perdido aquello que ellos para defenderse en tanto tenían”.

“Fué llevada presto esta nueva a Tito por cierto hombre: él, que acaso estaba reposando en su cámara, por haber venido cansado de la pelea, luego en la hora saltó a caballo, y vino corriendo al templo para impedir el incendio; seguíanlo todos los capitanes y todo el ejército muy amedrentado: el ruido que tan gran ejército, viniendo sin orden y con gran grita, movía, era muy grande, y Tito, dando voces, y haciendo señal con su mano a los que peleaban, mandaba a apagar el fuego; pero ni oían su voz, porque las voces que todos daban les cerraban los oídos, ni miraban las señales que él les hacía con sus manos, estando los unos distraídos en el pelear, y otros por la ira grande que tenían”.

“Las amenazas y los mandamientos de Tito no eran bastantes para detener el ímpetu de los que adentro corrían, antes iban adonde el furor airado que tenían los llevaba; y muchos quedaban muertos y pisados en el estrecho por donde entraban, queriendo entrar todos juntamente, y muchos cayendo en lo quemada de los portales, que aun ardían y abrasaban, padecían como los mismos enemigos”.

“Cuando hubieron llegado al templo, fingiendo que no oían lo que Tito les mandaba, cada uno persuadía al que le iba delante que pusiese fuego al templo: no les quedaba ya esperanza alguna a los amotinados y revolvedores de poder socorrer ni prohibir lo que se hacía, porque era la matanza general por todas partes, y huía cada uno según mejor podía: la gente que no podía defenderse ni hacer algo doquiera que era presa y hallada, allí era muerta”.

“Amontonábase gran muchedumbre de muertos alrededor de donde estaba el altar, por las gradas del templo corría la sangre, y los cuerpos que por allí caían nadaban con la mucha sangre, y corrían abajo”.

“Cuando Tito vió que no podía detener el ímpetu furioso de sus soldados, y que el fuego lo señoreaba todo, entró con sus regidores dentro, y miró todo el templo, y lo que se llamaba el lugar santo, lo cual ciertamente excedía la fama que tenía, y aun era más excelente, y no menos que lo que la gloria y loores que los judíos por ellos se daban, merecía; pero como no hubiese llegado aún por parte alguna la llama ni el fuego a lo interior del templo, ni hubiese tocado aún en algo de cuanto estaba alrededor, pensando, como era’ la verdad, que podría aún conservarse, saltó en medio de ellos y comenzó a rogar a su gente que matasen todo el fuego, y envió un capitán de cien hombres de los de su guarda, para que castigase a todos los que no cesasen ni quisiesen obedecerle y refrenarse: pero el furor embravecido de la gente, la fuerza e ímpetu grande que traían y el odio que contra los judíos tenían, era causa que menospreciasen el mandamiento de su emperador con menos reverencia y acatamiento de lo que convenía, y que no temiesen al que había venido por defender y detener el fuego: algunos, o los más, se movían a esto por pensar que dentro estaría todo lleno de dinero, viendo que las puertas estaban hechas de oro”.

“Un soldado de los que habían entrado, antes que Tito corriese a impedir y prohibirles que pusiesen fuego, lo había ya puesto a una puerta, y entonces presto, viendo ya que la llama por dentro relumbraba, partieron Tito y sus capitanes con él, y ninguno hizo más fuerza a los que por fuera ponían el fuego”.

“De esta manera, pues, fué quemado el templo contra la voluntad de Tito; pero aunque haya alguno que piense haber sido esta destrucción muy digna de lágrimas y de ser muy llorada, porque la obra era la mejor, más excelente y más maravillosa de cuantas hemos visto u oído, tanto en su edificio, cuanto en su grandeza y magnificencia en cada cosa, y en la gloria y honra que a las cosas santas aquí se daba y hacía, todavía sé que se consolará mucho por saber que así estaba por Dios determinado, de lo cual ni hay hombre, ni animal, ni edificio ni cosa alguna que pueda evitar ni guardarse”.

“Maravillaránse también por ver y saber la orden y verdad de los tiempos, por qué fué quemado ahora el mismo día y el mismo mes que los babilonios antiguamente lo quemaron. De la primera edificación, comenzada por el rey Salomón, hasta esta final destrucción, la cual aconteció el segundo año del imperio de Vespasiano, se cuenta haber pasado mil ciento treinta años, siete meses y quince días, y de la postrera edificación y renovación que hizo Ageo el segundo año del reino de Ciro, hasta la destrucción acontecida, imperando Vespasiano, pasaron seiscientos treinta y nueve años, un mes y quince días”.

Despues de la destruccion del templo, los romanos comensaron a desmantelar todos los edificios, de a uno por uno, y a saquear todos los vienes que encontraban, matando a todo el que estuviera alli, sin hacer distincion de mujeres, niños, viejos… Nadie se salvo.

El templo de Herodes, fue destruido un 10 de agosto al igual que el templo de salomon que fue destruido por nabucodonosor. Despues… publicare algo al respecto, devido a que se me paso por alto en esta oportunidad.

El botin fue grandisimo y fue llevado a roma, para mayor gloria del imperio, y con el gran botin de oro, joyas, articulos de lujo, y esclavos tito edifico el Anfiteatro Flavio, o mayormente conocido como Coliceo…

tambien se construyo un imponente Arco Triunfal que lo termino el emperador Domiciano, sucesor de tito…

en esta gran obra arquitectonica y propagandistica se narra la destruccion del templo y tiene impactantes relieves como si se tratara de una captura del saqueo del templo.