(pinchar en la imagen para acceder a la página del video. 03:08)
ORDEN DE PARTICIPACIÓN
José Antonio Díaz: mecánico en una petroquímica. Cáncer epidermoide en la boca, de origen laboral. Reconocido por la Seguridad Social en 2009.
Carmen Gómez: trabajadora en una oficina. Síndrome químico múltiple de origen laboral por fumigaciones en el trabajo.
Miquel Porta: catedrático de Salud Pública (Universidad Autónoma de Barcelona). Experto en químicos tóxicos.
Concha Pascual: directora del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene.
Fernando Rodrigo: Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO.
Marián Serén: periodista.
FRASES DESTACABLES DEL REPORTAJE
Carmen Gómez: “Tú te apartabas para que fumigaran, y luego no relacionabas que enfermábamos muchísimo (…) Tienes que ir a luchar a los Juzgados, sólo para conseguir que te concedan lo que te corresponde porque te han hecho un daño” (00:45 – 01:06).
Titulares de periódico: todos son de interés, pero uno es especialmente significativo en cuanto a las estadísticas que señala, “600.000 trabajan con el cáncer. Siniestralidad. Tres de cada diez empleados están expuestos a sustancias cancerígenas en su lugar de trabajo, según un estudio de CCOO. Esto provoca la muerte de entre 700 y 800 trabajadores al año en la Comunidad de Madrid” (01:13).
Voz en off: “El Estado tiene una lista restringida de enfermedades y sustancias químicas que pueden provocarlas, pero hay que demostrarlo, y los expertos se quejan de que es imposible hacerlo al 100 por 100, como pretenden los jueces” (01:12 - 01:22).
Dr. Miquel Porta: “La probabilidad de desarrollar enfermedades como el cáncer o enfermedades cardiovasculares y respiratorias si el aire o el agua no tienen suficiente calidad (…) es elevada, esto no lo discute nadie. En cambio, cuando se trata de un trabajador individual, este trabajador, no está protegido por este razonamiento” (01:24 – 01:42).
IDEAS EXPUESTAS Y REFLEXIONES
1.-RELACIÓN DIRECTA ENTRE QUÍMICOS TÓXICOS Y CÁNCER, Y ADEMÁS CONSTATACIÓN DE SU DEMOSTRACIÓN EN LOS JUZGADOS: es muy positivo que en un telediario estatal se apunte algo así, aunque se señale que sea a fuerza de una larga lucha y de un gasto importante de dinero, abogados y tiempo por parte del afectado (quien tenga todas estas variables a su disposición, claro), y de la mengua mayor de su salud a causa de estos estresante procesos médico-legales.
2.-EMPRESAS Y RESPONSABILIDAD: se informa de que "La prestación social al trabajador, tanto en caso de accidente como por enfermedad laboral, está asegurada –dice el Ministerio de Trabajo-, y recuerda que son las empresas las que deben hacer una evaluación del riesgo" (01:42 – 01:53). O sea, que:
El Estado delega en las empresas la evaluación del riesgo que ellas mismas puedan provocar en sus trabajadores, lo que como puede entenderse, es una aberración del sistema, puesto que cuando una empresa viola el derecho a la salud de sus empleados (generalmente para ahorrar costes y tiempo), desde luego no va a hacer “evaluaciones de riesgo” -ni previos a la actividad, ni durante ella- que la incriminen de algún modo.
Como se dice más adelante: "CCOO denuncia que las evaluaciones no siempre se hacen. Según sus estimaciones, al año enferman en España 33.000 trabajadores expuestos a sustancias químicas. –Las empresas desconocen, exactamente, el nivel de exposición de sus trabajadores, a cuántos trabajadores afecta la exposición a las sustancias químicas, lo cual impide diseñar las políticas preventivas, que nuestro marco-normativa señala-. En España se usan alrededor de 100.000 sustancias químicas" (02:03 – 02:34)”.
Aparte está, la supuesta “seguridad” que el Ministerio afirma ofrecer al trabajador en sus prestaciones sociales por accidente o enfermedad laboral… (quien haya necesitado una baja laboral causada por el contexto químico laboral y aún así su médico --como otros, que son mayoría en una forma de actuación sistemáticamente defectuosa-- la redirigida como “enfermedad común” en previsión a evitar a las empresas problemas futuros, sabe de qué hablo).
3.-¿ENFERMEDADES PROFESIONALES vs. ACCIDENTES LABORALES?: la periodista (Marián Serén) comenta al final del reportaje: “La legislación europea obliga a que cada producto lleve en su etiqueta, claramente identificados, los riesgos para la salud y el medio ambiente (…), pero también hay que hacer llegar al trabajador esta ficha de seguridad para que sepa cómo debe manipular el producto” (02:07 – 02:51).
En este sentido, decir que, aunque el reportaje sí es cierto que se centra en las enfermedades profesionales por químicos tóxicos, no lo hace sólo sobre los casos de accidente laboral. De hecho, los testimonios y entrevistas profesionales hacen hincapié en el ambiente químico laboral (testimonios, sindicatos, etc.) y general (Dr. Porta) en que vivimos, no es los casos específicos de pérdida de salud por accidente laboral.
Por tanto, este pequeño comentario final de la periodista –que no desmerece un buen reportaje para las noticias de una televisión pública y en horario de máxima audiencia ¡en donde se ha hablado de sensibilidad química múltiple!--, podría dar lugar a confusión al respecto, puesto que parece como si cerrara el reporte con la sensación difusa de que este tipo de enfermedades SÓLO son posibles dentro de un contexto de inexperiencia, perversión, inconsciencia o inoperancia de algunos trabajadores y/o empresas, respecto a la “manipulación” de productos químicos que se encuentran “dentro de la legalidad”.
Lamentablemente, un afectado de SQM ya sabe lo que significa convivir con miles de productos químicos, que aún tóxicos, son “legales”. Por tanto, aparte de accidentes laborales por químicos por medio, lo cierto es que hay una legislación excesivamente laxa respecto a la producción y contención de productos químicos en todos los ámbitos –laboral y privado-, que crean problemas diversos –directos o indirectos, más o menos evidentes-, que afectan a quienes conviven/convivimos de manera cotidiana con ellos, y que hoy día somos todos en el planeta, sea por vivir en un entorno claramente químico, sea por tenerlos presentes a través de productos varios llevados por la civilización o arrastrados por vientos, lluvias, agua…
4.-PERCEPCIÓN DEL TRABAJADOR DEL AMBIENTE QUÍMICO EN QUE SE MUEVE: una reflexión de interés sobre el siguiente dato (oficial, imaginamos) que se maneja al final del reportaje: “27 de cada 100 trabajadores reconocen utilizar sustancias químicas” (03:02 – 03:06).
Habría que saber si a quienes se les preguntó identificaron correctamente que cuando se habla de “sustancias químicas”, no es algo que se centre SÓLO en entornos laborales tan evidentes como centrales nucleares, petroquímicas, cementeras y similares.
El contexto químico es generalizado en todos los ámbitos y sectores profesionales: lavavajillas con los que un bar o restaurante lavan sus vasos y platos, y el tabaco que en ellos aspiran sus empleados como fumadores pasivos en los que se permiten fumar (a día de hoy, casi todos) ; productos fitosanitarios y otros empleados por jardineros públicos, viveros y tiendas de plantas ; elementos de limpieza utilizados por trabajadores de hospitales, colegios… ; materiales de construcción en obras ; plaguicidas y similares utilizados por agricultores para sus campos ; ambientadores “olor a pan recién hecho” y otros en tiendas de todo tipo y taxis… Y así un largo etc.
Desde esta perspectiva, pues, y teniendo en cuenta que España es un país por añadidura que se centra en el sector servicios, ¿de verdad que sólo “27 de cada 100 trabajadores pueden esta utilizando sustancias químicas en su trabajo? (y ya de las que emplee en su propio hogar, ya ni hablamos…).
Dado que la cifra parece ser el resultado de una encuesta a trabadores, lo que podemos percibir tras ella es la falta tremenda de consciencia de la mayoría de la gente acerca del entorno omnipresentemente químico en que vive…