Actualidad. Por Aura Lucía Mera
Colores
Abril 14 de 2009
Clara, Claretta, Clarita, mujer indomable, con boca de fruta y piel de durazno. La encarnación misma de la vida. Apasionada y visceral. Su mente, una continua olla en ebullición. Su cultura, infinita. Vulnerable y sensible, pero con la fragilidad del junco que puede doblarse pero jamás se rompe. Su paso acelerado y eléctrico por esta tierra lo puedo resumir en una sola palabra : amor.
Supo sobrevivir a los hachazos más crueles. No se dejó derrotar por una sociedad entonces pacata y farisea que le quiso, en un momento dado, arrebatar su razón de vivir: sus tres hijos, entonces pequeños. Como leona herida los peleo, cayendo ella misma herida en la contienda. Su razón de ser fueron ellos y sus nietos. Armando, el hijo, e Isabel, su nieta, se fueron antes al misterio insondable. De repente, sin avisar. Arrastrándose de dolor, logró seguir llenando de magia al resto de su tribu. Clara tribal, Clara valiente.
Siento rabia: Clara se fue. La muerte solapada se llenó de envidia y nos arrebató sus colores para dejarnos teñidos de un dolor negro y profundo. Se la llevó sin darnos una seña. Nos la arrancó de cuajo, como un perro rabioso que nos mutila el alma a dentelladas.
Siento un hueco en el estómago. Un vacío que sé que ya no podré llenar. Las risas compartidas, las lágrimas, las confidencias, los libros, las esperanzas y las frustraciones ya no regresarán. Su vida me enseñó a vivir. Su valor me dio en momentos claves el valor para enfrentar abandonos y soledades. Su risa me contagió el alma de colores. Su mano solidaria me sostuvo en momentos en que me caía al abismo. Su insaciable pasión por los libros y el periodismo me enseñó a amar las letras y a no quedarme silenciosa ante nada. Su inagotable ternura me enseñó a perdonar muchas cosas y a abrir mi corazón de nuevo.
Clara de colores. Mezcla extraña de pasiones y pudores. De fortalezas y fragilidades extremas. Clara de mirada alta. Clara que supo perdonar y olvidar todos los dolores para vivir siempre entregando amor. Clara impulsiva y sensata. Clara divertida y profunda. Clara llena de recuerdos e ilusiones. Clara siempre elegante de alma y cuerpo. Clara que jamás se acercó a nadie sin dejar una profunda huella. Clara que supo equivocarse y seguir adelante pisando fuerte. Clara movida siempre por el amor.
Te pregunto, como en la canción, Clara: ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Todavía quedaban aquí muchos para compartir. Todavía quedaban muchas carcajadas por salir de tu alma. Todavía quedaban muchos cuentos para contar. Muchas cosas para enfrentar. No quiero entender nada. No fui capaz de asistir a tu cremación. Tu tribu, tus amigos, Álvaro, tus hermanas, todos te seguimos necesitando; va a ser muy difícil seguir sin ti. Ojalá estés, boca de fruta, gozándote a Armando y a Isabel. Ojalá mamá también te encuentre. No sé como es el infinito, no sé nada. Sólo sé que te mando un beso, compañera, amiga y que parte de mí también se va. Clara de colores, no te vamos a olvidar. Cuando partamos, resérvanos un lugar cerca de ti. Queremos seguirte disfrutando y arropándonos con tus colores.