El pueblo persa, que habitaba la meseta de Irán (Asia), inició a mediados del siglo VI a.C. una gran expansión territorial. En sucesivas conquistas sometió a las polis griegas de Asia Menor y a las islas cercanas a la costa.
En el año 499 a.C. las polis sometidas se rebelaron contra los persas. El resto de las polis griegas, lideradas por Atenas, acudieron en su ayuda. Este fue el comiendo de las guerras médicas, que atravesaron por varias etapas:
La primera guerra médica acabó en el año 490 a-C., cuando los soldados griegos, llamados hoplitas, vencieron a los persas en la batalla de Maratón.
El rey persa Jerjes I inició la segunda guerra médica en el año 480 a.C. Invadió Grecia por el norte y aunque fue detenido los espartanos en las Termópilas, saqueó Atenas. Poco después fue derrotado en las batallas de Salamina y Platea.
Las guerras médicas concluyeron con el triunfo de los griegos y Atenas adquirió un gran prestigio militar, convirtiéndose en la potencia más importante de la Hélade.
Durante el siglo V a.C. Atenas vivió su época de mayor esplendor. A los éxitos militares obtenidos en las guerras médicas se sumó el apogeo económico, cultural y político que vivió la polis en este periodo.
Entre los años 461 y 429 a.C. Pericles dirigió la política ateniense; fue elegido magistrado hasta quince veces. Encargó a los mejores artistas griegos la reconstrucción de la Acrópolis, que había sido destruida durante las guerras contra los persas. A pesar de que precedía de una familia aristocrática aprobó reformas que favorecieron al pueblo. Aumentó las atribuciones de la Ekklesia y de la Bulé y tomó medidas para aumentar la participación del pueblo en la vida política.
En el año 477 a.C. se formó la Liga de Delos, una unión de polis que aportaban una cantidad de dinero para mantener una flota de guerra con la que defenderse de los nuevos ataques persas. El dinero recaudado se guardaba en la isla de Delos, bajo la protección de Atenas.
El auge político, económico y cultural de Atenas durante el siglo V a.C. amenazó los intereses de otras polis como Esparta. Esta situación provocó la división de las polis griegas en dos bandos: los partidarios de Atenas y los partidarios de Esparta. La tensión acabó provocando la guerra del Peloponeso que se inició en el año 431 a.C.
El conflicto atravesó varias fases y concluyó en el año 404 a.C. con la victoria de Esparta. El dominio de Esparta fue tan opresivo que en el año 403 a.C. Atenas y otras polis se sublevaron. Estas luchas internas y la crisis económica debilitaron el poder de las ciudades estado griegas.