La religión griega era politeísta, es decir, los griegos creían en la existencia de numerosos dioses. Los dioses tenían aspecto humano, aunque eran inmortales. Eran los responsables del orden y equilibrio en el mundo y a menudo intervenían en la vida de los seres humanos e, incluso, mantenían relaciones con ellos.
Los dioses y las diosas más importantes residían en el Olimpo. Zeus era el dios del cielo, era el dios principal. Gobernaba sobre los demás dioses y era el protector de las personas. Cada polis tenía su divinidad protectora a la que le daba culto, por ejemplo Atenea, hija de Zeus y diosa de la sabiduría, era protectora de Atenas.
De la unión de un dios y un humano nacían los héroes, como Aquiles, Ulises u Orfeo. Los héroes eran muy poderosos, pero mortales. Se les consideraba los fundadores de las ciudades y el origen de las familias importantes.
Los griegos también creían en la existencia de criaturas fantásticas, como los cíclopes, que eran monstruos de un solo ojo, o los centauros, caballos con cabeza y torso humano.
Los griegos inventaban mitos, que eran historias fabulosas sobre los dioses y los héroes.
El templo era la casa de los dioses y los sacerdotes y sacerdotisas eran sus sirvientes. Se encargaban de dirigir el culto y llevar ofrendas a los dioses. Las ofrendas de los fieles era el alimento y las riquezas que los dioses usaban.
Se rendía culto a los dioses para expresarles agradecimiento y para pedirles ayuda, protección o consejo. Los ritos religiosos se realizaban en casa, en los templos y en los santuarios.
en casa, cada familia tenía un altar dedicado a la diosa del hogar (Hestia) y a sus antepasados.
además todos los ciudadanos participaban en el culto a los dioses protectores de la ciudad.
en los santuarios se realizaban ritos comunes para todas las ciudades griegas, por ejemplo, ofrecían a los dioses representaciones teatrales y competiciones deportivas como los Juegos Olímpicos.
Los griegos pensaban que los dioses podían ayudar o perjudicar a los humanos. Por eso era importante conocer su opinión. Los oráculos eran mensajes de los dioses que podían ser interpretados por los adivinos. El oráculo más famoso era el de Delfos, donde acudían las personas para consultar al dios Apolo.