COMO CONVERTIRSE EN AEROMODELISTA

INTRODUCCIÓN

AEROMODELISMO es un término que cuando lo escuchamos instintivamente y en general nos imaginamos aviones pequeños. Ahora si preguntamos ¿qué es el aeromodelismo? Las respuestas son variadas: ...... muchos consideran al aeromodelismo, como un simple pasatiempo (hobby); otros lo ven como juguetes para grandes; hay quienes piensan que es solo para chicos, también están los que asocian los modelos con aviones “reales a escala”, la gran mayoría cree que aeromodelismo equivale a decir aviones a radio control, un hobby muy caro y muy pocos saben de la amplitud del término “aeromodelo”.

Debemos considerar al aeromodelismo como lo que realmente es: una actividad paralela a la aeronáutica (dado que nace como paso previo a ella y continúa con un desarrollo propio a través del tiempo), los modelos no necesariamente son aviones a escala aún cuando hay una clase de modelos a escala, sino que son verdaderas máquinas voladoras con características propias, entonces debemos tener presente que el principio de funcionamiento de estos “avioncitos” se rige por los mismos principios físicos que los “aviones reales”, y cada clase de modelo tiene un grado de aplicación de esos principios y complejidad diferente.

Quién quiera incursionar en esta actividad, deberá incorporar paulatinamente una serie de conocimientos para poder hacer volar exitosamente sus modelos. Dependiendo del interés y el esfuerzo que se ponga, serán los resultados y aquí cabe una aclaración, no debe intentarse aprender solo, se corre el riesgo de no aprender nunca o mal aprender (que es peor).

Por ser una actividad multidisciplinaria, no existe una división formal y única de la actividad; podemos dividir al aeromodelismo en 4 niveles de actividad, clasificados en base al grado de conocimientos y especialización requerido:

A.- Entretenimiento, hobby; cualquier persona puede practicarlo ya que requiere solo los conocimientos básicos destinados a poner en vuelo el modelo y disponer de: tiempo, lugar y alguien que lo guíe en los primeros pasos, sin otro objetivo que la diversión; la actividad a este nivel nos dará momentos de sano esparcimiento. Dependiendo del tipo de modelo será el grado de complejidad y costos a afrontar.

Considerando que hobby es sinónimo de pasatiempo, el aeromodelismo cumple con ese cometido a la perfección con un adicional, da la oportunidad de practicarlo compartido con otros aficionados con quienes intercambiar experiencias, incluida toda la familia.

B.- Deportivo; consiste en participar de competencias, esto conlleva a un profundo conocimiento de la aerodinámica aplicada a cada categoría en particular y de otras disciplinas complementarias, a lo que se suma el acondicionamiento psicofísico del competidor. Conforme avanzamos, la actividad es apasionante y exige cada vez más altos grados de especialización; la camaradería y compañerismo pasan a ser imprescindibles para el desarrollo en equipo (fundamental en todo deporte).

Los modelos de competición son aparatos muy elaborados y construidos con las más modernas técnicas y materiales para satisfacer las más variadas exigencias.

Cabe señalar que existen competencias a distintos niveles, tanto locales como internacionales y los costos van desde pocos pesos (modelos de interiores), hasta algunos miles de pesos (modelos de alta competición).

C.- Desarrollo; el aeromodelista se convierte en investigador, diseña modelos y experimenta nuevas técnicas. El conocimiento debe ser amplio y profundo en ramas tan diversas como: aeronáutica, mecánica, resistencia de materiales, electrónica, meteorología, informática, química, etc. Suele decirse que estos aeromodelistas son los últimos ingenieros empíricos.

El desarrollo está estrechamente ligado a la competición y gran parte de los aeromodelistas deportivos, son también desarrolladores, de su creatividad y esfuerzo dependen los resultados. Muchos de estos aeromodelistas continúan su actividad en el campo de la ingeniería o vinculados a la aeronáutica civil o militar.

D.- Profesional; aquí están aquellos que han hecho del aeromodelismo una industria mundial, especialmente en el radio control. Por otro lado se une el aeromodelismo con la aeronáutica, estos aeromodelistas son profesionales aeronáuticos, la investigación y desarrollo se orienta a la aeronáutica comercial, militar, espacial; los aviones y naves del mañana en su fase de ensayo antes de “salir” al mercado son modelos experimentales.

También están los aeromodelistas dedicados a la aviación experimental con modelos escala 1 a 1, es decir para uso personal.

Cuando un aeromodelista ya formado se encuentra con alguien que quiere incursionar en el aeromodelismo, la clásica pregunta del principiante es: ¿Qué modelo me aconsejan para empezar?..... y la respuesta suele ser.. depende de que te guste.

Esta respuesta no me parece la más acertada ya que el principiante no conoce nada y mal puede elegir que le gusta, más allá de tener una imagen superficial.

Para convertirse en un aeromodelista con capacidad para volar cualquiera de las clases de modelos, sean de vuelo libre, interiores, vuelo circular o radio controlado, el interesado deberá transitar etapas mencionadas anteriormente para comprender el comportamiento, las capacidades y límites de los modelos y así descubrir que tipo de modelo es el que le gusta para poder insertarse en cualquiera de los niveles antes mencionados.

El aprendizaje, comenzará con lo básico como la identificación de las partes del modelo, las nociones elementales de aerodinámica y fundamentos del vuelo, con esto se podrá reconocer los tipos de modelos y características esperables durante su vuelo; luego estarán las nociones sobre uso de materiales y sus características técnicas particulares, esto sumado a lo anterior, permitirá estimar capacidades y límites de maniobrabilidad de cada modelo.

Es necesario y conveniente que desde un principio, se practique la construcción y el vuelo con modelos sencillos. La resolución de los planteos que se presenten, tanto en la construcción como en el vuelo, demostrará al futuro aeromodelista el papel que juega cada una de las distintas partes del modelo según el tipo de avión que sea y ayudará a fijar conocimientos.

Paulatinamente, se irá acumulando experiencia y se profundizarán esos conocimientos a los que se sumarán otros como meteorología del medio donde se vuela y practicas de seguridad.

Conforme se avanza en adquirir conocimiento, también se avanza en la complejidad de los modelos a construir y esto conlleva a hacer más eficiente el vuelo.

Con la experiencia adquirida, el aficionado, tendrá una imagen general de los tipos de modelos y podrá elegir aquellos que son de su interés y con ellos comenzar a desarrollarse como un aeromodelista.

EPÍLOGO:

Mi apreciación personal del aeromodelismo en argentina es que:

Muchos interesados en la actividad, se ven atraídos por el aeromodelismo radio controlado, dada la gran difusión y facilidades que el mercado ofrece, y se inician aprendiendo a pilotear modelos de iniciación, con los conocimientos mínimos previos y la guía de otros que se iniciaron de la misma forma.

Es así que la gran mayoría de estos aeromodelistas se insertan en el primer nivel, es decir practican la actividad como un pasatiempo. Lamentablemente, también muchos son los que quedan en el camino por fracaso en los primeros intentos.

En el nivel deportivo, encontramos a la totalidad de los que practican vuelo circular y vuelo libre, tanto interiores como exteriores y a un pequeño porcentaje de los que practican radio control; y si hablamos de categorías FAI (Federación Aeronáutica Internacional) son mucho menos.

Esto se ve reflejado en la participación de aeromodelistas federados en concursos zonales y principalmente en los Nacionales. Es notable la escasa renovación de aeromodelistas competitivos y el aumento de los “consumistas” de RC, esto tiene muchas causas pero una de las principales es la falta de difusión y promoción de la especialidad, a lo que se suman el alto grado tecnológico y por supuesto los costos y el gran crecimiento de la industria del radio control.

Los modelistas abocados al desarrollo, son en su gran mayoría, aquellos dedicados a la competición, felizmente en nuestro país, hay aeromodelistas investigadores y estudiosos con capacidad de diseñar, construir, volar y obtener buenos resultados de sus creaciones, sea cual fuere la clase de modelo.

Finalmente en el nivel profesional, aparte de aquellos que trabajan para empresas del medio aeronáutico (pilotos o ingenieros) tras haber descubierto su vocación en el aeromodelismo, hay un puñado de aeromodelistas que hicieron de la actividad su profesión, tanto constructores como pilotos.

Una raza particular de aeromodelistas son los que hacen docencia, a esos MAESTROS mi reconocimiento y admiración.

Rosario 25 de septiembre de 2008 José Ledezma ARG-ROS-0025