Introducción:
Consumo: es la acción y efecto de consumir o gastar todo tipo de productos.
Se pueden establecer tres tipos de consumo según función de las necesidades del sujeto y de la frecuencia en el gasto del bien o servicio:
Consumo experimental: el consumo del producto o servicio se produce por novedad o curiosidad.
Consumo ocasional: el consumo es intermitente, basado en la disponibilidad del bien o servicio o en la satisfacción de necesidades no permanente.
Consumo habitual: el consumo ya forma parte de las actividades cotidianas del sujeto.
Una manera distinta de interpretar la palabra "consumismo" es considerarla: como una crítica a la organización de la economía de una sociedad, que se puede decir que se "despilfarra" ciertos recursos.
El consumismo se ve incentivado principalmente por:
-La publicidad, que en algunas ocasiones consigue convencer al público de que un gasto es necesario cuando antes se consideraba un lujo.
-La predisposición de usar y tirar de muchos productos.
-La baja calidad de algunos productos que conllevan un período de vida relativamente bajo los cuales son atractivos por su bajo costo pero a largo plazo salen más caros, y son más dañinos para el medio ambiente.
-Algunas patologías nos hacen creer fácilmente en la publicidad engañosa, creyendo con esto que podemos resolver nuestro problema consumiendo indiscriminadamente alimentos, bebidas, artículos milagrosos u otro tipo de productos.
-El desecho inadecuado de objetos que pueden ser reutilizados o reciclados.
-La cultura y la presión social.
Existe consumismo cuando frecuentemente se presenta una o más de los siguientes casos:
· Un producto se utiliza una sola vez o un pequeño número de veces respecto a uno similar que podría durar mucho más.
· La cantidad de basura inorgánica que generamos es notablemente superior a la cantidad de basura orgánica.
Algunos consejos para reducir el consumismo:
· A la hora de desear un producto lo que impacta en nuestra economía, directamente en nuestra salud y en el medio ambiente.
· Al comprar un producto lo que haremos con él cuando lo desechemos (cuánto contaminará) y qué haríamos si no adquiriéramos el producto (alternativas y necesidad real del producto).
· Evaluar si queremos un producto porque está de moda o porque realmente lo necesitamos y pensar cuánto durará dicha moda: ¿Realmente vale la pena adquirirlo?
Ejemplos de artículos que nos hacen caer en el consumismo:
-Ropa, accesorios para vestir, juguetes, utensilios y herramientas de baja calidad.
-Dispositivos y aparatos electrónicos que no son realmente necesarios.
-Comida basura.
-Alimentos precocinados y bebidas.
-Platos, cubiertos y vasos desechables.
-Objetos de entretenimiento personal.
-Créditos que nos atraen en el momento porque pagamos menos, pero que sumando intereses, finalmente pagamos mucho más a cambio de la oportunidad, hasta varias veces su precio inicial.
Consumo de los jóvenes
Los chicos son más consumistas que las chicas, pero ellas gastan la mitad de sus ingresos en ropa.
En contra de la creencia generalizada, los chicos son más consumistas que las chicas, y se dejan influir más por cuestiones como la moda, las marcas o la publicidad.
Ellos prefieren bienes que les permitan parecerse al grupo de referencia (coches, motos, vestuario de marca). Buscan bienes que les permitan movilidad. Ellas optan por diferenciarse unas de otras. Se interesan más por bienes que les proporcionan permanencia (habitación propia, casa propia, muebles).
En nuestro país existen alrededor de unos seis millones de ciudadanos que cuentan entre 14 y 24 años de edad. Son esa porción poblacional que está estudiando o abriéndose paso en el mercado laboral, prefiere salir... y gasta. Su dinero o el de sus padres.
Un reciente estudio, revela que en la juventud el principal impedimento para el ocio, es la escasez monetaria.
Los chicos y chicas que lo reciben de sus padres suelen ser más inconscientes en el consumo. Pero los que lo obtienen a costa de su trabajo son menos compulsivos, seguramente condicionados porque saben lo que cuesta conseguirlo.
El sexo influye en el gasto.
Los chicos suelen gastar en salir con los amigos, comprarse ropa y automoción. Ellas, por su parte, lo hacen en ropa, salir con las amistades y comer fuera de casa.
La edad, la disponibilidad económica, el estar trabajando en sus ratos libres. Los condicionantes son muchos.
Algunas cosas no cambian. Los jóvenes españoles siguen gastándose bastante en bebida y tabaco, donde el porcentaje se ha mantenido. Aunque se han producido notables cambios: antes estos productos eran de consumo generalizado y ahora se han orientado. Hoy en día más de la mitad no gasta nada en tabaco y alcohol (aunque las chicas lo hacen cada vez más); y por otro, existe un 40% de jóvenes que consume mucho más que antes, casi todo lo que consumían antes el total de los jóvenes.
El ocio.
Los jóvenes son los que más se entregan al disfrute del tiempo libre. Se distingue dos tipos de consumo entre la población de menos edad: el productivo y el contra productivo.
· El productivo es el que practica la familia de clase alta o media alta, y consiste en invertir en formación
· El contra productivo es el que ejercita el joven de clase baja o media baja y se centra en olvidarse de la semana.
Los chicos y las chicas no tienen una gran capacidad adquisitiva.
Productos de marca.
Todo el mundo dice que no le importan las marcas, pero las marcas están ahí, ganando más dinero a costa de los jóvenes.
En el fondo la marca es una señal de distinción, llevar un artículo cuya legitimidad es reconocida por todos. Y los jóvenes, a una edad concreta, lo que buscan es legitimidad en su grupo.
La mayoría de estas marcas tan famosas, fabrican sus productos en fábricas situadas en países subdesarrollados y con mano de obra muy baja. Incluso llegan a la explotación infantil pagándoles una miseria. Estos productos salen al mercado a un precio muy elevado y sus costes son realmente bajos.
Comida rápida.
Son señas de identidad del consumo joven, las cosas han de hacerse rápidas y, si es necesario, a distancia.
Controlar los conceptos de espacio y tiempo tiene su reflejo en lo que se gastan los jóvenes, como el del 'fast food' o el de la mensajería móvil. Sabedores de esas preferencias juveniles, las grandes cadenas de comida rápida preparan su asalto definitivo. En los próximos dos años habrá multimillonarias inversiones y el número de establecimientos se duplicará.
Recientemente un producto de una de estas empresas ha sido retirado del mercado debido a su alto contenido en calorías. Se aprovechan de la gente joven con precios bajos para que estos compren de forma abusiva.
Los anuncios.
Cada día unos mil mensajes nos incitan a comprar artículos que no necesitamos. Estamos inmersos en el consumismo que se alimenta de la influencia de la publicidad y ésta se basa en ideas tan falsas como que la felicidad depende de la adquisición de productos.
Mucha gente siente adicción por ir de compras, hay quien se habitúa a pasar su tiempo en grandes almacenes o mirando escaparates como fórmula para huir de la monotonía. Esta tendencia puede estar o no asociada a la compra compulsiva. En segundo lugar, un deseo intenso de adquirir algo que no se precisa y que, una vez adquirido, pierde todo su interés. Esta inclinación se relaciona con situaciones de insatisfacción vital.
Por último, y asociada a la compra compulsiva, está la adicción al crédito, que impide controlar el gasto de una forma racional.
Para los jóvenes comprar es una de las actividades más divertidas que ofrece una ciudad. Les gusta entrar en los centros comerciales, sienten un deseo permanente de ir de compras y adquirir cosas nuevas, y su grado de impulsividad en la compra y de falta de autocontrol y responsabilidad económica es muy alto.
Lo que conlleva a una espiral de consumismo irracional.
Preguntas frecuentes en casos preocupantes de consumismo:
· Cuando me siento triste o deprimido suelo comprar para animarme.
· Hago compras por impulso.
· Cuando veo algo que me gusta, no me lo quito de la cabeza hasta que lo compro.
· Compro cosas inútiles que después me arrepiento de haber comprado.
· Se me va el dinero sin darme cuenta.
· A menudo, cuando recibo el extracto de las tarjetas me sorprende ver las compras que había olvidado.
· Frecuentemente me precipito comprando cosas sin haberlo pensado bien.
· Compro ropa que después no uso.
Las diez trampas de los hiper...
1. Ofrecer carros de gran tamaño.
2. Colocar los artículos de mayor venta en lugares distantes entre sí, para que haya que recorrer largos espacios.
3. Tener pasillos kilométricos y relativamente estrechos, para que sea difícil dar la vuelta con el carro y se recorra hasta el final.
4. Colocar las ofertas en las cabeceras, donde se retiene la marcha para salir de un pasillo y entrar en otro con el carro.
5. Situar los artículos que se desean vender en los estantes intermedios, a la altura de los ojos.
6. Colocar estos productos junto a otros más caros, para que parezcan relativamente baratos.
7. Utilizar atractivos carteles de ofertas para tentar a los consumidores, quienes realmente desconocen si se trata o no de una buena compra.
8. Colocar al lado de las cajas artículos de capricho. Es más fácil que mientras se hace cola para pagar se compre por impulso.
9. Emplear colores, luces y música ambiental para crear un ambiente agradable y retener al consumidor. Eliminar las referencias exteriores de espacio y tiempo (no hay ni relojes ni ventanas).
10. Disponer de multitud de cajas de salida, pero sólo de un estrecho pasillo vigilado, para que los que no compran se sientan avergonzados.
... y diez trucos para sortearlas
1. Antes de salir de compras, elabore una lista con lo que realmente necesita. Nunca recorra un establecimiento para que las estanterías se lo recuerden.
2. Cuando vea un artículo que no tenía previsto comprar y que parece interesarle, déjelo para una próxima ocasión.
3. Evite comprar cuando cobre, tras haber pasado por dificultades económicas en los últimos días del mes. Tampoco lo haga cuando se encuentre enfadado, deprimido o triste.
4. Diversifique, tanto como le sea posible, los establecimientos de sus compras.
5. No compre alimentos con el estómago vacío.
6. Establezca un límite económico para los caprichos y aténgase a él.
7. Apunte y sume lo que va comprando.
8. Antes de pasar por caja, compruebe todo lo que ha comprado y compárelo con lo que había presupuestado. Si ha comprado de más, devuelva a los estantes los artículos menos necesarios.
9. Tenga siempre envuelta su tarjeta de crédito en un papel donde vaya apuntando cada gasto que realiza con ella.
10. No tenga ningún reparo en salir de un establecimiento sin efectuar ninguna compra.
La historia de la publicidad (parte 1) (9'03'')
http://www.youtube.com/watch?v=DzRxxgoHfII
La historia de la publicidad (parte 2) (10'43'')
http://www.youtube.com/watch?v=nGO4ukikbhQ
Video Documental "Consume hasta morir" (58' 32'')
http://www.youtube.com/watch?v=q9KgyzHA8hg
Documental "Los jóvenes y el dinero" (27'53'')
http://www.youtube.com/watch?v=2L0X_9nBR1s
Documental "Manipulación desde la infancia para prepararnos en consumidores" (9')