3-La guerra civil española (1936-1939)

La guerra desatada en España como consecuencia del fallido golpe militar del 18 de julio de 1936 fue un conflicto civil de resonancia internacional. El desarrollo del fotoperiodismo y del cinematógrafo permitió acercar los horrores de la guerra a la

opinión pública internacional.

En todo el mundo occidental las sociedades se polarizaron, produciéndose movimientos humanitarios en apoyo de cada uno de los bandos. En general podemos dividir esos movimientos en tres grandes grupos, en función de quienes

fueran los receptores de su actividad.

Cuatro ambulancias donadas por la Cruz Roja Belga para la ayuda

en España. CDMH, Colección Armero, Álbum 15, 2439

En primer lugar, las organizaciones de ayuda que trabajaron para los dos bandos en conflicto, entre las cuales hay que mencionar al Comité Internacional de la Cruz Roja y a su Sociedad Nacional, la Cruz Roja Española, a los Cuáqueros británicos y norteamericanos (Friends Service Committee y American Friends Service Committee), a la Save the Children Fund y al Servicio Civil Internacional.

Reparto de latas de leche condensada por la Ayuda Suiza a un

grupo de niños en Madrid. ACICR, V-P-HIST-01854-26T

En segundo término, las organizaciones que colaboraron exclusivamente con el bando republicano. El amplio entramado internacional de ayuda a la República se podría dividir en las siguientes ramificaciones: la red de ayuda frente populista coordinada por el Comité International de Coordination et Information pour l`Aide a l`Espagne Republicaine (CICIAER) con sede en París, y que tenía como objetivo propiciar la creación de Comités Nacionales de Ayuda a la España Republicana, que centralizasen las actividades humanitarias promovidas por cada país, coordinando a escala internacional todo este movimiento de solidaridad; el Socorro Rojo Internacional (SRI), promovido por la Internacional Comunista en 1922, y que durante la Guerra Civil constituyó la base fundamental del sistema sanitario de la República en Guerra y de asistencia a la población civil; la Solidaridad Internacional Antifascista (SIA), que fue creada por las grandes centrales anarquistas en Barcelona en 1937, con el objetivo de unificar la solidaridad de las organizaciones anarquistas de todo el mundo.

Por último, las organizaciones de ayuda al bando sublevado, entre las que destacaron el Auxilio Social fundado en octubre de 1936 por la viuda de Onésimo Redondo, Mercedes Sanz-Bachiller, y el Socorro Blanco creado en 1933 por la sección femenina de la Comunión Tradicionalista, popularmente conocida como Las Margaritas, con el objetivo de proporcionar ayuda a los partidarios del Carlismo.