Desde que se inventara el telescopio en el año 1600, el hombre ha tenido una meta en la exploración de Marte. Y es que el planeta rojo ha generado una fuerte atracción para la humanidad. Es el más cercano a la Tierra, y quizá por ello son muchos los que se interesan en este planeta.
La tecnología incorporada a los viajes interplanetarios es muy complicada, por lo que en la exploración de Marte se ha experimentado una alta tasa de fracaso, especialmente en los primeros intentos. Sin embargo también ha habido grandes éxitos desde que se alcanzó la superficie del planeta rojo por primera vez en 1971.
A lo largo de estos años de exploración e investigación planetaria se ha conseguido un importante avance. Hoy en día tenemos mucha información sobre Marte. Se ha investigado sobre su geología, condiciones climáticas y composición atmosférica. Contamos con imágenes que muestran, con gran detalle, la superficie marciana. Todo ello nos acerca a comprender mejor los misterios del sistema marciano, centrándonos principalmente en su terreno y en su potencial habitabilidad.
Sin embargo aún queda mucho camino por recorrer en la exploración de Marte y mucho por descubrir sobre este hermoso y cercano planeta.
Los inicios del programa soviético para la exploración de Marte no cosecharon muchos éxitos. El programa Mars1 M (apodado Marsnik en la mayoría de medios occidentes) fue el primer programa soviético en mandar una nave espacial no tripulada de exploración interplanetaria.
Sin embargo ninguna de las dos sondas lanzadas en 1960, las Mars1960a y 1960b, lograron acometer su misión, debido a que ninguna de las lanzaderas fue capaz de conseguir la suficiente fuerza para comenzar la ignición.
De la misma forma la Mars 1962A, lanzada el 24 de octubre de 1962, y la Mars 1962B, que se puso en marcha a finales de diciembre del mismo año tampoco cumplieron su cometido por la explosión producida durante su trayectoria.
La nave automática Mars 1 fue lanzada a Marte el 1 de noviembre de 1962 con la intención de volar alrededor del planeta a una distancia de unos 11.000 kilómetros del planeta rojo y tomar imágenes de la superficie. No obstante, la nave se quedó a 106.76 millones kilómetros de la Tierra, cuando las comunicaciones cesaron debido a un fallo de su sistema de orientación de la antena.
La URSS tenía la intención de vencer el programa Mariner de EEUU en la exploración de Marte. En mayo de 1971, un día después de que la Mariner 8 de la NASA no pudiera alcanzar la órbita por un fallo en el lanzamiento, la Cosmos 419 (Mars 1971c), una pesada sonda del programa soviético M-71, también falló su lanzamiento.
Sin embargo, tras este fracaso en la exploración de Marte llegó el triunfo con las Mars 2 y 3, que fueron lanzados con éxito a mediados de mayo de 1971. El 27 de noviembre de 1971, la Mars 2 se convirtió en el primer objeto hecho por el hombre en llegar a la superficie de Marte. El 2 de diciembre 1971 la Mars 3 logró ser la primera nave espacial en lograr un aterrizaje suave, pero su transmisión se interrumpió después de 14,5 segundos.
Para el 22 de agosto de 1972, tras el envío de datos y un total de 60 imágenes, las Mars 2 y 3 concluyeron sus misiones. Las imágenes y los datos permitieron la creación de mapas en relieve del suelo marciano, y facilitaron mucha información sobre la gravedad y campos magnéticos del planeta.
En 1973, la Unión Soviética envió a cuatro sondas más dentro de su programa de exploración de Marte: la Mars 4, 5, 6 y 7. Todas las misiones excepto la Mars 7 devolvieron datos, siendo la Mars 5 la más exitosa.
Entre 1962 y 1973 la NASA diseñó y construyó 10 naves espaciales llamadas Mariner, dentro del programa homónimo que tenía como objetivo la exploración del Sistema Solar interior, y no sólo la exploración de Marte.
Para esta misión se diseñaron las naves Mariner 3 y 4, que tenían como finalidad llevar a cabo los primeros sobrevuelos en Marte. Éstas sondas fueron los dos primeros intentos de la NASA y de Estados Unidos por alcanzar el planeta Marte.
La Mariner 3 fue lanzada el 5 de noviembre de 1964, pero no alcanzó su destino por problemas técnicos. Tres semanas después, el 28 de noviembre de 1964, la nave Mariner 4 fue lanzada con éxito en un viaje de ocho meses al planeta rojo, recogiendo las primeras fotografías en primer plano de otro planeta.
Ya en 1969 se lanzaron dos nuevas misiones, las Mariner 6 y 7 para la exploración de todo el sistema solar y, concretamente, de Marte. Estas naves completaron la primera misión dual a Marte, logrando el análisis de la atmosfera marciana y de su superficie así como gran cantidad de imágenes del planeta.
Las Mariner 8 y 9 fueron el tercer y último par de misiones en la exploración de Marte del programa Mariner. Ambas naves fueron diseñados para ser los primeros orbitadores del planeta rojo. Esto marca una transición en la exploración del planeta rojo, pasando de volar por Marte a estar en órbita a su alrededor.
Por desgracia, el Mariner 8 falló durante su lanzamiento el 8 de mayo de 1971. Sin embargo, la Mariner 9 fue lanzada con éxito el 30 de mayo de 1971, y se convirtió en el primer satélite artificial de Marte cuando llegó y entró en órbita. Allí permaneció funcionando durante casi un año.
La Mariner 9 superó todos los requisitos fotográficos primarios al lograr el foto-mapeo del 100% del suelo marciano. Ésta nave espacial también proporcionó las primeras imágenes en primer plano de las dos pequeñas e irregulares lunas marcianas: Fobos y Deimos.
La Mariner 9 completó su última transmisión el 27 octubre de 1972, y con ella se acabó el programa Mariner. En esta, como en otras misiones de la serie, participó el genial divulgador científico Carl Sagan.
El Proyecto Viking de la NASA logró hacerse un hueco en la historia de la exploración de Marte al convertirse en la primera misión de los EEUU que consiguió aterrizar en el planeta rojo. Las naves que se lanzaron dentro de este programa consiguieron llegar de forma segura a la superficie marciana y devolver imágenes a la Tierra.
Para el Programa Viking para la exploración de Marte se construyeron dos naves espaciales idénticas, las naves Viking 1 y Viking 2, cada una compuesta de un módulo de aterrizaje y un orbitador. Ambas naves fueron lanzadas al espacio y entraron en la órbita del planeta rojo.
Sin embargo, una vez en la órbita marciana, los módulos de aterrizaje se separaron del conjunto y descendieron a la superficie en lugares distintos. La Viking 1, que fue lanzada el 20 de agosto de 1975, tocó suelo en la ladera occidental de la Chryse Planitia (las Planicies de Oro), mientras que el módulo de aterrizaje de la Viking 2, lanzado el 9 de septiembre de 1975, se estableció en la Utopia Planitia.
Además de tomar fotografías y recoger otros datos científicos sobre la superficie para la exploración de Marte, los dos módulos de aterrizaje realizaron tres experimentos biológicos diseñados para buscar posibles señales de vida. Con estas investigaciones se descubrió una actividad química inesperada y enigmática en el suelo marciano, aunque no llegó a ser concluyente ya que no se demostró una clara evidencia de la presencia de microorganismos en la superficie cercana a las zonas de aterrizaje.
La misión Viking fue planteada para continuar durante 90 días después del aterrizaje. Sin embargo, las naves sobrevivieron algunos años más de lo previsto cuando fueron diseñadas. El orbitador de la Viking 1 estuvo funcionando cuatro años, concluyendo su misión el 7 de agosto de 1980, mientras que el orbitador de la Viking 2 estuvo activo hasta el 25 de julio de 1978.
Debido a las variaciones en la luz solar disponible, ambas sondas fueron alimentadas por generadores termoeléctricos de radioisótopos, esto es, dispositivos que generan electricidad a partir del calor desprendido por la descomposición natural del plutonio. Esa fuente de energía permitió que se llevaran a cabo investigaciones científicas a largo plazo que de otra manera no hubieran sido posibles.
La Viking 1 hizo su última transmisión a la Tierra el 11 de noviembre 1982. Los últimos datos del módulo de aterrizaje de la Viking 2 llegaron a la Tierra el 11 de abril de 1980.
Mars Global Surveyor se convirtió en el primer éxito de la NASA en la exploración de Marte en dos décadas, tras el fracaso del orbitador Mars Observer.
El Mars Global Surveyor siguió trabajando en la exploración de Marte desde que fuera lanzado el 7 de noviembre de 1996. Comenzó su misión de mapeo un año y medio después de su lanzamiento, en marzo de 1999 y, desde entonces, ha proporcionado gran cantidad de información sobre el planeta rojo.
Gracias al sistema de la cámara gran angular con la que cuenta la nave espacial, más conocida como Cámara Orbital de Marte, la misión del Mars Global Surveyor ha estudiado la totalidad de la superficie del planeta rojo, así como su atmosfera e interior.
Uno de los principales hallazgos del Mars Global Surveyor han sido los patrones climáticos del planeta rojo que se repiten de forma periódica. La Cámara Orbital de Marte ha recogido diversas imágenes que han mostrado un registro de los diferentes cambios en las condiciones climatológicas marcianas. En estas imágenes se han observado tormentas de polvo que se repiten en la misma ubicación, con una diferencia de entre una y dos semanas en relación con el momento en que se produjeron el año anterior.
También ha sido muy importante en la historia de la exploración de Marte la documentación que ha hecho el Mars Global Surveyor de barrancos y flujos de escombros. Estos sugieren la existencia de fuentes puntuales de agua líquida, de forma similar a un acuífero, cerca o en la misma superficie del planeta.
Por otro lado, gracias a la Mars Global Surveyor se ha demostrado que el planeta rojo no tiene un campo magnético global; sin embargo, sí que se han localizado campos individuales en diferentes áreas del planeta. También se consiguieron datos sobre la temperatura, así como imágenes en primer plano de la luna marciana Phobos, que han determinado que la superficie de Marte está cubierta por una capa de polvo de al menos un metro de espesor.
Resultados como éstos han mostrado que Marte es un planeta dinámico con un historial registrado en la superficie del planeta de cambios estacionales a largo plazo. Sin duda la Mars Global Surveyor ha supuesto no sólo el primero, sino uno de los grandes éxitos de la Nasa en la exploración de Marte.
La Mars Pathfinder fue una nave espacial lanzada por EEUU que consiguió aterrizar en Marte el 4 de julio de 1997. Ésta supuso un importante paso en la exploración de Marte, ya que fue originalmente diseñado como una prueba tecnológica. Se trató de comprobar si era posible mandar al planeta rojo un módulo de aterrizaje con diversos instrumentos pero, sobre todo, si era posible poner en la superficie del planeta rojo un rover robótico.
La Mars Pathfinder estaba compuesta por un módulo de aterrizaje, acompañado por un pequeño rover robótico que recibió el nombre de Sojourner. Este rover pesaba tan sólo 10,6 kilogramos, y podía moverse por la superficie de Marte sobre sus ruedas. De esta forma el rover Sojourner se convirtió en el primer vehículo que operó en la superficie de Marte, con la importante contribución que esto supuso en las misiones posteriores para la exploración de Marte.
El innovador método de aterrizaje de la Mars Pathfinder consistía en un paracaídas que tenía como objetivo frenar el descenso en la atmosfera de Marte. Todo ello junto con un sistema de bolsas de aire, estilo airbags, que amortiguarían el impacto durante el aterrizaje. Gracias a este nuevo sistema, la Mars Pathfinder aterrizó en el Ares Vallis del planeta rojo, una zona rocosa de la superficie marciana que fue elegida por ser relativamente segura para el aterrizaje.
Además, la misión Mars Pathfinder fue también una prueba para diversas tecnologías que fueron llevadas a suelo marciano, como por ejemplo el sistema de aterrizaje basado en un airbag del que ya hemos hablado, o un sistema de evasión de obstáculos automatizados, que serian utilizados años más tarde por los Mars Exploration Rovers en la exploración de Marte .
La misión Mars Pathfinder no sólo logró con éxito todos sus objetivos, sino que además aportó una gran cantidad de datos sobre el planeta Marte. Así, envió aproximadamente 2.300 millones de bits, más de 16.500 imágenes procedentes de la sonda espacial y 550 imágenes del rover. Igualmente consiguió el análisis de más de 15 productos químicos contenidos en las rocas y el suelo de Marte, así como diversa información meteorológica sobre el planeta.
Las misiones de la Nasa Odyssey y Express han sido los primeros programas para la exploración de Marte del siglo XXI.
La Mars Odyssey llegó a la órbita marciana el 24 de octubre de 2001 y, desde entonces, ha recopilado más de 130.000 imágenes, y aún continúa su misión en la exploración de Marte enviando información a la Tierra sobre la geología del planeta rojo, su clima y mineralogía.
La principal misión de la Mars Odyssey era conseguir pruebas sobre la presencia de agua y actividad volcánica en Marte. Durante los años que ha permanecido en la órbita del planeta, la Odyssey ha permitido crear mapas de minerales y elementos químicos, así como identificar regiones con agua helada bajo su suelo.
Igualmente, la Mars Odyssey ha determinado que la radiación en la órbita baja de Marte es aproximadamente el doble que la que existe en la misma órbita de la Tierra, un aspecto esencial para la posible exploración humana del planeta rojo.
Por su parte la Mars Express, tras su llegada a Marte el 25 de diciembre de 2003, ha explorado la atmosfera y superficie marciana desde la órbita polar. La misión de la Mars Express en la exploración de Marte ha sido desde sus inicios la búsqueda de agua bajo el suelo marciano. De esta forma se han utilizado hasta 7 instrumentos científicos para llevar a cabo distintas investigaciones que permitan responder a las preguntas fundamentales sobre la geología, atmosfera, medioambiente de la superficie, presencia de agua y la posibilidad de vida en el planeta rojo.
La Mars Express, compuesta por la Mars Express Orbiter y el módulo de aterrizaje Beagle 2, tuvo una misión difícil. A pesar de que la Beagle 2 no fue diseñada para moverse, llevaba consigo un equipo de extracción y el espectrómetro de masas más pequeño creado jamás, junto con otros dispositivos para analizar con precisión el suelo debajo de la superficie marciana. Sin embargo, los numerosos intentos de ponerse en contacto con el módulo de aterrizaje Beagle 2 fallaron, declarándose perdido en febrero del año siguiente. A pesar de ello, la Mars Express Orbiter confirmó la presencia de hielo de agua en el polo sur de Marte.
En enero de 2004, dos geólogos robóticos llamados Spirit y Opportunity, dentro de la misión de la NASA Mars Exploration Rover, aterrizaron en lados opuestos del planeta rojo, dando así un paso más en la exploración de Marte.
Esta misión que forma parte del Programa de Exploración de Marte de la Nasa, incluye los tres exitosos módulos de aterrizaje anteriores: los dos módulos del Programa Viking y la Mars Pathfinder.
Con mucha mayor movilidad que el rover Mars Pathfinder de 1997, estos nuevos rovers han recorrido muchos kilómetros por la superficie marciana con el objetivo de investigar una serie de suelos y rocas que parecen contener pistas sobre la actividad del agua en Marte.
Desde que aterrizaron en la superficie del planeta rojo, los dos vehículos en conjunto han enviado a la Tierra más de 100.000 imágenes de alta resolución en color de la superficie de Marte, así como diversas imágenes microscópicas detalladas de las rocas y de la superficie.
Cuatro espectrómetros diferentes han acumulado información sin precedentes acerca de la composición química y mineralógica de las rocas y el suelo marciano. Además, las herramientas de abrasión de rocas especiales, que nunca antes se habían enviado a otro planeta, han permitido a los científicos mirar debajo de la polvorienta superficie de rocas erosionadas para examinar su interior.
El estudio realizado por el rover Opportunity sobre los cráteres Endurance y Eagle ha revelado evidencias de antiguos lagos que se evaporaron y ahora son una superficie arenosa rica en sulfato. Por su parte, la investigación inicial del Spirit en el cráter Gusev reveló la existencia de un ambiente más basáltico, después de alcanzar las conocidas como "Columbia Hills". Allí el rover encontró gran variedad de rocas que indican que el Marte primitivo se caracterizaba por los impactos, el vulcanismo explosivo y agua subterránea.
Ambos rovers han proporcionado a lo largo de su misión pruebas sustanciales de la actividad de agua en el planeta en el pasado, lo que ha supuesto un importante avance en la exploración de Marte.
Dos años y medio han pasado desde el aterrizaje, pero ambos rovers siguen trabajando y han superado con creces la inicial misión de 90 días en Marte del Mars Exploration Rover.
La misión Mars Reconnaissance Orbiter, que comenzó con el lanzamiento de la nave espacial en agosto de 2005, tenía como principal objetivo llevar a cabo el reconocimiento y la exploración de Marte desde la órbita del planeta.
La Mars Reconnaissance Orbiter ha llevado al planeta rojo la cámara más potente que jamás se haya lanzado en una misión de exploración planetaria. Con esta nueva cámara de alta resolución se han conseguido imágenes del terreno marciano con una claridad y definición extraordinaria.
Las cámaras que se habían llevado a Marte con las misiones anteriores eran capaces de identificar objetos del tamaño aproximado de una mesa. Sin embargo, la nueva cámara incorporada en la Mars Reconnaissance Orbiter es capaz de detectar objetos del tamaño de un plato desde la órbita marciana.
La capacidad de la cámara incorporada a la Reconnaissance ha proporcionado no sólo imágenes de la geología y estructura de Marte con un detalle impresionante, sino que también ha ayudado enormemente a identificar los posibles obstáculos existentes en la superficie. Con ello se podrán evitar las dificultades que pueden poner en peligro la seguridad de los módulos de aterrizaje y futuros rovers que sean enviados al planeta rojo.
Otra de las misiones de la Mars Reconnaissance Orbiter ha sido la de encontrar agua subterránea a través de una sonda. La información recogida será determinante para la selección de las zonas de aterrizaje para el futuro de la exploración de Marte.
También se ha querido investigar los distintos minerales existentes en la superficie marciana, y estudiar como el polvo y el agua se transportan en la atmosfera del planeta. Para ello la Mars Reconnaissance Orbiter ha sido equipada con una segunda cámara de resolución media para proporcionar un contexto geológico y meteorológico más amplio. De esta forma las observaciones más detalladas se hacen desde otros instrumentos de mayor resolución.
Además, la Mars Reconnaissance Orbiter también ha sido el primer paso en la instalación de un "Internet interplanetario" que será esencial para las futuras naves espaciales que se envíen a Marte. De momento, sirve como un medio de comunicación a la Tierra, aunque será utilizada en el futuro por diversas naves espaciales internacionales.
El 8 de noviembre de 2011 Rusia volvió de nuevo a la carrera espacial en la exploración de Marte con una ambiciosa misión, conocida como Fobos-Grunt. Se trataba de un módulo de aterrizaje que tenía como principal objetivo llegar a Fobos, una de las lunas del planeta rojo, y recoger muestras de su superficie. Sin embargo, como misión secundaria también pretendía colocar la sonda china Yinghuo-1 en la órbita marciana.
El lugar de aterrizaje planeado era una región de la luna Fobos donde se podrían recoger muestras del suelo de Marte. La nave Fobos-Grunt estaba equipada con un brazo robótico que tenia la capacidad de recoger muestras de hasta 1,3 centímetros de diámetro. Ya que las características del suelo de Fobos eran inciertas, el módulo de aterrizaje incluía otro dispositivo de extracción que hubiera sido utilizado en el caso de que la superficie hubiera sido demasiado rocosa para el dispositivo principal.
El módulo de aterrizaje Fobos-Grunt de la Roskosmos (la Agencia Espacial Federal Rusa) fue lanzado desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazakstán, dirección Marte. Sin embargo, Fobos-Grunt sufrió un fallo de control que hizo que este módulo de aterrizaje quedase varado en la órbita baja de la Tierra. Además, se perdió por completo toda comunicación con la nave poco tiempo después del lanzamiento.
Los numerosos intentos llevados a cabo para volver a hacer funcionar la nave no tuvieron éxito y, finalmente, el 15 de enero de 2012, el Fobos-Grunt cayó en picado hacia la Tierra de forma totalmente incontrolada, desintegrándose finalmente sobre el Océano Pacífico.
En principio, la misión Fobos-Grunt debería haber regresado a la Tierra en agosto de 2014, trayendo consigo 200 gramos de suelo de la luna marciana Fobos. Además, se trataba de la primera misión en la exploración de Marte liderada por Rusia desde la fallida Mars 96.
La nave fue diseñada para convertirse en la primera nave espacial en volver con una muestra macroscópica de un cuerpo extraterrestre desde la misión soviética Luna 24 en 1976. Sin embargo, todas las esperanzas puestas en esta misión fueron en vano, debido al temprano fallo de la nave.
El rover Curiosity fue lanzado dentro de la misión de la NASA conocida como Mars Science Laboratory en su programa de Exploración de Marte. Esta misión tenía como objetivo hallar información sobre la habitabilidad en el planeta rojo.
De esta forma, la nave espacial que llevaba el Curiosity fue lanzada el 26 de noviembre de 2011, aterrizando en el cráter Gale de Marte casi 9 meses después.
El diseño del rover Curiosity era tres veces más pesado y dos veces más largo que los rovers Spirity y Opportunity del programa Mars Exploration Rovers. El objetivo del rover era recoger muestras del suelo y de las rocas para analizarlas y conocer los compuestos orgánicos y condiciones ambientales que podrían establecer su habitabilidad. También determinaría la posibilidad de existencia de vida microbiana en Marte, ahora o en el pasado.
Además, la misión Mars Science Laboratory tuvo un carácter muy internacional y contó con la participación de diversos países. Así, la Agencia Espacial Federal Rusa aportó un detector de hidrogeno a base de neutrones para la localización de agua. Pero la misión también contó con la ayuda del Ministerio Español de Educación y Ciencia, que envió un paquete meteorológico, y de la Agencia Espacial Canadiense, que ofreció un espectrómetro.
El Curiosity cuenta con 6 ruedas, que facilitan su movilidad en la superficie de Marte, y varias cámaras. Asimismo, es capaz de recoger muestras de rocas y del suelo.
Este vehículo está equipado con multitud de herramientas e instrumentos científicos para analizar estas muestras y comprobar la existencia moléculas orgánicas en compuestos que contienen carbono. Estas moléculas contienen uno o más átomos de carbono junto con hidrogeno, aunque en algunos casos contienen elementos adicionales. A pesar de que este tipo de moléculas pueden existir sin necesidad de vida, la vida como la conocemos no puede existir sin este tipo de moléculas.
De esta forma, la presencia de moléculas orgánicas supondría un importante avance en la investigación sobre la habitabilidad en Marte y, por tanto, un gran paso en su exploración. El Curiosity también trata de encontrar otro tipo de elementos químicos esenciales para la vida, como el nitrógeno, el oxigeno o el fósforo.
El año 2013 fue muy activo en lo que se refiere a la exploración de Marte. Y es que dos misiones fueron lanzadas durante este año al planeta rojo, y con una diferencia de días: MAVEN de la NASA y MOM de ISRO.
La misión MOM (Mars Orbiter Mision), lanzada el 5 de noviembre, fue la primera misión en la exploración de Marte llevada a cabo por la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO). Si esta misión finaliza con éxito, ISRO se convertirá en la cuarta agencia espacial en llegar a suelo marciano, después de Roskosmos (Rusia), NASA (EE.UU.) y ESA (Europa).
El MOM es un orbitador cuya principal misión no es explorar Marte, sino dar a conocer los sistemas espaciales de la India, así como el desarrollo de las tecnologías necesarias para el diseño, planificación y gestión de una misión interplanetaria. Aunque, cómo es lógico, de forma secundaria busca explorar las características de la superficie marciana, su morfología, mineralogía y atmosfera a través de diversos instrumentos científicos.
Por su parte la NASA lanzo el 18 de noviembre su misión MAVEN. Se prevé la llegada de la nave espacial a Marte aproximadamente 10 meses después de su lanzamiento, esto es, en septiembre de 2014.
El objetivo principal de la nave MAVEN en la exploración de Marte es obtener mediciones de la atmosfera marciana con el fin de ayudar a comprender el cambio dramático del clima en el planeta rojo a lo largo de su historia.
De esta forma con la misión MAVEN se conseguirá reunir la información necesaria para conocer cómo y a qué velocidad se están perdiendo los gases atmosféricos de Marte en el espacio, y decidir también qué ocurrió en el pasado.
El estudio de la atmosfera puede revelar el impacto que este cambio ha producido sobre el clima marciano, las condiciones meteorológicas y su estructura geológica y geoquímica, lo que nos ayudara a entender si en Marte podía existir vida.
Para realizar todas estas investigaciones la nave ha llevado ocho instrumentos científicos diferentes que tomaran mediciones de la atmosfera superior del planeta rojo durante un año.
Está claro que la exploración de Marte no ha concluido y que aún queda mucho camino por recorrer para conocer todos los secretos del planeta rojo. Es por ello que las agencias espaciales de todo el mundo ya están trabajando en sus futuras misiones.
La NASA tiene en mente varios proyectos para continuar la investigación en Marte. Uno de ellos es el programa InSight, una misión incluida en el Discovery Program de la NASA para 2016. Este módulo de aterrizaje tiene por objetivo llevar a cabo un estudio del interior profundo del planeta que ayudara a determinar la estructura interna de Marte.
También en 2016 la Agencia Espacial Europea (SEC), en colaboración con la NASA, iniciará el programa ExoMars, compuesta por las ExoMars Orbiter y ExoMars Rover, diseñadas para investigar si alguna vez hubo vida en Marte.
El Instituto Meteorológico de Finlandia también se ha subido al carro de la exploración de Marte con la misión atmosférica MetNet. Esta misión incluye el envío de varias decenas de sondas MetNet al planeta rojo. Éstas tendrán el objetivo de establecer una red de observación del terreno marciano para investigar la estructura atmosférica, física y meteorológica del planeta. La misión MetNet se llevará a cabo con la participación del Instituto Ruso de Investigación Espacial y el Instituto Nacional de técnica Aeroespacial (INTA) de España.
Por su parte, Rusia está trabajando en una nave espacial robótica denominada Mars-Grunt, que será enviada a mediados del año 2020. La nave estará basada en la tecnología desarrollada para el programa Fobos-Grunt. Con ella se planea traer una muestra de suelo marciano a la Tierra para su investigación y análisis.
Teniendo como base el éxito del Curiosity, la NASA ha anunciado un nuevo proyecto de rover que saldrá a la luz en el año 2020. Esta misión continuará la línea de investigación sobre la vida en Marte. Además supone la oportunidad perfecta para reunir los conocimientos y tecnologías necesarios para las futuras expediciones humanas al planeta rojo durante los años que quedan para su lanzamiento.
Aun queda mucho por descubrir sobre el futuro y pasado de Marte. De momento sólo nos queda esperar a ver que nos traen las nuevas misiones que se lancen al planeta rojo en el futuro.