Setas y hongos

  Para coger hongos y setas no es recomendable llevar una bolsa o un soporte cerrado, lo preferible es portar una cesta para que las esporas de los hongos caigan en el suelo y puedan volver a nacer. También está prohibido arrancar de cuajo la especie, recuerda: ¡sólo cortar! Así contribuiremos a que las generaciones que nos siguen puedan disfrutar de lo mismo que gozamos nosotros.

Anímate a venir tú también: si no lo haces por el sabor delicioso de las setas, convéncete por lo divertido que van a ser los primeros hallazgos, o por los paisajes increibles que podrás observar i disfrutar.

HONGO: (conocido como níscalo o rovelló) cuando se recoge de joven es un alimento excelente. Lo recomendable es freírlo con ajos, asados al horno, guisados con patatas y costillas. Pueden distinguirse las variedades del hongo rodeno (“lactarius deliciosus”), el borracho (“lactarius vinosus”) y el negral (“lactarius sanguifluus”). Los tres tipos descritos nacen por la zona de los pinares, en otoño. Debido a su gran abundancia en estos lugares (con la condición de que el varano haya sido lluvioso), son los principales objetos de recolección, y casi de devoción por parte de quien admira el ambiente de nuestros bosques.

SETAS DE CARDO: (“Pleurotus eryngii”) se trata de una de las variedades de setas más apreciadas por las gentes de estas tierras. Lo habitual es cocinarlas mediante un revuelto con ajos tiernos, asadas al horno o fritas. Pero además, podemos encontrar a personas que las desecan para su conservación. Las setas de cardo nacen en otoño y primavera muy lluviosos. Pero el requisito especial y singular de estas setas es la existencia de raíces de cardo corredor (“Eryngium campestre”). Para añadir la descripción de estas “pleurotus” hay que decir que el color del sombrero es variable y va del crema claro, casi blanco a pardo oscuro, casi negro, pasando por algún marrón. Los que entienden del asunto dicen que para cogerlas es preferible que haya sol, ya que estas setas brillan y producen un reflejo que las delata. Y, no es por presumir de setas del Rincón, pero hay que aclarar que las setas que se comercializan en las grandes superficies con este nombre son de menor calidad (“pleurotus ostreatus”), con lo cual si no queréis que, como se dice en la comarca del Rincón y en muchas más zonas, os den gato por liebre,  lo mejor es venir en persona a pasarlo bien recolectándolas por vosotros mismos.

SETAS CASCARIA: (“Ramaria flava”) comestible siempre y cuando se desechen los ejemplares viejos. La gente del lugar suele hablar de ellas y del “guiso con patatas en caldo”. Sin embargo, es mi obligación advertir que pueden resultar laxantes para algunas personas y dependiendo de la cantidad que se consuma. Además, es muy importante saber distinguir estas setas, pues puede confundirse con otras ramarias tóxicas, que son muy parecidas. Esta variedad es poco abundante y lo habitual es encontrarlas en otoño también y en la zona de pinares.

BARBUDA: (“Coprinus comatus”) es un excelente comestible, aunque siempre teniendo la precaución de comerlos antes de que adquieran un color negro (lo que sucede a las pocas horas de haber sido cogido). Su peculiaridad es que nacen al borde de los caminos, e incluso de las carreteras, llegando a abrir el asfalto por ellas mismas. Nunca hay una seta de esta clase sola, siempre salen en grupo. La variedad llamada “coprinus atramentarius” es altamente incompatible con el consumo de alcohol y la mezcla de ambas sustancias puede llegar a desencadenar problemas gastrointestinales, de la misma manera que dificultades cardiovasculares.

 

Después también podemos encontrar setas abundantes, pero con escaso interés culinario. Un ejemplo son las llamadas pedos de lobos (“Lycoperdon perlatum”) que es comestible pero de baja calidad de joven y que de adulto, al pisarlo, sale un polvo de color marrón, la esporada (de ahí procede ese nombre tan llamativo).

Hay que conocer al llamado hongo falso (“Lactarius chrysorrbeus”), de lo contrario podremos comprobar que es un tipo de hongo amargo y que detrás de él se puede esconder un problema de gastrointestinal leve.

                                                                                                

SETAS VENENOSAS:

 

Una de las setas con las que debemos tener cuidado es con la Amanita pantherina, por su carácter tóxico, tanto que puede ser mortal dependiendo de la cantidad ingerida.

La más peligrosa es la Amanita phalloides, que puede ser mortal incluso consumida en pequeñas cantidades.