Fiestas de agosto

LOS PRIMEROS AÑOS. LAS VAQUILLAS

Durante la semana Santa del año 1977, reunidos como cada noche en casa de Inés, surgió la idea de hacer una fiesta para la Virgen de Agosto con vaquilla incluida, fue el principio de unas fiestas que hoy aún perduran y que en 2027 celebraremos su 50 aniversario (aunque en el año 75 ya se había toreado una vaquilla en una plaza formada por carros improvisada en el trinquete). Aquellos jóvenes ilusionados eran: Vicente Marqués, Cesar Martínez, Roberto Aparicio y Amable Morales. Roberto, aficionado como nadie a los toros, hizo gestiones para traer una vaquilla . Para poder torearla se construyó en el trinquete una plaza hecha con troncos. Todo el mundo acarreaba troncos descomunales, ilusionado, sin importarle el esfuerzo que aquello suponía. Después de torear la vaquilla y divertirse todos de lo lindo, pues los valerosos toreros eran tanto mayores como crios, se sacrificó y se preparó en el horno un extraordinario estofado.


El éxito de las fiestas no hubieran sido posible sin el acierto de contratar a la orquesta los Miler’s, que actuaron durante los cinco primeros años, ni sin la colaboración de los más jóvenes formando las peñas. Los dos primeros años el grupo de Benita, Pepe, Javi, los Sierras, José, Tomás, Vicky, etc. Construyeron con barda una espectacular peña en la calleja. En el año 80, unos chavales que contaban entre 12 y 14 años entre los que se encontraban: Jesús, Vicente, Abel, Jose, Julio, Lili, Neus, etc. ayudados por Pedro Liarte, montan la peña “El botijo” en el bancal que hay a la entrada del frontón.



También hay que destacar los fuegos artificiales y despertás. A las 8 de la mañana, Roberto lanzaba tres petardos que se escuchaban a kilómetros de mas del Olmo y a continuación se procedía a despertar a la aldea lanzando cohetes por todas las calles. Otra peña fue, “El clavo”. Ésta la creó Vicente con la idea de utilizarla para tomar unos vinos acompañado de jamón o longaniza con los amigos/as de la aldea y de otros pueblos, pero el éxito de la peña fue tal que se utilizó a parte de cómo peña, pues no cerraba ni de noche ni de día, para apoyo del bar instalado en el salón del tío Simón que en horas punta estaba saturado. En años posteriores pasó a llamarse “Peña los piratas”.


A partir del tercer año se hacen cargo de las fiestas el grupo de: Antonio, Julian, Toni, Isidoro, Julio, Gabriel, etc. Siendo el costo de compra de las vaquillas elevado, se optó por alquilarla. Se procedió a rebajar el solar contiguo al frontón, al tiempo que se construyó un aplaza de toros desmontable construida en la serrería de Los Santos.


AÑOS DE ESPECTÁCULOS


en el año 84, temiendo que las fiestas desapareciesen ya que la comisión había dimitido y nadie se quería hacer cargo de organizar las fiestas del año siguiente, un grupo sin experiencia pero con mucha ilusión formado por Carlos, Abel , Benita, Pedrito, Viky, Neus, Jose, etc. se hacen cargo de la Comisión de fiestas y optan por dar más realce y prestigio a las fiestas y por consiguiente también a la aldea, montando espectáculos de variedades, lo que supuso gran afluencia de público año tras año, ya que los artistas que se contrataban eran de “reconocido prestigio”: Carmen Flores, Los Chicos, Los tres Sudamericanos, Doña Croqueta, Bigote Arrocet, Toni Ronald, Elsa Baeza, El Duo Sacapuntas, Calonge, Arévalo, entre otros. Durante los primeros años y a falta de presupuesto, las actuaciones se hacían en la plataforma de un remolque de tractor, como bien pudo comprobar  la Sra. Carmen Flores.


CREACIÓN DE LA ACR MAS DEL OLMO


Durante varios años, aproximadamente 15, la sede de la comisión de fiestas estubo situada en unos locales de alquiler propiedad del tío Simón. El año 92 es el último año que alquila el salón para poder montar el bar y la comisión de fiestas se ve forzada a encontrar otro local para poder  continuar con las fiestas. Ya que en las proximidades del recinto no existía ninguno se determinó construir uno en el solar donde se hacían las vaquillas y que fue donado a la Asociación por  Antonio Aparicio. Debido a la gran envergadura del proyecto se decide crear una Asociación Cultural para poder sufragar los gastos de construcción. Así que una comisión gestora formada por : Cristina Blasco, Abel Aparicio, JuanCarlos José Miguel Peris, José Carlos Bleda y Carlos Lozano elaboran un anteproyecto de estatutos y registran el día 10 de noviembre del 92 la A.C.R. Mas del Olmo en el Registro de Asociaciones de la Generalitat Valenciana . El local de la nueva sede social se comienza a construir en el año 93 y para el verano de ese año se hace la inauguración. En ese momento el local solo eran cuatro paredes de tocho pero hizo posible continuar con la organización de las fiestas y se contaba con un local social para poderse reunir todos los vecinos.


OVEJO ROCK


En el año 2002, viendo que las fiestas no dejaban de ser unas más en el Rincón, se apuesta por una fórmula arriesgada, organizar un concierto de Rock con grupos de la zona y otros ya más consolidados. La idea fue de Benet, que se convirtió en el alma mater del proyecto y era el encargado de contactar con los grupos y equipo de sonido, encargar el diseño de la carlearía que era unos de los aspectos más cuidados y llevaba el tema del merchandisin con camisetas, adhesivos, etc. En aquella primera edición actuaron: Noir, Mis Mayo y Laboratorio funk.


Más del Olmo se convirtió durante 12 años, el último concierto se celebró en el año 2012, en el epicentro del rock con la celebración del esperado concierto Ovejo Rock. El evento reunió a un variado elenco de talentosos grupos, prometiendo una jornada musical inigualable. Desde bandas consolidadas hasta emergentes promesas locales, la diversidad estaba garantizada.

El escenario, rodeado de la majestuosidad de Más del Olmo, se convirtió en el lienzo perfecto para la explosión de sonidos y energía que ofrecieron las bandas. Swaters, conocidos por su fusión de estilos que va desde el punk hasta el ska, Bajoqueta Rock, con su característico estilo festivo y letras pegajosas, mantuvo el ambiente elevado, logrando que el público se entregara por completo a la música. La fusión de rock y folk de O´Chorizo proporcionó una experiencia sonora única, llevando a los asistentes en un viaje musical que exploraba lo tradicional y lo contemporáneo, los de Marras, con su mezcla de rock y letras cargadas de significado, crearon momentos emotivos que resonaron en la memoria de todos los presentes, Ever, con su propuesta fresca y juvenil, atrajo a una nueva generación de seguidores, consolidándose como una de las revelaciones de todos los años, Urbalia Rurana, conocidos por su eclecticismo y capacidad para mezclar géneros, ofrecieron una actuación memorable que desafió las expectativas, Laboratorio Funk, con su propuesta funk-rock, hizo que el público se entregara al ritmo contagioso de su música, demostrando que el funk sigue siendo un género capaz de mover masas o Black Rice, con su potente sonido rockero, y Casa Manué, que apostó por un estilo más alternativo, aportaron matices, mostrando la riqueza y diversidad del panorama musical entre los años 2002 y 2012. 

El Ovejo Rock no solo fue un festival de música, sino también un encuentro cultural que reunió a personas de todas las edades y gustos musicales. La comunión entre los asistentes, la naturaleza envolvente de Más del Olmo y la calidad de las actuaciones crearon una atmósfera única que perdurará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de estar presentes.

ULTIMOS AÑOS-OFERTA GASTRONÓMICA

En Más del Olmo, las fiestas no solo son motivo de celebración, sino también una oportunidad para disfrutar de la rica tradición culinaria local. Dos eventos destacados marcan el inicio de las festividades: las Cenas de Socio, donde la comunidad se reúne dos noches de las fiestas en un ambiente festivo para compartir momentos de alegría y camaradería.

Las Cenas de Socio no son solo una oportunidad para disfrutar de exquisitos platos, sino también para fortalecer los lazos comunitarios. Los residentes se congregan en el frontón, en un ambiente acogedor, compartiendo risas y experiencias mientras saborean delicias preparadas con esmero.

Durante los cinco días de fiestas, la tradición del "Quinto y Tapa" se convierte en la delicia de locales y visitantes. La idea es simple pero irresistible: por la compra de cada quinto, se acompaña con una tapa exquisita, preparada por algunos de los socios o socias voluntarios, que resalta la cocina local. Esta iniciativa no solo es un deleite para el paladar, sino también una oportunidad para explorar la diversidad gastronómica que Más del Olmo tiene para ofrecer.

La combinación de las Cenas de Socio y el Quinto y Tapa no solo resalta la riqueza cultural de Más del Olmo, sino que también refleja la importancia de la comunidad y la gastronomía en las celebraciones locales. En estos eventos, la comida no es solo alimento, sino un elemento vital que une a las personas y realza la experiencia festiva, convirtiendo las fiestas en un momento único y sabroso para todos.

DIVERSIÓN Y COMPETICIÓN

En Más del Olmo, las fiestas son sinónimo de alegría, tradición y un sinfín de actividades para todos. Primero hay que destacar las competiciones deportivas como la pelota a mano, el frontenis y en especial los birlos, un juego tradicional del lugar. Los habitantes de la aldea y visitantes se sumergen en un ambiente de competencia amistosa.

Los parques infantiles acuáticos añaden una dosis refrescante a las festividades, convirtiéndose en el lugar predilecto de los más pequeños y no tan pequeños. Risas, juegos y chapoteos crean recuerdos imborrables para los niños, haciendo de las fiestas de Más del Olmo un evento familiar por excelencia.

¡Los disfraces son una tradición que nunca pasa desapercibida! Desde los más ingeniosos hasta los clásicos, la creatividad se desata en las calles. La charanga, con su música festiva, anima cada rincón del pueblo, convirtiendo las calles en una explosión de alegría y color.

Los play-backs infantiles añaden un toque de diversión desenfrenada. Los más pequeños se transforman en artistas por un día, interpretando sus canciones favoritas con entusiasmo y desparpajo, arrancando sonrisas y aplausos de la audiencia.

Las fiestas de Más del Olmo son la perfecta fusión entre tradición y diversión, donde cada actividad contribuye a hacer de este evento una celebración única y llena de momentos inolvidables.