5 partes:Eligiendo la hojas para hacer abonoMoliendo las hojasEligiendo un lugar para hacer el abonoAgregando nitrógenoRevolviendo el abono
El abono enriquece el contenido de nutrientes de la tierra de los jardines y de los canteros de flores. Lo puedes hacer económicamente con las hojas de los árboles todos los otoños. Sigue esta guía para juntar las hojas caídas en tu jardín y hacer abono con ellas.
Parte
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Eligiendo la hojas para hacer abono
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Rastrilla todas las hojas de los frutales que puedas encontrar. Son las mejores para la pila de abono. Generalmente, tienen un contenido mineral más alto que el estiércol.
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Limita la cantidad de hojas de roble que usarás en el abono. Haz que representen solo del 10 al 15% de la pila de abono. Estas hojas tienen más ácido que las otras, lo que puede no ser el mejor abono para los jardines de verduras.
Busca y junta diferentes tipos de hojas que tengan tus vecinos. Si solo tienes unos pocos tipos de árboles en tu propiedad, visita un área boscosa de la ciudad al fin del otoño. Pregúntale a la gente que las esté barriendo si puedes recogerlas tú también o si te pueden facilitar las bolsas que ya hayan llenado.
La mayor parte de las hojas en las ciudades se recogen con un barredor de calle. Puedes consultar la agenda del barrido de calles e ir el día anterior para recogerlas tú.
Trata de no recoger las hojas que están debajo de las pilas en las aceras, porque pueden estar sucias de aceite u otros residuos dejados por los autos.
Llama a las compañías que se encargan de los paisajes y pregúntales si tienen hojas que tú puedas juntar. Si las tienen, recógelas en el domicilio de la compañía.
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En un sector de tu terreno mezcla todas las hojas que tengas.
Parte
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Moliendo las hojas
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Muele las hojas el mismo día en que planees cortar el césped en el otoño. El agregado de los cortes de pasto te ahorrará tiempo porque más adelante le proporcionarán nitrógeno al abono.
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Apila las hojas en un sector de tu jardín. Una persona debe apilar las hojas, mientras que otra las muele.
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Muele la pila de hojas con una cortadora manual. Las autopropulsadas son difíciles de controlar en una pila de hojas.
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Tira las bolsas de las hojas molidas en la pila de abono o rastríllalas. Las hojas que han sido molidas se degradan más rápido que las que no lo están.
Parte
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Eligiendo un lugar para hacer el abono
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Haz un cuadrado delimitado por cadenas en una de las esquinas de tu terreno.También puedes usar listones de madera, como los que se usan en las cajas de embalaje. Cualquiera de los dos materiales permitirá que el oxígeno llegue al abono.
Si te es posible, construye una puerta rebatible en uno de los lados de la pila. Esta abertura te permitirá revolver el abono más fácilmente y retirarlo cuando lo necesites.
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Puedes colocar la pila en la mitad de tu jardín. Al abono, cuando está bien hecho, le toma alrededor de 6 meses en consolidarse. Puedes comenzar con tu pila en el otoño y distribuirla por el jardín en la primavera antes de plantar.
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Pon la pila en un lugar en la que el viento no se la lleve. Cuando la pila recién comienza, estará floja y los elementos que pongas en ella podrán ser barridos por el viento. Planea cubrirla con una lona de plástico, si no puedes construir un contenedor.
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Asegúrate de que la pila esté en un área en la que el terreno drene bien. No la pongas sobre concreto o va a crear agua estancada.
Parte
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Agregando nitrógeno
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Mezcla en tu pila de abono de un 20 a un 25% de materiales ricos en nitrógeno.El método más fácil es usar las bolsas de cortes de pasto que sacas de tu cortadora de césped.
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Compra o junta estiércol, si no tienes cortes de césped.
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Tira en la pila los restos de la cocina, como las cáscaras de verduras y los granos de café. Evita los lácteos, los panes pesados y las carnes.
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Haz capas con las hojas y los agregados con nitrógeno. Debes poner entre 3 a 5 bolsas de hojas y entonces agregar una bolsa de estiércol o de cortes de pasto, los restos de verduras o estiércol.
Parte
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Revolviendo el abono
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Mantén a la pila humectada. Durante el tiempo seco, rocíala con la manguera. Evita crear charcos de agua estancada, lo que puede estimular la formación de moho.
El abono debe estar los suficientemente humectado como para que cuando tomes un puñado y lo aprietes, caigan solo unas gotas de agua.
Espera de 1 a 3 semanas antes de revolver el abono por primera vez. Al calor que se forma dentro de la pila de hojas y recortes generalmente se lo llama “cocina”.
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Usa una pala o una horqueta para meter en la parte baja o media de la pila a fin de darle vuelta. La capa de arriba debe enterrarse y el abono debe verse fresco y húmedo arriba.
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Revuelve la pila 2 a 3 veces por semana. Cuanto más la revuelvas más rápido se cocinará.
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Cúbrela con una lona de plástico para atrapar el calor adentro. Es posible que necesites agregarle un poco de agua de vez en cuando, pero no mucha o vas a promover el moho.
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Combina al abono con tu suelo luego de 4 a 9 meses. Cuando el abono se ponga de un color marrón oscuro uniforme, es el momento de usarlo.
Hojas de árboles frutales
Cortes de pasto
Estiércol
Estacas de madera
Lona de plástico
Pala u horqueta
Restos de la cocina
Agua