Dicen que no hay mejor prueba de que algo se ha aprendido y entendido que "ser capaz de enseñar a otro".
Y eso es en lo que estamos en estos momentos:
primero hemos aprendido cómo se usa el material de robótica / pensamiento computacional que ha venido al cole
después, hemos practicado durante un par de sesiones
y, por último, hemos preparado en grupos pequeños qué hacer para enseñar a los más pequeños.
En la misma jornada que estuvimos enseñando robótica en primero de primaria, también estuvimos en el aula de cuarto de Primaria.... en la que, a pesar de ser más mayores, les costó un poquito mantener la concentración, algo que extrañó a los recién "estrenados maestros/as".
Fue también un momento muy productivo el que pasaron en esta aula, a continuación tenéis las pruebas de ello.