Los villancicos son canciones populares y tradicionales con significado religioso. Su origen se remonta al siglo XV y al principio no estaban ligados a la Navidad, pero con el paso del tiempo solo suelen cantarse en esta época del año.
Las primeras personas que cantaron villancicos fueron los villanos, que eran personas humildes que vivían en las villas medievales. El villancico, como indica su propio nombre, es la canción de villa, la que servía para registrar la vida cotidiana de los pueblos. En sus inicios fue una forma poética española y lo usaban como registro de los principales hechos de una comarca, perteneciendo a la música profana. En los siglos XVII y XVIII se le incorporaron coros, solistas y representaciones escénicas.
A lo largo de la historia, ha sufrido muchas transformaciones, hasta que en el siglo XIX su nombre quedó exclusivamente para denominar a los cantos que aluden a la Navidad. El villancico no sólo se consolidó como género, sino que se convirtió en el arquetipo de la “canción de Navidad”. Su temática se concentra en el niño Jesús, la Virgen María, San José, los Reyes Magos, los pastores y la Estrella de Belén.
Además de los villancicos más tradicionales, hay villancicos regionales, como por ejemplo: en Galicia cantan Bo Nadal y Alá Polá noite o en Cataluña Santa Nit y el Petit Vailet.
No solo se cantan villancicos en España, sino que existen en otras regiones del mundo y se les conoce con distintos nombres: Koleda en Bulgaria y Polonia, Pastorali en Italia y Posadas en México y Centroamérica. Resulta curioso que en el libro Guinness de los récords figure la canción navideña White Christmas (Blanca Navidad) como el tema de mayor permanencia en la lista de éxitos en EE.UU. Y aún hoy, Noche de Paz, creado por un sacerdote y un compositor aficionada de la población austríaca de Oberndorf en la Navidad de 1818, sigue siendo el villancico más cantado y más popular del mundo.
Nuestros villancicos han sido desde siempre un modo alegre de canto e interpretación, con unos instrumentos muy particulares:
-Zambomba. El más específico del villancico. Formado por una vasija de barro con forma de cono truncado invertido, abierto por ambos lados y que lleva en la boca mayor un parche de piel, atravesado por una caña en su centro. Humedeciendo la mano y frotándola contra la caña se produce un zumbido grave que es el origen de su nombre.
-Pandereta. Perteneciente al grupo de los tambores de marco, se toca haciendo resbalar uno o más dedos por ella, o bien golpeándola con toda la mano.
-Carraca. Formado por un cuerpo o tablero de madera, al que se le unen unos martillitos móviles de madera o metal, que son los que se encargan de golpear el cuerpo. El sonido se produce al sujetar la carraca por el mango y hacerla girar.
-Cascabel. Pequeña esfera metálica ahuecada con aberturas, dentro de la cual hay otra de menor tamaño. El sonido que produce es agudo, y es provocado por el choque entre las dos esferas.
-Botella de anís. Con una botella vacía de vidrio transparente con relieve romboidal en su exterior y frotando una cuchara como baqueta, se produce un sonido agudo, que acompaña los villancicos.
-Almirez. Recipiente de cocina o mortero que servía para machacar y triturar en él especias, semillas, ajos y otros ingredientes. El cuenco es metálico, y al ser golpeado por el mazo se obtiene un sonido característico para acompañar cantos tradicionales y villancicos.
Algunos villancicos populares españoles son:
-Fun, fun, fun.
-A Belén pastores.
-Adeste fideles.
-La marimorena.
-Arre borriquito.
-Campana sobre campana.
-Dime niño de quién eres.
-El tamborilero.
-Feliz Navidad.
-Los peces en el río.
Y un sinfín de melodías que encumbran el espíritu navideño en familia.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!!!
Irene Vélez Vera
Departamento de Música