Día 1. Han tirado una bomba en mi casa y me he quedado en la calle. Tengo frío y estoy triste. :(
DÍA 2. He dormido fatal y sigo frío y triste. :(
DÍA 3. Voy a intentar salir del país. Me dirijo a la frontera.
DÍA 4. He llegado a la frontera con Polonia. Aún tengo frío y estoy desolado.
DÍA 5. Me han ofrecido comida y una manta. Ya no tengo frío, pero sigo triste.
DÍA 6. Hay un montón de gente en la frontera, así que tengo que hacer cola para salir del país.
DÍA 7. Sigo en la cola. Estoy aburrido y triste. :(
DÍA 8. He hecho un amigo en la cola. Hemos hablado un rato y ya no me aburro. Estoy menos triste. :/
DÍA 9. Hoy he salido del país. Me despido de mi amigo y me dirijo a Polonia. Sigo triste, pero tengo esperanzas: una familia polaca me ha acogido en su casa. Creo que estaré seguro hasta el fin de la guerra.
Gabriel Fernández , 2º ESO B
Gema Blázquez Gil, 1º Bach. A
Como refugiada de Ucrania me siento asustada, con mucho pánico e intentando salir del país. Tengo mucho miedo, tanto por mis familiares como por muchos amigos que se han tenido que quedar para ir a la guerra y luchar para poder sacar este país adelante. Yo, mientras tanto, estoy en la frontera. Ya llevo tres días acompañada por mi madre, que es la única que puedo confirmar que está viva, por desgracia. Mi cabeza no puede parar de pensar en esta situación tan terrorífica que estamos viviendo, en la que miles de personas se están dejando la vida para evitar que logren su objetivo: conquistar mi país.
Yo vivía en una ciudad, bombardeada cruelmente instantes antes de marcharme. Con toda firmeza puedo asegurar que era el infierno; dudo que mi casa siga en pie, pero realmente es lo menos importante. Lo que más me preocupa ahora es mi familia, que vive en diferentes partes de Ucrania, y no sé nada de ella desde hace varios días.
No niego haber visto la muerte pasar por delante de mis ojos, ya que esto tiene un extraño parecido a la lotería. Estoy mal, muy mal, tengo mucha hambre y frío, las temperaturas no ayudan y la comida es muy escasa, somos demasiadas personas y no hay suficientes recursos para abastecernos a todos y poder cumplir las necesidades básicas.
Si pudiera pedir un deseo, sin duda sería que esta pesadilla termine lo antes posible y que no mueran más personas inocentes. Quiero poder volver a casa o a un lugar en el que esté completamente segura. Sólo queremos poder vivir en paz.
Victoria Blázquez Moreno, 2º ESO