Anfibios en peligro

Las ocho especies de anfibios que hemos descrito eran, hasta hace muy poco tiempo, relativamente fáciles de ver en muchos ríos y charcas de Zaragoza. A día de hoy, sin embargo. su número ha descendido drásticamente y muchos de estos anfibios están catalogados como especies vulnerables o en peligro. Este hecho es preocupante ya que, como hemos visto, los anfibios tienen un papel muy importante en el equilibrio de los ecosistemas y su presencia es indicadora de la calidad de las aguas. Las causas de este declive son variadas pero, desgraciadamente, muchas de ellas son debidas a la intervención del ser humano.

* Destrucción de hábitats:

La acción del ser humano sobre el paisaje es cada vez más agresiva. La utilización de los recursos naturales está generando impactos en muchos casos irreversibles. Muchos de los hábitats ocupados por los anfibios han desaparecido o se han modificado de tal modo que no es posible la supervivencia de estos animales. La extracción de gravas en ríos, por ejemplo, es muy destructiva y ha acabado con muchas especies, no solo de anfibios, ya que modifica drásticamente las características de los fondos y del agua.

Labores de extracción de grava en la ribera del Ebro

* Cambio climático:

La utilización de combustibles fósiles tanto en la industria, como en el transporte está generando un exceso de gases con efecto invernadero, (fundamentalmente el dióxido de carbono). Este es un hecho comprobado; la temperatura media del planeta está subiendo a un ritmo elevado y ya se están sufriendo las consecuencias. En cuanto a los anfibios, las consecuencias son que muchas charcas y riachuelos que antes tenían agua durante todo el año, actualmente se secan por completo en verano por lo que los anfibios ya no pueden sobrevivir en ellas.

Algibes y charcas notan la escasez de agua debida al cambio climático

* Contaminación química de las aguas:

Los vertidos químicos de las industrias, llegan a las aguas; además la utilización de pesticidas y fertilizantes químicos en agricultura, acaban infiltrándose en los acuíferos y llegando a las charcas y ríos en los que viven los anfibios. Estos animales, lógicamente, se ven afectados por esta contaminación química y van desapareciendo progresivamente de manera irreversible.

Vertidos contaminantes a las aguas de un río. Utilización de productos químicos en agricultura.

Contaminación atmosférica:

Actualmente ya esta prohibida la utilización de gases CFC (Colorofluorocarbonos) , pero durante años, estos gases se han utilizado en los sistemas de refrigeración y en sprays. Los CFC son gases que destruyen la capa de ozono que nos protege de la radiación ultravioleta del Sol. Los anfibios tienen la piel desnuda, sin ninguna estructura como plumas, escamas o pelo que los proteja, por ello son especialmente delicados frente al exceso de radiación ultravioleta y, lógicamente, se han visto muy afectados por este esceso de radiación.

* Introducción de especies alóctonas:

Desde la segunda mitad del siglo XX, la introducción de especies alóctonas en diferentes ecosistemas ha ido en aumento. La globalización también ha afectado a los ecosistemas. El transporte de animales, las introducciones ilegales y también legales de diferentes especies han creado grandes desequilibrios en muchos ecosistemas. En los ecosistemas acuáticos de la provincia de Zaragoza, casi todas las especies de peces son introducidas: gambusisas, siluros, alburnos, percas americanas, peces gato.... Estos peces, en algunos casos, son grandes depredadores que han afectado a las poblaciones de anfibios. Especialmente devastadora ha sido la introducción de un crustáceo, el cangrejo rojo americano (procambarus clarkii) que es un depredador muy activo de las larvas de tritones y de los renacuajos de ranas y sapos. Tanto es así que en los lugares donde viven los cangrejos, los anfibios han desaparecido casi por completo. Sólo en charcas aisladas (donde los cangrejos no han llegado) podemos encontrar poblaciones estables de sapos, ranas y tritones. En el caso de zaragoza estas charcas aisladas son , a menudo, depósitos en la zona esteparia, utilizados para acumular agua de uso industrial o agrícola.

El cangrejo rojo americano (procambarus clarkii) ha sido una de las causas del fuerte declive de los anfibios.

Foto: Rafa Muñoz

* Abandono de prácticas ganaderas:

Existen muchos abrevaderos y aljibes utilizados por los ganaderos para dar de beber a sus ovejas en los que los sapos que viven en la estepa criaban todos los años. El abandono de la ganadería extensiva ha hecho que este tipo de lugares hayan perdido su utilidad al haber desaparecido los rebaños. Por ello los abrevaderos ya no son cuidados ni mantenidos por los pastores y, muchos de ellos, se han secado. Esto ha hecho disminuir mucho los posibles puntos de reproducción de los sapos.

Aljibe seco por falta de mantenimiento en los Monegros (Zaragoza).

* La quitridiomicosis:

La quitridiomicosis es una enfermedad que afecta a los anfibios, causada por un hongo de la división Chytridiomycota, Batrachochytrium dendrobatidis. La quitridiomicosis es una de las posibles causas del preocupante declive de las poblaciones de anfibios. La expansión del hongo en los últimos años ha sido muy rápida y se suma a todas las otras causas que afectan a la supervivencia de las especies de anfibios.

Rana muerta afectada por quitridiomicosis.