Familias

1. Lazos familiares

Alfonso X el Sabio de la casa de Borgoña, Rey de Castilla y León, tiene una genealogía con vínculos familiares ingleses, franceses e italianos, además de alemanes y portugueses.

Los matrimonios de los reyes y los príncipes eran siempre cuestión de alta política. Era una época en la que todavía se tenía una idea patrimonial personal de las herencias: una boda juntaba patrimonios, que se podían repartir a su vez entre los herederos.

A la vez se va abriendo camino la idea de consolidar los reinos, como algo que está más allá del capricho y se somete a fueros y leyes.

Véase también 1. Los reinos ibéricos y sus vínculos familiares

En la web especializada Geneanet se pueden rastrear los ascendientes y descendientes de las familias reales y captar la importancia que los vínculos matrimoniales tenían no solo para las alianzas políticas sino también para la anexión de los territorios patrimoniales de ellos y ellas, mediante, por ejemplo, las dotes por los contratos matrimoniales.

Alfonso X el Sabio (1221-1284) era hijo de Fernando III el Santo (1201-1252) , que a su vez era primo hermano de Luis IX de Francia (1226-1270), san Luis, con cuya hija Blanca concertó la boda de su primogénito y heredero Fernando de la Cerda (1255-1275), que murió antes que su padre, planteando un grave problema sucesorio que derivó en guerra civil y amargó los últimos años del Rey Sabio.

¿Quién debería ser el sucesor del Rey Sabio: su nieto Alfonso de la Cerda (1270-1333) o su propio hijo Sancho (1258-1295), su segundogénito? La tradición legal castellana establecía lo segundo, las Partidas, lo primero.

Hay que recordar que también el primogénito del rey de Francia, Luis, murió a los 16 años en 1260 y fue su hermano Felipe III el Atrevido (1245-1285) el que le sucedió en el trono francés.

2. El problema sucesorio: guerra civil o con Francia

Alfonso X pasó este año de 1276 en Valladolid, Burgos y Vitoria, meditando ante los peligros que le amenazaban: la guerra civil en un caso; la guerra con Francia y quizá con Aragón, en el otro.

Fuente: Sánchez Pérez (1934, p. 44)

Fuente: Alfonso X de Solalinde, 1922, II, p. 161.

Que si los fijos de don Fernando muriesen sin fijos que debien heredar, que tome este nuestro señorío el rey de Francia, porque viene derechamente de línea derecha onde nos venimos, del Emperador de España [Alfonso VII], e es bisnieto del rey don Alfonso de Castilla, bien como nos, ca es nieto de su fija.

E este señorío damos et otorgamos en tal manera que sea yantado en el reino de Francia en tal guisa que ambos los reinos sean unos para siempre: e el que fuere rey et señor de Francia, sea otrosí rey et señor de este nuestro señorio de España.

Fuente: Alfonso X de Solalinde, 1922, II, pp. 172-3.

3. Los últimos años del rey Alfonso X

Las Cantigas de Santa María y la Crónica ponen de manifiesto que Alfonso X tuvo durante los últimos diez u once años de su vida periódicos episodios de enfermedad, consecuencia tal vez de la patada en la cabeza que recibió de un caballo en 1269. Maricel Presilla ha vuelto a estudiar estas pruebas, comparándolas con los resultados del examen de los restos del rey efectuado en 1948, sometiéndolo todo a la valoración clínica de expertos modernos. Sin pronunciarse de forma absoluta y admitiendo la posibilidad de error, éstos reconocieron que el rey padecía de un carcinoma de las células escamosas de la cavidad maxilar, esto es, un desarrollo canceroso debajo de los ojos [...] . Todo esto podría explicar porqué el rey acusó a Sancho de decir que su padre era «un viejo que ha perdido el juicio y cuya razón se ha trastornado» y que «el rey está demente y leproso, que es falso y perjuro en muchas cosas, que mata a los hombres sin causa, como mató a don Fadrique [su hermano] y a Simón [...] Lo más probable es que la enfermedad del rey provocase alteraciones de su conducta, caracterizadas por arrebatos de ira y actos extremistas que llevaron a la gente a pensar que estaba loco y leproso. [...]

El fracaso de la diplomacia imperial del rey, la invasión de los benimerines y la pérdida de hijos y amigos muy íntimos, acompañado del terrible dolor que le producía su enfermedad explican suficientemente la conducta desigual de Alonso X en sus últimos años.

Fuente: O'Callaghan, Joseph F. (1996). El Rey Sabio : el reinado de Alfonso X de Castilla. Sevilla, Universidad de Sevilla, p. 330. Edición facsímil en PDF para préstamo digital.

4. El primer testamento: desheredamiento de Sancho

En el nombre del Padre e del Fijo e del Spiritu Santo, amen. Conoscida cosa sea e manifiesta a todos los homes que este escrito vieren, e leyeren, e oyeren, como nos Don Alfonso por la gracia de Dios reinante en Castilla, e en León, e en Toledo, e en Galicia, e en Sevilla, et en Córdoba, et en Murcia, et en Jahen, et en Badajoz, et en el Algarve, seyendo sano en nuestro cuerpo et sano de nuestra voluntad [...]

et acordándonos otrosí de la su piadat, et de la virgen sancta María, su madre, que nunca fallece a los que a ella se encomiendan, ca ella es nuestra abogada et medianera entre El e nos, e ruega siempre por nos pecadores.

[...] et asi como nos le honramos cuanto más pudimos, asi punnó él [don Sancho su hijo y heredero designado] de nos deshonrar lo más cruelmente que él pudo, et asi como nos lo queríamos piadosamente, asi cruelmente punnó él por nos desfacer lo que Dios habia en nos dado, et cobdiciando nuestra muerte.

Et nos obrando en como él fuese heredero, asi como nunca heredara en España rey ni rico home a su fijo que amase, punnó él en nos desheredar lo más estrañamente que nunca fue rey desheredado en ninguna parte del mundo: et asi como nos le dimos poder mayor como que nunca fijo de rey hobiera en vida de su padre, asi nos desapoderó él del mayor desapoderamiento que nunca fue fecho a padre por fijo.

[...] E por ende don Sancho por lo que fizo contra nos, debía ser desheredado de todas las cosas,[...] et esto es, que sea maldicho de Dios, et de Santa Maria, et de toda la corte celestial, et de nos.

[...] mandamos en este nuestro testamento que el nuestro señorío mayor de todo lo que habernos e haber debemos, finque [quede] después de nuestros dias en nuestros nietos fijos de don Fernando, nuestro fijo que fue primero heredero, de guisa que el mayor herede este nuestro señorío, et al otro que le fagan bien...

[...] Et por que estas cosas sean más estables e firmes e valederas establescemos et ordenamos aun más: Que si los fijos de don Fernando muriesen sin fijos que debien heredar, que tome este nuestro señorío el rey de Francia, porque viene derechamente de línea derecha onde nos venimos, del Emperador de España, e es bisnieto del rey don Alfonso de Castilla, bien como nos, ca es nieto de su fija.

E este señorío damos et otorgamos en tal manera que sea yantado en el reino de Francia en tal guisa que ambos los reinos sean unos para siempre: e el que fuere rey et señor de Francia, sea otrosí rey et señor de este nuestro señorio de España.

Fuente: Primer testamento, Sevilla, 8 de noviembre de 1283, en Alfonso X de Solalinde (1922, II, pp. 155-174).

Ver también La maldición en el testamento del Rey Sabio

5. El segundo testamento, la Virgen y los libros de las Cantigas de Santa María

Otros! mandamos, que si el nuestro cuerpo fuere y enterrado en Sevilla, que sea y dada la nuestra tabla que facimos facer con las reliquias a honra de Sancta Maria, [...] e una tabla grande hestoriada en que ha muchas imágenes de marfil, fechos e hestorias de fechos de Sancta Maria que la ponga cada sabado sobre el altar de Sancta Maria a la misa.

Otrosí mandamos, que todos los libros de los Cantares de loor de Sancta Maria sean todos en aquella iglesia do nuestro cuerpo se enterrare, e que los fagan cantar en las fiestas de Sancta Maria.

Fuente: Segundo testamento, Sevilla, 21 de enero de 1284, en Alfonso X de Solalinde (1922, II, p. 180).

6. El final del conflicto según la Crónica del Rey Alfonso Décimo

«E cuando fué afincado [agravado] de la dolencia dijo ante todos que perdonaba al infante don Sancho, su fijo heredero, que lo ficiera con mancebía [por inexperiencia y juventud], é que perdonaba á todos los sus naturales de los reinos el yerro que ficieron contra él; é mandó facer luégo cartas desto, selladas con sus sellos de oro, porque fuesen ciertos todos los de los reinos que avia perdido querella dellos, é que los perdonaba porque fincasen sin blasmo [quedasen sin vituperio] ninguno.

»É desque esto ovo acabado é librado, rescibió el cuerpo de Dios muy devotamente, é á poca de ora dió el alma á Dios. E el infante don Juan é todos los ricos omes, é la reina de Portogal, su fija, é los otros infantes sus fijos ficieron muy grand llanto por él; é después enterráronlo en Santa María de Sevilla [la antigua mezquita], cerca del rey don Fernando, su padre, é de la reina doña Beatriz, su madre» .

Fuente: Crónicas de los reyes de Castilla, desde Don Alfonso el Sabio hasta los católicos Don Fernando y Doña Isabel (1875-78). Biblioteca de Autores Españoles, 61, 68, 70. Digitalizado en la Biblioteca Digital de Castilla y León en 2010. Tomo I PDF

Actividades

  • ¿Cuáles son los argumentos de unos y otros en el conflicto entre el heredero, el infante don Sancho, y su padre, el rey?

  • ¿Qué conexión podría existir entre las penurias del rey y los trabajos creando los códices de las Cantigas de Santa María que llegan hasta su muerte?

  • La Crónica del rey Alonso el Sabio fue escrita por orden de Alfonso XI, su bisnieto, muchos años después de los hechos. ¿Te parece fiable?

Aportaciones de clases y alumnos


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