TÍTULO ORIGINAL Las dos Fridas (detalle)
TÉCNICA Óleo sobre lienzo
FECHA 1939
DIMENSIONES 173,5cmx173cm
LOCALIZACIÓN Museo de Arte Moderno de México
Observamos un doble autorretrato de Frida Kahlo. Sus dos cuerpos comparten asiento mientras ambas nos miran con rostro inexpresivo, aparecen tranquilas y unidas por sus manos. Detrás de ellas hay un cielo oscuro, un cielo de tormenta que podemos vincular al dolor que sufre durante toda la vida y que contrasta con el colorido de las dos Fridas.
Una de ellas luce un vestido tehuano, simboliza el orgullo de sus raíces mexicanas, pero también el amor hacia el que entonces es su marido, el muralista Diego Rivera. Es la Frida casada. La Frida soltera viste al estilo europeo, con encaje blanco. Completan la imagen dos corazones unidos por arterias, uno de los corazones está vinculado a un pequeño retrato de Diego-niño, mientras la Frida europea sujeta una tijera desde la que brota sangre en clara alusión al sufrimiento que le causa esta relación.
Es una imagen dual en la que conviven el pasado y el presente en una obra de un gran simbolismo vinculado al dolor, la separación de Rivera o los múltiples abortos que sufrió.
Frida Kahlo nace en la casa familiar situada en Coyoacán, Ciudad de México en 1907, en la que a su muerte, se convertirá en su museo, la Casa Azul. Su padre es un judío emigrante húngaro-alemán aficionado a la fotografía y su madre es originaria de Oaxaca, Frida Kahlo es la tercera de sus cuatro hijas. Desde pequeña es una persona tenaz, viva e inquieta pese a los problemas de salud que ya tiene con seis años de edad cuando enferma de poliomielitis, primeros problemas de salud que la acompañarán toda la vida. Sufre burlas a causa de la cojera que le provoca en una de sus piernas.
En 1922 ingresa en la Escuela Nacional Preparatoria, un centro educativo mixto, algo muy poco común en la época. Allí será una de las dos únicas mujeres que forman parte del grupo estudiantil Los Cachuchas alimentado por el amor a las letras y el interés por lo político con gran influencia de la Revolución Mexicana.
Con tan solo 18 años sufre un grave accidente de autobús que marca toda su existencia, le dejará graves secuelas físicas, psicológicas y emocionales. Una de las consecuencias serán los tres abortos que sufrirá en años posteriores.
Requiere sucesivas operaciones a las que siguen prolongados tiempos en cama. Escribirá, “para qué quiero pies si tengo alas para volar". Es en estos momentos cuando hace uso de los materiales de pintura que tiene su padre comenzando a pintar como modo de escape y expresión del dolor que ya no la abandona.
Pocos años después, conoce al muralista Diego Rivera, con el que desarrolla una relación tortuosa y poco convencional en la que comparten la pasión por el arte e ideales políticos revolucionarios, ambos están afiliados al Partido Comunista. Su implicación política se evidencia cuando acoge a Trotsky y a su mujer, vinculándose también a la fotógrafa Tina Modotti.
Con 31 años logra su primera exposición individual en Nueva York, André Breton escribe el texto que la acompaña nombrándola en él como surrealista, término que la artista rechaza. Se suceden otras exposiciones en ciudades como Filadelfia, Boston o París. Será una de las fundadoras del Seminario de Cultura Mexicana y profesora en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado donde un grupo de estudiantes forma el colectivo Los Fridos. Sin embargo, la única exposición individual en vida en México se inaugura tan solo un año antes de su muerte. Contradictoriamente, sus obras pronto alcanzan precios elevados a la altura de Picasso o de Paul Klee.
En los años finales de su vida, soporta la amputación de parte de su pierna derecha y los dolores constantes provocan dos intentos de suicidio. Pese a ello, no deja su fuerte compromiso político. Muere el 13 de julio de 1954, a los 47 años de edad, días antes asistió en silla de ruedas a una marcha de protesta por la intervención militar de EEUU en Guatemala en plena Guerra Fría. Su ataúd es cubierto por la bandera del Partido Comunista Mexicano.
En su obra une el dolor, el sacrificio, lo onírico y lo simbólico dentro de una especie de realismo mágico. Observamos referencias a la cultura popular mexicana, su ascendencia familiar o el retrato de importantes personajes políticos. Cada una de sus pinturas es un libro abierto que nos habla de su vida, de su relación con Diego Rivera, de la relación con su entorno, con la naturaleza. Nos habla de su identidad, son imágenes-raíz.
Algunas de sus pinturas más representativas son "Henry Ford hospital", "Autorretrato con collar de espinas y colibrí" y "La columna rota".
En 2006, "Raíces" pasó a ser la obra de arte latinoamericana más cara, subastada por 5,6 millones de dólares.
Sus ropas, su maquillaje, su peinado, su físico, la hacen ser un icono del feminismo que impulsará su figura, de la diversidad funcional, afectivo-sexual y de la cultura mexicana.
Con el paso de los años, Frida Kahlo pasa a ser toda una referente cultural, ¿quién no conoce a Frida? Se convierte en un producto de mercado que desdibuja la intensidad y profundidad de una vida apasionante y comprometida marcada por el dolor. En realidad, ¿conocemos a Frida?
Como despedida deja escrito en su diario, “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”. Frida Kahlo nunca se fue.
"Pensaron que yo era surrealista, pero no lo fui. Nunca pinté mis sueños, sólo pinté mi propia realidad".
FRIDA KAHLO
Archivo Isolda P. Kahlo, México
Series VII, No. 7d (1920)
Henry Ford hospital (1932)
Unos cuantos piquetitos (1935)
Lo que el agua me dio (1939)
Autorretrato con collar de espinas y colibrí (1940)
La columna rota (1944)
Autorretrato con pelo corto (1940)