TÍTULO ORIGINAL Tres chicas
TÉCNICA Óleo sobre lienzo
DIMENSIONES 99,5 cm X 73,5 cm
FECHA 1935
LOCALIZACIÓN Galería Nacional de Arte Moderno, New Delhi
Este cuadro fue la primera pintura realizada por Amrita Sher-Gil cuando regresa a la India tras sus estudios de arte en París. Con ella logró ser galardonada con la medalla de oro de la Sociedad de Arte de Bombay.
La escena se compone de tres mujeres que visten trajes tradicionales, todas ellas aparecen sentadas, parecen estar a la espera de algo. Sus miradas no son directas, dos de ellas las dirigen hacia el suelo. Aparecen sobre un fondo sin profundidad, rodeadas de sombras y nos transmiten melancolía, pasividad, quizás abatimiento.
Las tres jóvenes forman una composición triangular en la que destacan las formas planas realizadas con pincelada suelta y colores brillantes donde podemos identificar la influencia de Gauguin. Hay un gran contraste entre las tonalidades cálidas, el rojo y ámbar, y el verde de la tercera túnica que aporta luz a la superficie.
Durante la década de los años 30 se dedica a mostrar la vida cotidiana de las mujeres indias realizando tareas como ir al mercado, dentro de casa, normalmente acompañadas por otras mujeres. Frente a las representaciones habituales de mujeres indias felices y obedientes, sus pinturas plasman el silencio, la desesperanza o una sensación de soledad.
Amrita Sher-Gil nace en Budapest en 1913, en el preludio de la Primera Guerra Mundial. Crece en un ambiente de amor hacia la cultura y el arte, su madre era húngara, judía y cantante de ópera y su padre, aristócrata indio jat sij, fotógrafo y experto en sánscrito y persa. También era una ávida lectora y pianista.
Su vida se caracteriza por los continuos viajes y cambios de residencia. Aunque pasa sus primeros años en Hungría, pronto toda la familia, en apuros económicos, se trasladará al norte de la India, allí comienza su interés por lo artístico. Desde muy temprano se forma en piano y pintura. De nuevo se trasladará junto a su madre a Italia donde será expulsada del colegio religioso en el que era educada por ser atea, es donde conoce a los grandes maestros de la pintura. A los 14 años regresa a la India, uno de sus tíos, pintor, reconoce el talento de su sobrina por lo que siempre la animará a dedicarse a ello y será su guía.
Con esa determinación a los 16 años viaja a París, núcleo de la vanguardia artística, junto a su madre e inicia sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de París. Frecuenta los círculos bohemios de la ciudad. Como es habitual en los artistas a los que les atrae la modernidad, en sus primeros trabajos reconoce la gran influencia de pintores como Paul Cézanne, Gauguin, Modigliani o el impresionista Renoir.
Comienza a realizar pinturas al óleo con numerosos autorretratos y desnudos femeninos. En las numerosas mujeres desnudas que pinta se hace evidente la huella de otra pintora de vanguardia de gran personalidad, Suzanne Valadon. Con “Chicas jóvenes”, pintura al óleo que realizó en 1932 , consigue una medalla de oro y su elección como Asociada en el Gran Salón de París. Es la única miembro asiática que lo logra, así como la más joven.
Con 21 años regresa a la India recorriendo el sur del país, donde se dedica a desarrollar lo que ella denominaba “su misión artística”, la representación de la vida cotidiana de sus habitantes. Inicia una búsqueda del redescubrimiento de las tradiciones del arte indio que durará hasta el final de su vida. Tras contraer matrimonio con un primo hermano, se establece definitivamente en la India. Es cuando entra en contacto con las ideas de Gandhi y las aspiraciones nacionales de independencia defendidas por el partido político Congreso Nacional Indio.
En 1941, tras la inauguración de una primera exposición individual, muere por complicaciones a raíz del aborto que le practicó su propio marido. Tenía 28 años.
Amrita Sher-Gil desarrolla un arte personal, combinando rasgos propios del arte moderno europeo con la cultura india. En concreto, estaba muy influenciada por las pinturas rupestres de Ajanta y las escuelas de pintura de Pahari y Mughal. Transmite pasión por el color y por sus compatriotas indios a los que representa en numerosas ocasiones en medio de la pobreza y en un contexto de colonialismo.
Amrita Sher-Gil es reconocida como una de las más grandes artistas de vanguardia de principios del siglo XX y una pionera en el arte indio moderno. La relevancia de su obra en este país se equipara a la del llamado Renacimiento de Bengala, un movimiento de renovación cultural, social e intelectual de gran trascendencia. Hoy, sus pinturas se encuentran entre las más cotizadas de la India, aclamada por la crítica artística como la mejor pintora de este país del siglo XX pese a que no se valoró lo suficiente su trabajo cuando estaba viva, logró vender pocas obras.
En repetidas ocasiones ha sido comparada por numerosos paralelismos con la artista Frida Kahlo. En ambas, su obra se enriquece por la fusión de culturas y el uso del color, muestran un orgullo por sus raíces vinculado a una ideología progresista y son mujeres con una fuerte personalidad que practicaron la experimentación y la ruptura de roles tanto en su vida pública como en su vida personal.
"Tan pronto como puse mi pie en suelo indio, mi pintura experimentó un cambio no solo de tema y espíritu, sino también de técnica".
AMRITA SHER-GIL
Autoretrato (1930)
Gitana húngara (1932)
Mujeres de la colina (1935)
Escena rural (1938)
La novia niña (1936)
Dos elefantes (1940)
Mujer en Charpai (1940)
Camellos (1941)