Hemos establecido que nuestra cadena de valor es "formar al estudiante". Lo podemos ver como el proceso principal del que extraer la siguiente estructura de subprocesos, estableciendo varios niveles de concreción, en este caso hasta tres. A partir de esta propuesta de mapa de procesos, el siguiente paso sería modelar los procesos del último nivel. Dependiendo del grado de prioridad que establezcamos, bien por valor añadido, bien por facilidad de desarrollo, unos se pondrían en marcha antes que otros.
Mapa de procesos de la asignatura.
Se distingue entre:
Procesos estratégicos: son aquellos que tienen que ver con la planificación estratégica, el control, la calidad, etcétera.
Procesos de soporte: aquellos que son necesarios para poder poner en funcionamiento los procesos centrales
Procesos clave o centrales: estos son, por decirlo así, el objetivo de nuestro análisis y desarrollo, los procesos directamente relacionados con nuestra cadena de valor.
Estos procesos están fuera del ámbito estricto de la asignatura o, más bien, determinan cómo y cuándo deben desarrollarse sus actividades. Hablamos de planificación, organización y control de la EPS en particular y de la UA en general. En concreto, detectamos un proceso general de "planificación docente" del que, dentro de su complejidad, hemos destacado la asignación de estudiantes a grupos de teoría y práctica, y la programación de clases y exámenes, que afectan directamente a la asignatura. También hay unos controles de calidad que observar. Finalmente, la propia titulación tiene sus objetivos, controles y mecanismos de supervisión que afectan a todas sus asignaturas y, por tanto, a GPS.
Aquí englobamos todos esos procesos que ayudan a que la asignatura sea impartida siguiendo las directrices y controles estratégicos. Hablamos de herramientas de gestión de la guía docente, la administración del software necesario en el aula, la asignación de aulas de teoría y salas de ordenadores a los horarios de la asignatura, la matriculación que proporciona los datos y listados de estudiantes, y el Centro de Apoyo al Estudiante que, eventualmente, solicita la firma de contratos de aprendizaje.
De su denominación en inglés (core processes), también conocidos como procesos clave u operativos, son los propios de la cadena de valor de la asignatura, los que están directamente relacionados con las actividades de la asignatura GPS. Podemos definir tres grandes procesos que más tarde desarrollaremos: impartir docencia, evaluar y gestionar la asignatura. Téngase en cuenta que el enfoque es el del docente, él imparte, evalúa y gestiona, siendo el estudiante el cliente al que servir y satisfacer.
A partir de este momento, y centrándonos en los procesos centrales, se irán detallando estos procesos hasta llegar a un nivel operativo e implementable.
Si bien el mapa de procesos anterior nos da una idea general de qué se hace en la asignatura desde la perspectiva de la cadena de valor definida, la realidad es que esos tres procesos centrales pueden subdividirse en procesos más específicos. No son exactamente subprocesos, sino que el agrupamiento "impartir docencia", por ejemplo, incluye a tres procesos de alcance y objetivos más concretos: "Programar sesiones", "Preparar ejercicios" e "Impartir clase". Muy posiblemente, estos tres procesos aún puedan subdividirse más, todo depende de nuestro método de identificación de procesos y de cómo queramos presentarlos.
Nuestra intención es identificar esos procesos, pero solo nombrarlos, el modelado posterior nos informará de para qué se usan realmente.
En la figura MP1 podemos ver que el proceso general de formar al estudiante ha sido dividido en tres grandes subprocesos: "impartir docencia", "evaluar", y "gestionar asignatura". Si bien parece el orden natural primero impartir docencia y luego evaluar, realmente ocurren en paralelo o, más bien, sin un orden estricto ni necesitando que se complete una para llevar a cabo la otra. Por la misma razón "gestionar asignatura" puede estar activo antes, durante y después de los otros dos procesos.
Desde esta descripción de alto nivel podemos continuar detallando esos procesos en otros subprocesos. Téngase en cuenta que la numeración no indica una secuencia entre los subprocesos, simplemente es una referencia para futuros usos.
A continuación, se muestran las fichas de esos procesos de tercer nivel, estableciendo el objetivo particular de cada tarea —o subproceso, dependiendo de si encontramos una dificultad de modelado que o un posible reuso en otros procesos—, las entradas y salidas esperadas, y su responsable.