Yuso

La Leyenda

El rey D. García, el de Nájera, ordenó el traslado de los restos de san Millán de Suso al monasterio de Santa María La Real de Nájera. Cuenta la leyenda que los bueyes que portaban la arqueta, al llegar al valle, quedaron como clavados en el suelo, lo que fue interpretado como voluntad del santo de no abandonar su valle. Ante este signo del cielo el rey D. García manda construir en ese lugar otro monasterio, al que llaman Yuso, el de abajo. El 26 de septiembre de 1067 se inaugura la iglesia con el traslado de las reliquias de la enfermería del monasterio a la nueva iglesia. Reina Sancho IV, el Noble, y predica Domingo de Silos, antiguo prior de Suso, que lleva veintisiete años de destierro en tierras de Castilla.

Monasterio de Yuso, renacentista y barroco

El edificio actual se levanta durante los siglos XVI y XVII. Desde 1878 está habitado por frailes agustinos recoletos.

Portada barroca

La portada de acceso al monasterio es obra de Pablo de Basave, arquitecto, y de Diego de Lizarraga, escultor, terminada en el cuatrienio 1661-1665. 

El relieve de san Millán es una imitación simplificada del lienzo del retablo mayor de la iglesia.

El zaguán y Salón de los Reyes

El zaguán se construye poco más tarde, en 1689. Da acceso al Salón de los Reyes, llamado así por los cuatro grandes lienzos de reyes bienhechores del monasterio. Los escudos de la Escalera Real llevan la fecha de 1697: es la última gran construcción de los abades benedictinos.

El claustro

Se comenzó en 1549 y aunque sus bóvedas son góticas la concepción es renacentista. El superior es neoclásico y contiene veinticuatro cuadros de José Vexés, cuyas escenas principales versan sobre la vida de san Millán, escrita por san Braulio, obispo de Zaragoza.

La iglesia

Es la primera construcción del conjunto del monasterio, comenzada en 1504 en el mandato del abad Fray Miguel de Alzaga se termina treinta seis años después. Está catalogada dentro del gótico decadente. El grandioso retablo del altar mayor contiene lienzos de Fray Juan de Rizzi, de la escuela del Greco, que representa a san Millán a caballo en la batalla de Hacinas, la Asunción de la Virgen María y otros cuadros. En total ocho. La extraordinaria rejería de Sebastián de Medina de 1676 completa el conjunto artístico de la capilla mayor. La sillería del coro bajo fue realizada por un tallista flamenco en torno a 1640. El trascoro, obra de Francisco Bisou, de estilo rococó francés, está decorado con esculturas de bulto redondo, probablemente del taller de Pascual de Mena, que representan a los discípulos de san Millán, destacando por su belleza el púlpito de la escuela de Berruguete decorado con relieves de los evangelistas y símbolos de la pasión. El coro alto, sostenido por un arco con dieciséis medallones, es de la primera mitad del siglo XVIII.

https://monasteriodesanmillan.com/yuso/

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