aprendizaje Cooperativo

Los programas de Educación para la Convivencia proponen trabajar el CLIMA DE LOS GRUPOS Y SU COHESIÓN siguiendo cinco pasos.

Están dirigidos a ir estableciendo paulatinamente un ambiente de grupo en el que participantes puedan afrontar los conflictos que surgirán de manera constructiva.

El proceso consiste en desarrollar actitudes de autoestima, afirmación personal, confianza, compartir sentimientos, cooperar y mejorar la comunicación en todos los aspectos.

TENDREMOS EN CUENTA:

1.- Trabajar en progresión: empezando del 1 al 5.

2.- Serán necesarias varias experiencias (Dinámicas que trabajan un mismo aspecto) para conseguir el objetivo (con una actividad no basta)

3.- Todas serán juegos y dinámicas cooperativos (no excluyentes, todos/as ganan, nadie se elimina, todos/as se divierten,...)

1- DINÁMICAS DE RELAJACIÓN , DISTENSIÓN Y CONOCIMIENTO

• Conseguir que cada persona se encuentre a gusto en y con el grupo, relajada, alegre, cómoda, etc.
• Si los miembros no se conocen de antemano, conviene utilizar dinámicas de presentación y conocimiento mutuo que, además, promuevan la distensión.
• Estas dinámicas podemos utilizarlas también para romper una situación de monotonía o tensión en el grupo, en el paso de una actividad a otra, o como punto final de un trabajo en común.

2- DINÁMICAS DE AFIRMACIÓN Y APRECIO MUTUO

• Los miembros del grupo ya están cómodos y relajados, y en este segundo paso con dinámicas de afirmación y aprecio, se pretende que se importen mutuamente y se aprecien.
• Las personas construimos nuestra idea de nosotras mismas (el autoconcepto) en relación con las demás. Jugar da a las personas la posibilidad de ensayar nuevas formas de relación y de recibir una imagen de sí mismos/as que posibilite la apertura y el avance personal.
• Además, sentirse apreciado/a es el primer paso para resolver conflictos. Si sentimos confianza en nosotros y nosotras nos será más fácil ver las cualidades buenas de los demás, incluso las de los que están en conflicto con nosotros/as.

3- DINÁMICAS DE COOPERACIÓN

En este tercer paso trataremos de impulsar valores como la confianza y la cooperación frente a los dominantes sociales de competitividad, desconfianza e individualismo. A través de estas dinámicas se fomenta que cada persona del grupo sienta:

- Necesidad del grupo.

- La relación con los y las demás como constructiva.

- Estar con y en el grupo.

- Confianza en las demás personas.

- Posibilidad de alcanzar nuevas metas que solos y solas nunca lograrían.

- Las demás personas le complementan y le dan seguridad.

4- DINÁMICAS DE COMUNICACIÓN POSITIVA

• En este momento se hace más fácil que los miembros expongan sus problemas, inquietudes, opiniones y además, podrán mostrar sus afecto para que logren una verdadera comunicación.
• Para ello será preciso comenzaremos entrenándonos en todas las formas posibles de comunicación y expresión (cuerpo, movimiento, plástica, musical, no verbal,...), para que puedan expresarse de la manera que se sientan más cómodas sin necesidad de tener un buen manejo de la palabra hablada o escrita para poder participar u opinar.
• Favoreceremos la escucha, la expresión de problemas, ideas, opiniones, la empatía,... y estimularemos la comunicación no verbal.
• También perder el miedo a expresar contenidos de emociones y afectos.

5- DINÁMICAS DE REGULACIÓN DE CONFLICTOS

• Avanzando en el proceso llegamos al quinto paso, la regulación de conflictos. Antes de nada conviene resaltar la importancia del desarrollo de los cuatro pasos anteriores, pues sólo a partir del clima logrado a través de ellos podrá el grupo regular sus conflictos con posibilidad de crecimiento.
• En las dinámicas de regulación de conflictos se plantean situaciones de conflicto, o que utilizan algún aspecto relacionado con éstas. Constituyen un útil importante para aprender a describir conflictos, reconocer sus causas y sus diferentes niveles e interacciones, así como para buscar posibles soluciones positivas y creativas.
• Los juegos de resolución de conflictos no sólo sirven como ejercicio, sino que constituyen en si mismos experiencias, que aportan a las personas y al grupo elementos para aprender a afrontar los conflictos de una forma creativa.
• Llegados a ese punto los miembros del grupo podrán dar nuevas y positivas respuestas a los conflictos personales, grupales, sociales y hasta mundiales.