INnovación EDUCSI y la zona norte

¿Cuál es el marco de innovación de EDUCSI y la zona norte?

En el apartado 4.1. Consideraciones generales sobre innovación del documento "A dónde vamos y a qué" de EDUCSI encontramos estas reflexiones:

PARA QUÉ QUEREMOS LA INNOVACIÓN (Qué valor pretendemos): Para ser fieles a nuestra espiritualidad, misión e identidad, y a la llamada de la CG35 (buscando siempre el magis[1]).

Esa FIDELIDAD se concreta en:

      1. Mantener el centro enfocado en la misión. Dicha misión es encomendada a todos los educadores. La Comunidad Apostólica, espacio que discierne, celebra y reflexiona la misión de los colegios, es la encargada de velar por la calidad de la misión, mantiene el centro enfocado a la misión y llevarlo a una identidad fuerte.
      2. Educar hombres y mujeres para y con los demás, de acuerdo con los objetivos de la formación del individuo ignaciano (las cuatro Cs: la persona consciente, competente y comprometida desde la compasión).
      3. En el contexto en el que desarrollamos nuestra tarea educativa; un mundo en crisis que cambia rápidamente, con sus características de la globalización, la diversidad, la inclusividad, dar respuestas del siglo XXI a alumnos y alumnas del siglo XXI, de acuerdo con el proyecto de la Compañía de Jesús.
      4. Poner al estudiante en el centro del aprendizaje, y de esta manera ayudarlo a descubrir sus dones para construir un proyecto vital para los otros. El alumnado ha de tomar mayor protagonismo en su propio proceso de aprendizaje y el educador será la persona que acompañe este proceso de transformación personal. Por lo tanto, el centro educativo ha de pasar de ser centro de enseñanza a centro de aprendizaje.
      5. Educar para la ciudadanía global. Formamos parte de una generación de ciudadanos del mundo, no por opción, sino por contexto. Por ello, necesitamos educar a personas que sean líderes creativos y entusiastas, capaces de adaptarse y transformar el mundo con flexibilidad y libertad, miembros de una red global con fuertes raíces locales.
      6. Desde la afirmación de nuestra identidad, acoger la diversidad. Hemos de acoger por nuestra propia identidad; ser más inclusivos y reflejar mejor la diversidad de la sociedad a la que servimos.
      7. Reforzar nuestro compromiso con la justicia. Por nuestra voluntad de servicio a la sociedad, estar en las fronteras de sus problemas y retos, a través de gestos y acciones específicas para entrar en solidaridad con los desafortunados de nuestras comunidades locales, regionales y globales.
      8. Favorecer crecimiento en la espiritualidad que abre a la trascendencia, el diálogo entre la fe, la cultura y la vida, ofreciendo el anuncio explícito del Evangelio. Promover y animar experiencias y actividades de para alumnos y alumnas, educadores y familias.
      9. Examinar, expandir, comprender de maneras nuevas y vibrantes la relación entre la espiritualidad Ignaciana y la nueva pedagogía que consideramos necesaria para nuestros centros.

En el apartado 5.1. La introducción de nuevas metodologías del mismo documento "A dónde vamos y a qué" están redactadas algunas afirmaciones, en forma de decálogo, que nos parecen claves para la renovación metodológica:

    1. Preferiremos aquellas metodologías que ceden el protagonismo al alumnado. Sin duda ésta es la mejor manera de motivarlos.
    2. Queremos que los aprendizajes de nuestras alumnas y alumnos sean lo más significativos posibles. Esto nos hará aumentar la dosis de aprendizaje por descubrimiento. No descartamos el aprendizaje por recepción, ya que éste también puede ser significativo si está bien planificado.
    3. Algunos aprendizajes requerirán una memorización de los contenidos. Memorizar no es pecado mortal. Puede ser una falta leve o venial que en algunos casos puede ser necesaria. Lo importante es decidir qué se debe memorizar.
    4. Es importante que las metodologías que utilicemos nos ayuden a atender mejor la diversidad. La variedad metodológica evidentemente nos ayuda.
    5. Nos interesan especialmente aquellas metodologías que ayudan a entrenar el pensamiento y el aprendizaje de los alumnos y alumnas.
    6. Utilizaremos aquellas metodologías que nos permiten trabajar mejor las expresiones oral y escrita.
    7. Preferiremos las metodologías que nos facilitan el trabajo de las competencias.
    8. Trabajaremos con las metodologías que permitan tener en cuenta las inteligencias múltiples.
    9. Las metodologías que pretendemos incorporar deben exigir la utilización de las TIC para obtener información, para transformarla en conocimiento, para elaborarlo, utilizarlo y expresarlo adecuadamente
    10. Es evidente que priorizaremos aquellas metodologías que comunican y permiten trabajar determinados hábitos, actitudes y valores.

Sin duda, el trabajo por proyectos considerado en sentido amplio es una de las metodologías que verifica la mayoría de los puntos presentes en el anterior decálogo. Es una metodología de aprendizaje por descubrimiento que normalmente se desarrolla trabajando en grupos cooperativos de composición heterogénea. Este tipo de metodologías tiene que permitir también dar mucha más importancia a la realización de prototipos, productos físicos, musicales o espaciales, vinculados a proyectos integrales basados en problemas, que desarrollen inteligencias y destrezas poco potenciadas hasta ahora. Eso constituye una vía importante para trabajar las diferentes inteligencias.


[1] En todo esto, nuestro objetivo es estar siempre dispuestos para el bien más universal, buscando siempre el magis, lo que es verdaderamente mejor, para la mayor gloria de Dios. CG 35 D 2,16