¡Nuevo! Propuesta de modificaciones a la regla fiscal
Abril 2022
La planificación institucional es un elemento determinante para que los gestores se dirijan hacia la resolución de problemas públicos relevantes según las necesidades ciudadanas. Esta orienta el quehacer institucional y provee una ruta para direccionar y ordenar las políticas públicas, generar efectos e impactos positivos en la sociedad, hacer un uso eficiente de recursos escasos y considerar la perspectiva de la persona usuaria del servicio.
La Contraloría General ha identificado a la planificación institucional como un frente de acción para una gestión resiliente al entorno dinámico, ya que esta resulta esencial para las instituciones del Estado, al proporcionar un marco orientador para dirigir la visión de mediano y largo plazo, en procura del uso eficiente de los recursos y con un enfoque en la persona usuaria.
Actores institucionales coinciden en la necesidad de emprender un viraje sustancial del enfoque actual de la planificación institucional, de modo que contribuya a la consolidación de una gestión pública resiliente. Las buenas prácticas y los actores clave coinciden en que existen al menos seis características deseables en una planificación institucional que potencie una gestión resiliente: la visión prospectiva, la flexibilidad en los procesos, la realimentación continua, los procesos colaborativos, el foco en los problemas relevantes y el pensamiento estratégico.
Una planificación institucional que considere las anteriores características representa un desafío ineludible de cambio, para lo cual se cuenta con la ventaja de que los gestores disponen de un marco legal que permite configurar esta planificación ante entornos dinámicos. Ejemplo de ello fue la reforma al artículo 176 constitucional que contiene una visión plurianual y de sostenibilidad, que da soporte a una planificación prospectiva. Además, el sector público cuenta con el modelo de gestión para resultados y la gestión integral de riesgos, que en conjunto con el fortalecimiento de la cultura y liderazgo permiten transformar la planificación institucional, más allá del ritual tradicional.