TABAIBAL - CARDONAL

En cuanto a la fauna del lugar, existe una gran cantidad de invertebrados que habitan este ecosistema y cumplen funciones muy variadas en el mismo. Por poner tan sólo algunos ejemplos, existen especies de hormigas que, al alimentarse del néctar de varias especies vegetales, ayudan a la polinización de las mismas, al igual que otros himenópteros y dípteros de la zona. Los escarabajos también son muy abundantes en este ecosistema, y forman una pieza clave en las cadenas y redes tróficas. 

Los lagartos del género endémico Gallotia, fácilmente observables en días soleados, también cumplen un papel fundamental en la zona. Nosotros pudimos observar en la Punta del Hidalgo lagartos de la especie Gallotia galloti, que suele ser llamado tizón en la zona Sur o verdino en el Norte, dependiendo de las variantes de coloración de los mismos. Estos y otros lagartos del género incluyen frutos de las especies vegetales en su dieta, ayudando a dispersar sus semillas cuando defecan. En el IPNA-CSIC de La Laguna existe un grupo de investigación que estudia en detalle este tipo de servicios ecosistémicos. 

Las aves también tienen una presencia importante en el ecosistema. Desde varias especies de aves de pequeño porte como mosquiteros (Phylloscopus canariensis), currucas (género Sylvia),  bisbitas camineros (Anthus berthelotii), hasta otras ligeramente mayores como el alcaudón meridional (Lanius excubitor koenigi) o el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) o especies mucho mayores ligadas al ambiente marino como gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) o la pardela cenicienta (Calonectris diomedea). 

Los líquenes también son abundantes en estos entornos áridos, llegando a cubrir grandes extensiones de roca. No en vano son especies primocolonizadoras, capaces de establecerse en primer lugar sobre las rocas de origen volcánico, empezando su degradación para formar posteriormente un suelo sobre el que se puedan asentar las comunidades vegetales. 

En cuanto a las plantas propiamente dichas, este piso acoge especies muy singulares, con adaptaciones tan curiosas como la suculencia, por acumulación de agua en los tallos, por ejemplo; la reducción foliar, o incluso la pérdida de hojas para disminuir la pérdida de humedad por evapotranspiración; el recubrimiento con ceras, para protegerse de la insolación; o el desarrollo de un sistema de raíces más amplio, facilitando la captación de agua, a la vez que ayudan a fijar el suelo bajo las mismas. 

Algunas especies que hemos podido observar en nuestra visita a este piso de vegetación han sido las tabaibas dulces y amargas (Euphorbia balsamifera y E. lamarkii), el cardón (E. canariensis), el cornical (Periploca laevigata), el verode (Kleinia neriifolia), la margarita o magarza (Argyranthemum frutescens), la lavanda o matorrisco (Lavandula canariensis) y la vinagrera (Rumex lunaria). Estas especies se suelen mezclar con especies exóticas introducidas por el hombre con diversos fines, por ejemplo, las cañas (Arundo donax), los agaves (género Agave) o las tuneras (género Opuntia). Muchas de estas especies se introdujeron en el pasado para separar territorios o para el cultivo de la cochinilla, que se usaba posteriormente para producir tintes naturales de tonalidad purpúrea.