PINAR

Debido a estas condiciones ambientales, las especies vegetales de este piso de vegetación presentan adaptaciones muy curiosas, por ejemplo, la presencia de pilosidad y hojas reducidas para lidiar con las bajas temperaturas, entre otros aspectos. Pese a ser una comunidad empobrecida en términos de vegetación, aún es posible encontrar cierta diversidad de especies vegetales con un alto valor para la biodiversidad de nuestro archipiélago. A eso hay que sumarle que, dependiendo de la zona donde se encuentre el pinar, es posible encontrar especies propias de otras formaciones vegetales dentro de este bosque, por ejemplo, especies de monteverde seco o húmedo. 

Entre las especies propias del pinar cabe destacar el pino canario (Pinus canariensis), la jara o amagante (Cystus symphytifolius), cedros (Juniperus cedrus), el escobón (Chamaecytisus proliferus), el torvisco (Daphne gnidium) o el codeso (Adenocarpus foliolosus). 

Los líquenes y briófitos también son abundantes en este piso de vegetación, siendo fácil observarlos tapizando las cortezas de los árboles y colgando de las ramas de los árboles. Hay que destacar también la presencia de gran número de hongos, como por ejemplo, las orejas de Judas (Auricularia auricula-judae), los níscalos (género Lactarius), las extremadamente tóxicas Amanita o el pedo de lobo (Lycoperdon perlatum).

El pino canario es una especie piro-resistente, es decir, resiste a los incendios gracias a su corteza, que le protege de las altas temperaturas externas. Por dicho motivo, en las zonas de pinar donde ha habido un incendio, es posible ver brotes verdes pasado cierto tiempo. Desde la antigüedad, los pinos han sido utilizado en Canarias con numerosos fines, lo que ha supuesto un gran impacto sobre esta formación boscosa. Para solventar el impacto sobre la misma, el ICONA llevó a cabo repoblaciones en zonas de pinar. En las repoblaciones que se han realizado en la isla de Tenerife, en ocasiones se han introducido especies de pinos distintas al pino canario, trayendo ciertos problemas aparejados. Por ejemplo, algunas de las especies introducidas no son resistentes a los incendios, por lo que pueden favor la propagación de los mismos. Entre los usos que se le ha dado a los pinos de Canarias se encuentra su uso para la construcción de embarcaciones y edificios, extracción de brea o pez, procedente de la mezcla de resina y cenizas de tea (madera de pino canario) usado para calafatear navíos . Para que nos demos cuenta de la importancia de este tipo de usos, algunas regiones de las islas tienen topónimos asociados al uso del pino, por ejemplo, los Llanos de la Pez, en Gran Canaria. Además, en relación con la industria vitivinícola de nuestro archipiélago, dentro de la  Denominación de Origen de Vinos de La Palma, existe una zona en el norte denomina a sus vinos como "Vino de Tea", ya que producen vinos que adquieren sus cualidades por envejecimiento en envases de madera tea, en lugar de las tradicionales barricas de roble.