Undécima Salida Senderista del Año 2025
TRAVESÍA CIRCULAR DESDE CANDANCHÚ AL IBÓN DE ESTANÉS
Realizada el domingo, 1º de Junio - 15'6 Km y 750 m de Desnivel de Dificultad Media
Ocho marchistas se reagruparon en el área de Candanchú. Siete salieron a las 7:00 de la puerta calle de la Estación Central de Autobuses de Zaragoza en dos vehículos: en el de Luis Ángel, viajaban Eduardo y María José, y en el de Fefi, Francisco Javier, Ignacio y Pascal. Y Pascual, un montañero residente en Canfranc, amigo de Luis Ángel, se añadió previamente al grupo. Llegaron a la estación de esquí de la mencionada localidad altoaragonesa a las 9:00 y estacionaron en el aparcamiento de Pista Grande.
Tomaron, unos minutos después de la llegada, el sendero que fue del GR 11, ahora descatalogado. A muy poco de la salida y cruzando el collado de Causiat, pasaron al país vecino y a su Parque Nacional de los Pirineos. La senda asciende gradualmente con vistas a un agreste valle rutilante de nieve en sus cimeras cúspides. Sale del boscaje y por la expuesta ladera el exiguo y resbaladizo sendero de la "Chorrota" exige concentrar los cinco sentidos, siendo de especial relevancia el del equilibrio. El río salta salvaje por una brecha que exige no menos concentración para pasarlo descalzos dado el caudal que arroja en esta época de alto nivel pluviométrico. Un espectáculo infrecuente y asombroso, un desfile, uno a uno, salva la situación, si bien obliga al de Canfranc a retroceder...
Un formidable bosque de hayas acoge a los campeadores obstaculizados puntualmente por el rastro dejado por una avalancha que ha tumbado la vegetación dejando troncos y maleza arrastras sin señal de paso que han de reinventar hasta recuperar la huella adecuada. Han entrado en el recóndito valle de Esper, bajo la fachada del pico de Aspe y verdadero nacimiento del río homónimo que vierte sus aguas al Atlántico. Conforme van dejando atrás el inmenso hayedo bajo cuyo sombrío dosel han transcurrido durante una hora, se encaraman ganando aún más altitud hacia la Loma Verde. Una extensa sucesión de redondeadas lomas desde las que se corrobora el viraje de 180º imprimido al itinerario que ahora se orienta de espaldas a la hondonada de Candanchú a las últimas palas de pradera alpina sobre 2.000 m que llegados al cambio de vertiente inducirán al descenso a la cuenca lacustre.
Divisarán pronto los contrafuertes nevados que respaldan el ibón, incluida una lejana cascada, de un abrupto e infranqueable frente pétreo. Horas a que hollaban territorio nacional, y por ende, las lustrosas vacas que pacen en los páramos herbáceos, aledaños al ibón de Estanés, obviamente son de la misma entidad territorial, léase España. Su mansedumbre no se ve alterada en absoluto por la toma de improntas ni por las zambullidas de tres intrépidos amigos en el seno de las prístinas aguas. El estímulo genera apetito en propios y extraños, y entienden como mejor momento para dar la mejor cuenta de las viandas hasta ahí trasladadas.
Saldrán en dirección a Francia donde el aparcamiento de Sansanet les espera. Eso significa que el P.N. de los Pirineos y sus inmensas fagáceas les iba a cobijar en tránsito el enclave del Valle del Aspe. El amigo de Canfranc antes de retroceder se ofreció para trasladar a los conductores a Candanchú, desde donde volverían todos a sus lares saliendo en torno a las 4:00 p.m. para llegar a casa a las 6:00 p. m., disfrutando de una rotunda jornada de montaña en el aspecto más estricto de la palabra, gracias a la favorable climatología, a la buena camaradería y el disfrute compartido de las bellezas geográficas.