Competencia gastronómica

Resultados de aprendizaje 1,2,3,4,5

Competencia gastronómica

En el mes de abril, después de una clase de CAS en las que se nos ocurrieron muchas ideas de experiencias y proyectos de esta misma asignatura troncal del programa diploma, surgió una muy interesante, realizar una competencia gastronómica. Llegamos al acuerdo de que iban a haber 2 líderes de proyecto, a los cuales esta actividad les valdría enteramente cómo proyecto ya que se iban a encargar de organizarlo. La idea era fácil, podían participar tanto alumnos cómo profesores en grupos de 2 a 3 personas y cada grupo debía encargarse de preparar un primer plato y un postre para que los cuatro jueces, compuestos por dos alumnos y dos profesores determinarán cuáles eran los mejores chefs del programa diploma en Escuela Ideo. Aunque el objetivo no solo era ese, si no también el de tener un espacio en el que alumnos y profesores pudieran tener una experiencia gratificante ajena a los estudios juntos para así afianzarse todavía más los lazos de clase, y un segundo objetivo adicional era el de enfrentarse a un nuevo reto. Los premios eran otorgados a el mejor primer plato, al mejor postre, a el peor plato, el plato mejor presentado y el más aclamado por el público.


Para mi esta experiencia era todo un reto ya que la cocina no es uno de mis puntos fuertes. Mi pareja era Álvaro Morueco y decidimos que íbamos a cocinar comida Uruguaya ya que es un país muy conocido mundialmente por muchas cosas, pero no por su comida, lo que indicaba un verdadero reto a la hora de cocinar unos platos que verdaderamente no son tan usuales ni tan sencillos. El 28 de abril nos reunimos en casa de mi pareja de cocina en esta competencia para cocinar dos platos: Pamplona y ojitos uruguayos. La pamplona uruguaya consiste en una pechuga de pollo rellena con pimientos queso y jamón normalmente y envuelta a su vez por finas lonchas de beicon, mientras que los ojitos uruguayos son una especie de galleta con una masa a base de mantequilla harina y levadora principalmente que se rematan con crema de membrillo encima dándole una forma parecida a la de un ojo.


El mayor problema con el que nos encontramos a al hora de cocinar fue el envolver las pamplonas con las tiras de beicon ya que no se quedaban bien pegadas del todo y era difícil mantenerlo todo unido. Con las galletas nos paso algo parecido, pero en este caso lo que era difícil mantener junto era la masa de las galletas, ya que si las tenías mucho tiempo en la mano se calentaban y se deshacían, pero nada que una buena cadena de trabajo y una buena organización no pudieran solventar. Al final quedamos muy satisfechos con el resultado final, aunque fue difícil ya que estuvimos 5 horas sin parar de hacer cosas.


La competencia gastronómica fue un gran éxito, tuvimos la oportunidad de poder compartir con nuestros profesores nuestro trabajo y ellos con nosotros el suyo, y no solo eso sino que nos llevamos el premio compartido con los cocineros de la India y Portugal al mejor postre. Para mi esta a sido una experiencia muy gratificante en la que he podido conocer mejor a mi clase, disfrutar con ellos, lo que ha supuesto una gran recompensa por el trabajo realizado.