Bajar una pista negra

Resultados de aprendizaje 1, 2, 3, 4

Este último puente de febrero, mi familia ha decidido ir a Baqueira a esquiar. Para mi fue todo un notición cuando me dijeron que íbamos porque hace ya unos años que no esquío y siempre ha sido de mis deportes favoritos. Otro de los motivos por los que me hizo tanta ilusión ir, fue que desde siempre he tenido la espina clavada de no haber conseguido nunca el nivel suficiente de esquí cómo para poder bajar satisfactoriamente una pista negra, así que decidí que el reto de mi viaje sería ese.

El primer día esquiando decidí dedicarlo completamente a recordar las técnicas para esquiar y perfeccionarlas. La primera parte del día bajamos unas cuantas pistas azules que son en teoría las más fáciles y la primera que bajé fue catastrófica. Nada más empezar cuando realicé el primer giro, dí una vuelta de 180 grados y me quedé de espaldas a la pendiente y por suerte no me caí, aunque dicha suerte no me acompañó por mucho tiempo ya que momentos después mientras bajaba se me cruzaron los esquís haciendo que cayese unos metros hacia abajo, lo que pasó es que incliné mi cuerpo hacia atrás cuando el peso dle cuerpo tiene que ir más bien hacia delante, pero aprendí de mi error y no lo volví a repetir. La segunda parte del día la dedicamos a subir un poco la intensidad, bajando mayormente pistas rojas, con algo más de inclinación que las anteriores

El sábado era el día en el que me iba a tirar por primera vez por una pista negra en mi vida, así que estaba algo nervioso, pero después de bajar la primera pista se me pasó. Además ese día y el siguiente yo y mi padre nos encargamos de dirigir la ruta lo que también, cómo en muchas otras experiencias he plasmado, me ayudó a mejorar mi organización. Primero bajamos una pista azul y otra roja para calentar, pero después de eso por fin llegó el momento. Desde arriba se veía bastante empinada, y las bañeras que acompañaban a la bajada no ayudaban, la bajé lo mejor que pude, aunque el miedo me hizo que fuera demasiado estirado. Me hubiera gustado repetir ese día pero por culpa de cómo habíamos organizado el día no me dio tiempo a repetirlo

Al día siguiente estaba decidido a tirarme por otra negra, ya que la del día anterior estaba cerrada. Esta si se me dió bastante mejor ya que iba con mucho menos miedo y la disfruté muchísimo. Pero la ley de Murphy surtió su efecto y cuando estaba bajando la pista, mi padre en vez de grabarse se equivocó y le dió solo al botón de fotografíar del móvil, por lo que bajé toda la pista sin que me hubiese grabado. Cómo ya era muy tarde no me dió tiempo a repetir.

Para mi fue una experiencia muy retadora, pues me costó bastante recordar las técnicas de esquí, pero la verdad que el esfuerzo mereció la pena y de lejos, por lo que estoy muy orgulloso de mí.