“El Común de los Paisajes” es la exposición que el pintor y diseñador chileno Arturo Miranda inaugura el viernes 8 de mayo en la Galería PANAM. Con una serie pictórica de reciente elaboración, el artista mostrará su acercamiento al paisaje, género que ha estado desarrollando en las últimas décadas, inspirado en viajes y residencias diversas, especialmente entre Chile y España.

Arturo Miranda es un artista multifacético, iniciado profesionalmente en el área del diseño gráfico, y creador de gran parte de las imágenes de difusión de las actividades contraculturales del Santiago de los años ’80. También pasó por la producción de eventos, la interpretación musical, el diseño escenográfico o lo que hoy llamamos gestión cultural. Pero su partida al balneario de Ibiza, alrededor de 1988, encaminó su orientación hacia la pintura, a la que le ha dedicado tiempo y disciplina durante todos estos años. Allí también se dedicó, en un primer período, a su otra gran pasión: la música; trabajó como dj en el mítico centro nocturno Amnesia, donde también aplicó sus conocimientos visuales en la elaboración de escenografías para The Wailers (grupo de reggae fundado por Bob Marley), entre otras estrellas de la música.

El artista recuerda: “Era playa y fiesta. Un momento particularmente eufórico, donde cada semana tocaban los grupos punk del momento u otros tan importantes como Roxy Music. Uno de mis primeros trabajos fue la escenografía, pero a poco andar, frente a ese paisaje, empecé a descubrir la luz, el color, en el fondo continuando con mi práctica de niño: dibujar y pintar mientras escucho mis discos favoritos, lo mismo que he hecho siempre. Pinté muchas marinas y también empecé a vivir de la pintura en forma independiente. Nunca he podido trabajar para un empleador”.

Formado en la etapa fundacional del Instituto Arcis - donde confluyeron muchos profesores de la Universidad de Chile, exonerados por la Dictadura - Miranda se integró en esos legendarios años ´80 al Taller Caja Negra, constituido en su mayoría por artistas y arquitectos de la Universidad Católica, entre ellos el actual Presidente del Colegio de Arquitectos, Sebastián Gray. Con el tiempo Caja Negra se convirtió en un colectivo mítico, desaparecido hace pocos años producto de la vorágine inmobiliaria de la urbe actual. Miranda se cambió pronto de ese taller iniciático a un galpón de la calle Matucana, de propiedad de Jordi Lloret, y con él empezó muy pronto a producir eventos de música, danza, teatro y performance, transformando el espacio en el emblemático Garage Internacional, donde la juventud de la época protagonizaba todo un movimiento underground bajo la dictadura militar.

“Eran tiempos de precariedad y vigilancia – relata Miranda -, dadas las proporciones del lugar y lo bullente de actividades de gente ávida de libertad de expresión en esa época sumida en el oscurantismo dictatorial, con toque de queda y demases, el Garage no tardó en ser vigilado, a veces hasta con un autobús completo de carabineros en sus puertas día y noche”.

En Arcis, Arturo Miranda se cambió de la carrera de Diseño a Bellas Artes, que estaba encabezada por Francisco Brugnoli. Allí tuvo maestros como Guillermo Frommer, Gonzalo Díaz, Eugenio Dittborn y Gracia Barrios, entre otros. Mezclando sus intereses pictóricos con su formación más cercana a la ilustración y sus conocimientos prácticos de serigrafía, comenzó a participar regularmente en exposiciones colectivas en sitios hoy desaparecidos, que fueron determinantes en la evolución de nuestras artes visuales, como las galerías Visuala y Bucci, esta última de propiedad del italiano Enrico Bucci, un gran defensor de la juventud creativa y la libertad de expresión.

Principal ejecutor de los afiches y carteles promocionales de la bohemia contracultural santiaguina; gestor de los primeros conciertos de los grupos Electrodomésticos, Generaciones, Primeros Auxilios y Los Jorobados, entre otros; escenógrafo, iluminador; percusionista en algunas de las tocatas alternativas de los ’80, Arturo Miranda emigró con toda esa historia a la isla de Ibiza y, según confiesa, allá inició realmente el camino profesional de la pintura, complementado, como siempre, con sus inquietudes musicales. Gran parte de sus telas están en Europa, donde existe gran interés por el tipo de figuración que él realiza, vibrante de colorido y libremente exploratoria entre el gesto pictórico, la ilustración y otras facturas.

Galería PANAM se instaló en noviembre de 2014 en el corazón del barrio Brasil, buscando convertirse en un espacio de las visualidades contemporáneas, que propone una perspectiva amplia y expansiva tanto al público atento, como al transeúnte o vecino poco habituado a las ofertas culturales. Allí, en una especie de reducto patrimonial y arquitectónico de nuestra ciudad, se han realizado ya tres exposiciones de muy diversa índole, y el próximo viernes 8 de mayo se inaugura esta cuarta cita con las imágenes de Arturo Miranda, que inundarán el espacio de color, vibraciones y luminosidad. Galería PANAM invita a los amantes de la pintura a conocer y disfrutar el sello particular de este artista chileno, abriéndose siempre a nuevas formas de ver el paisaje.