Pablo Mellado Icaza

YAWAR JAWIRA

19.12.14

YAWAR JAWIRA

Al abordar su obra pictórica , el espectador se introduce en un imaginario poético, un mundo enigmático, en una realidad onírica, fragmentada, ecléctica en donde personajes, escenarios y paisajes parecieran no tener un sentido determinado. Un discurso ilógico – en lo aparente- que pierde toda referencia a la realidad, visiblemente, concreta.

Serán personajes y espacios simbólicamente invocados, paisajes creados, unidos

detrás de un humor racional, corrosivo cercano a la ironía. Desde los “Mellafonos” el pintor, crea también objetos con el propósito firme de desmitificar el concepto actual de obra de arte moderna, haciéndonos repensar desde las multicapas urbanas, embarradas, oxidadas , destruidas. Proponiendo además de la experiencia visual, un experimento sonoro que al ser escuchado, afecta y provoca a los sentidos. Serán objetos trabajados con total indiferencia sobre su sentido de belleza o fealdad, su valor estético radica en ser convertidas en obras de arte.

Motores de celulares, cápsulas de guitarras eléctricas desarmadas, una pala gastada por la arena encontrada en una playa de Iquique, en el Norte de Chile ,una caja de fósforos brillante de Cochabamba en Bolivia ,un pedazo de madera cualquiera, una cuerda de Chiloé , nos contaran del viaje trashumante, como principal fuente de inspiración, basada en la experiencia del caminar, el recorrido errante.

La obra nos habla de la defensa explosiva de manifestar una libertad interior, poniendo en valor lo subjetivo que nos da la imaginación, un lenguaje propio es capaz de llevarnos de la provocación al absurdo, de los indígenas y la conquista de las almas a reactores nucleares y antenas urbanas ,cuestionando la tradición artística, transformándola en un discurso de protesta hacia los cánones establecidos de conducta social, esos que están conduciendo al mundo a un desgaste apocalíptico.

La experiencia sobre la obra nos traslada a realidades alternativas, nos permite ver imágenes alteradas pero ese mirar deja de ser solo contemplativo, el factor sonoro hace la diferencia, se manifiesta en que nosotros nos volvemos cómplices al sumergirnos en la obra. Mellado, nos observa nos introduce conscientemente en los paisajes mas profundo de los sonidos de sus obras.



DANITZA FUENTELZAR PIZARRO

POETA