La propiedad urbana
en el Perú
Guillermo W. Coloma Elías
La propiedad urbana
en el Perú
El caso de Mollendo,
segundo puerto de la República
Esta obra tiene la particularidad de contener todas las pruebas legales sobre la adjudicación de terrenos en el puerto de Mollendo, realizadas al amparo de la ley y por ello se constituirá en una fuente de consulta indispensable para los propietarios y poseedores de inmuebles en el puerto, para el saneamiento de sus títulos de propiedad, como se verá más adelante.
Es necesario reconocer que el Estado manifestó un gran interés en el desarrollo urbano de Mollendo al promulgar la ley de 5 de diciembre de 1903, mediante la cual se dispuso adjudicar los terrenos libres en Mollendo a las personas que los solicitaran.
El crecimiento de la ciudad se debió, en gran parte, a los beneficiarios de esta ley, quienes, al obtener sus terrenos, los edificaron, ampliando enormemente la extensión del área construida, e inclusive significó la creación de nuevos barrios de índole popular, como el Inclán y las Cruces, en donde personas de escasos recursos se vieron favorecidas por la entrega gratuita de terrenos de 500.00 m2.
Esta ley fue promovida por el Dr. Jesús Teófilo Núñez, Diputado por la provincia de Islay en ese entonces y ardiente partidario de don Nicolás de Piérola y, por lo tanto, enemigo acérrimo de los Civilistas.
Un hecho curioso se dio años después, cuando su hijo don Luís Ernesto Núñez Gómez casó con doña Hortensia Elías y Franco (hija de don Manuel-Formidoro Elías y Rivera, casado con doña Josefa Franco y Arrieta), de familia tradicionalmente Civilista y prima hermana de los hermanos Coloma Elías.
Por ley de 5 de diciembre de 1903, ya mencionada, y con el fin de “procurar el desarrollo de las poblaciones, facilitando la adquisición de terrenos del Estado, sin gravamen”, se dispuso que quienes “posean terrenos con edificios en el puerto y ciudad de Mollendo, serán considerados propietarios de ellos; bastándoles, para acreditar la posesión, una sumaria información de testigos, en que intervendrá el Ministerio Fiscal” (Artículo 1°).
Además, en su Artículo 2º se especificaba que “Los que en lo sucesivo traten de adquirir terrenos baldíos para edificar en ellos, presentarán una solicitud acompañada del respectivo plano al Prefecto del Departamento de Arequipa, y éste, previo informe de los Síndicos del Concejo Provincial de Islay, elevará los antecedentes al Supremo Gobierno”.
Se debía tener en cuenta que “El máximum del área de terreno que a título gratuito y en virtud del artículo anterior se acuerda a los nuevos solicitantes, será de 500 metros cuadrados, debiendo pagarse el exceso previa tasación, a la Tesorería Fiscal del Departamento, la que nombrará su perito para la mensura y avalúo del terreno” (Artículo 3°), y “El que obtuviera un terreno y no edificase en él después de seis meses de otorgada la concesión, perderá su derecho y no se le podrá hacer nueva adjudicación” (Artículo 4°).
La primera adjudicación de un terreno en Mollendo se realizó siendo Presidente de la República don José Pardo y Barreda, y fue a favor de don José A. Tapia, a quien se le entregó en propiedad un terreno de 500 m2., en la calle de las Huertas (más tarde llamada Av. Independencia o Mariscal Castilla), colindante con el Estanque de Agua y teniendo al fondo la quebrada de la Maestranza.
La última adjudicación se realizó siendo Presidente de la República don Augusto B. Leguía, concediéndole a don Juan B. Beroldo un terreno de 2,500.00 m2., junto a una propiedad de don Carlos J. Nieves y Pino.
Es necesario tener en cuenta que entre 1905 y 1928 se adjudicó, en Mollendo, la enorme extensión que figura en este libro.
De 1905 a 1928 fueron Presidentes de la República don José Pardo y Barreda (1904-1908), don Augusto B. Leguía (1908-1912), don Guillermo E. Billinghurst (1912-1914), don Oscar R. Benavides (1914-1915), don José Pardo y Barreda (1915-1919) y don Augusto B. Leguía (1919-1930).
Cabe destacar que a un reducido grupo de beneficiarios de los terrenos de Mollendo (en el libro figura el número de ellos), se le adjudicó el porcentaje que también figura en el libro. Estos beneficiarios pertenecían a las familias más influyentes de la época, tal como se puede comprobar en la lista que aparece en el capítulo VIII de esta obra.
Entre ellos se encuentran don Juan B. Beroldo, empresario establecido en Puno (casado con doña Clara Ratti); doña Juana Martínez de la Torre de Ratti (casada con don Augusto L. Ratti y Nava (Alcalde provincial de Islay de 1919 a 1926 y Diputado por la provincia de Islay, de 1924 a 1930) y su hermano el escritor don Ricardo Martínez de la Torre (Director de la revista “Amauta” de Lima). Asimismo fueron adjudicatarios los hermanos del congresista: don Alfredo Ratti y Nava, y don Ricardo Ratti y Nava.
También adquirieron los terrenos más extensos y mejor ubicados los hermanos don Adán, don Adolfo, don Juan J., doña Irene y doña Victoria Bayro Sánchez, así como don Adán S. Calderón (propietario de hoteles en Mollendo), don Gustavo Coloma Elías (Gerente del Banco de Crédito de Arequipa y Gerente General en Lima), don Ismael Cuadros Quintanilla (Presidente de la Cámara de Comercio de Arequipa), don Guillermo Elías y Rivera (Presidente de la Cámara de Comercio y de la Sociedad de Beneficencia Pública de Mollendo y Alcalde provincial de Islay), don Ernesto Lizárraga (Representante ante el Congreso Constituyente de 1931-1936), don Carlos J. Nieves y Pino (Presidente de la Cámara de Comercio de Mollendo), don Víctor Aníbal Perochena (Diputado por la provincia de Castilla), don Juan Tidow (propietario de la fábrica Pacocha, de Ilo), don Rodolfo Valdez Montes (Alcalde provincial de Islay), etc.
En cambio la gran mayoría de beneficiarios (en el libro figura el número de éstos y el porcentaje respectivo), pertenecía a las clases menos favorecidas. Ellos adquirieron solamente el reducido porcentaje que figura en el libro, del total de terrenos, tal como se puede apreciar en los documentos que se ofrecen en esta obra.
Asimismo, en el libro, se incluye la descripción detallada de todos los inmuebles de propiedad del Estado que existían en Mollendo, los cuales fueron inscritos en el Registro de la Propiedad Inmueble de Arequipa a fines del siglo XIX.
La información que contiene esta obra será muy útil para el estudio de estos inmuebles, muchos de los cuales existen en la actualidad, habiendo sido, en su mayoría, construidos en madera. Estas casonas son verdaderas reliquias de la arquitectura tradicional mollendina y deben ser restauradas adecuadamente, a fin de conservarlas en su integridad como integrantes del Centro Histórico de Mollendo.
Estos son: “la Oficina de Correos, la Capitanía del Puerto y la Sub-prefectura"; la “finca que ocupan el Administrador de la Aduana y el Comandante del Resguardo del Puerto de Mollendo”; “las Oficinas y almacenes de la Aduana”; la “finca que sirve de Cuartel”; la que “ocupan los Vistas de la Aduana de Mollendo”; el Hotel del Ferrocarril (lamentablemente demolido); y la finca “ocupada actualmente por el Jefe de Estación y empleados del Ferrocarril”.
También se incluye la “Casa de la Isla” (ubicada en la isla Ponce y llamada así por su propietario original, don Justo P. Ponce y Avellaneda, casado con doña Justa Polar Gil y Calatayud, y las oficinas de la Superintendencia del Servicio de Agua Potable de Mollendo (calle Comercio).
Además, el Estado, por Resolución Suprema, adjudicó al Club de Tiro al Blanco “Mollendo Nº 56”, 6,000.00 metros cuadrados de terreno de propiedad del Estado, para su campo de tiro, documento que también se encuentra en este libro.
En este libro también se ofrece información sobre la construcción de la carretera entre Mollendo y el nuevo puerto de Matarani (en construcción entonces), obra de gran importancia que fuera aprobada por Resolución Suprema de 20 de abril de 1940 (siendo Subprefecto el Sr. Coloma), la que incluía un ramal entre Arequipa y la Base Aérea de Vítor.
Se anunciaba en la prensa que “se ha tomado varias cuadrillas de braceros para que avancen los trabajos por el lado de Matarani y buscar el empalme con la trocha que se lleva de Mollendo” y que trabajaban en la obra “180 hombres”.
Siendo Subprefecto don Guillermo W. Coloma Elías, se inauguró la central telefónica de Matarani, conectando al nuevo puerto, en construcción, con Mololendo, Arequipa y el resto del mundo.
Es necesario recordar que por la ley del servicio militar obligatorio, vigente entonces (ley Nº 1569, del 21 de junio de 1912), se establecía, que “El Ejército movilizable lo constituyen las cinco clases de jóvenes, de 21 a 25 años de edad, y que todavía no han sido llamados al servicio, pero que lo pueden ser, conforme a la ley, por una duración máxima de dos años, para aumentar o completar el Ejército activo; y los que habiendo prestado sus servicios en el Ejército no han llegado aún a la edad de 26 años” (Artículo 7°).
Además, “Los números que en cada provincia excedan de las necesidades del contingente, forman los movilizables del año. Las bajas que ocurriesen, por fallecimiento o inutilización para el servicio, o por sobrevenir causa de dispensa por los motivos determinados en los incisos c y d del artículo 38, se cubren por los movilizables de la clase más joven, observándose el mismo procedimiento, cuando, por necesidades del servicio, se llama a un nuevo contingente” (Artículo 70°).
Esta ley Nº 1569 fue derogada por el decreto ley Nº 10967, del 2 de marzo de 1949, en la que se además eliminó el término “movilizable”.
En Mollendo el Subprefecto don Guillermo W. Coloma Elías, en ese entonces, estaba encargado de remitir a Lima los contingentes de movilizables, los cuales, además, hacían prácticas en el puerto. También enviaba a la Capital a los nuevos conscriptos de la Marina de Guerra.
En cuanto a las fiestas religiosas, cabe destacar la Semana Santa, en la cual “El Subprefecto de la provincia [don Guillermo W. Coloma Elías], acompañado de las autoridades y funcionarios públicos, se ha hecho presente en los oficios sagrados de ayer y hoy” realizados en la iglesia matriz de Mollendo. Asimismo se informaba que “Esta tarde se dirá el tradicional sermón de tres horas y después saldrá la procesión de Cristo Yacente”.
Las labores escolares del año 1940 se iniciaron el lunes 8 de abril y además, siendo Subprefecto don Guillermo W. Coloma Elías, se inauguró el Refectorio Escolar de Mollendo, el 21 de abril de 1940, así como el de la Punta de Bombón, el 1 de mayo de 1940.
Con motivo de la celebración del primer cumpleaños del Dr. Manuel Prado como Presidente de la República, se organizó una serie de festejos en Lima y en las principales ciudades del Perú. El gran interés que despertó en las multitudes esta celebración recuerda las grandes fiestas realizadas en los tiempos del Virreinato en honor de los monarcas reinantes.
Además, como lo indicaba el diario “La Crónica” de Lima, “De todos los sectores del país, el señor Presidente de la República, doctor Manuel Prado, ha recibido ayer numerosísimos despachos telegráficos transmitiendo al Mandatario el saludo respetuoso y entusiasta de la ciudadanía, con motivo de su cumpleaños”.
Por ello “Autoridades, funcionarios, elementos representativos de las colectividades, en fin, cuanto cívicamente palpita en la nación, se han apresurado a testimoniar al doctor Prado la íntima satisfacción con que han visto llegar tan señalada fecha, y los testimonios de su más sincera y patriótica adhesión, en que se encierran los augurios por el más franco éxito de su programa de reconstrucción nacional”.
Don Guillermo W. Coloma Elías, Subprefecto de la provincia de Islay, cumplió con remitir al Presidente de la República un telegrama de felicitación: “Mollendo. – Abril 20. – Doctor Manuel Prado. – Palacio de Gobierno. – Lima. – 42 instituciones sociales obreras elementos representativos y suscrito hónrome enviar calurosa felicitación su onomástico día mañana haciendo votos completa salud fin prosiga obra patriótica engrandecimiento tranquilidad nuestra Patria. – Guillermo Coloma. – Subprefecto Accidental Islay”, reproducido en los diarios de Lima, como se verá en el capítulo correspondiente.
En la ciudad de Lima se realizaron “festivales de carácter popular, con motivo del cumpleaños del Presidente de la República”, en diversas plazas de la ciudad, además, se ofreció “gratuitamente, diversos espectáculos de variedades y de circo” y “feria de tómbolas y vivanderas”. Asimismo, se quemaron “vistosos castillos de fuegos artificiales”.
En este libro aparece la relación completa de festejos realizados en la capital de la República con motivo del cumpleaños del Dr. Prado, incluyendo “una misa en la capilla del Palacio de Gobierno, en la que estuvo presente el Jefe del Estado en compañía de su familia y del Excelentísimo Monseñor Fernando Cento, Nuncio Apostólico y Decano del Honorable Cuerpo Diplomático”, misa que fue celebrada por Monseñor Pedro Pascual Farfán, Arzobispo de Lima”.
Se lee en las noticias que “Terminada la ceremonia religiosa, el Presidente de la República, acompañado de su Gabinete Ministerial, recibió el saludo de los miembros de las Cámaras Legislativas, Poder Judicial, Honorable Cuerpo Diplomático, Consejo de Oficiales Generales, clero regular y secular, alcalde de Lima, miembros del Ejército, de la Marina, Policía y Aviación, Misiones Naval Americana e Italiana de Policía” y otros personajes.
En Arequipa “oficióse una solemne misa de salud por el señor Presidente en la Catedral, a la que concurrieron el Prefecto […], el Concejo Provincial en pleno, igualmente la Corte Superior de Justicia, altos funcionarios públicos, los jefes y oficiales de la Tercera División del Ejército y los más destacados personajes representativos”.
En Mollendo tuvieron “brillante éxito los festejos organizados por el Concejo Provincial y los comités pradistas, en honor del Presidente de la República, con motivo de su aniversario natal” y “Una comisión de obreros se apersonó en (sic) el despacho subprefectural a pedirle que la autoridad política de la provincia [don Guillermo W. Coloma Elías] transmitiera su saludo al Presidente de la República”. Asimismo, “Trescientos niños pobres fueron agasajados con un desayuno en el Refectorio Escolar, ayer, con motivo del cumpleaños del Presidente de la República, señor Manuel Prado” y “oficióse una misa de salud por el Jefe del Estado en la Iglesia Matriz, a la que concurrieron las autoridades políticas y comunales y numerosos personajes representativos”.
Don Guillermo W. Coloma Elías (Arequipa, 1884 – Mollendo, 1955) fue hijo de don Cayetano Coloma y Valencia (Oficial del Ejército de Reserva de Arequipa en la Guerra del Pacífico) y de doña Rosario Elías y Rivera. Casó en Mollendo con doña Esther Gygax y González, hija de don Adolfo Gygax, Cónsul del Imperio Alemán en Islay y Mollendo y de doña Fortunata González y Ponce de León.
Ostentó el cargo de Gobernador de la Plaza de Mollendo desde 1935 hasta su fallecimiento, en 1955 (en los gobiernos de los Presidentes don Oscar R. Benavides, don Manuel Prado y Ugarteche, don José Luis Bustamante y Rivero y don Manuel A. Odría). Debido a ello, se hizo cargo de la Subprefectura de la provincia de Islay en varios periodos.
Sus hermanos fueron don Carlos Humberto Coloma Elías (casado con doña Néstora Chaves y Murillo, hermana del ilustre médico arequipeño Dr. Sixto Chaves y Murillo, Miembro Honorario de la Academia Peruana de Cirugía, casado con doña Catalina López de Romaña y Castresana), don Ernesto Coloma Elías (casado con doña María Polar y Ugarte), don Gustavo Coloma Elías (casado con doña María Pardo Moller) y don Julio Héctor Coloma Elías (que falleció joven).
Fueron sus hermanas doña Elvira Coloma Elías (casada con don Luis Alberto Barreda y Zegarra), doña Rosaura Coloma Elías (casada con don J. Ernesto Gygax y González), doña Emma Coloma Elías (casada con don Marcelino J. Nieves y Pino) y doña Eva Coloma Elías (casada con don Jesús Gutiérrez Medina, hermano del notable jurista arequipeño Dr. César Gutiérrez Medina, Decano del Colegio de Abogados de Arequipa).
Este libro, titulado “La propiedad urbana en el Perú. El caso de Mollendo, segundo puerto de la República”, es el décimo séptimo de la “Colección de documentos históricos de Mollendo y la provincia de Islay”; consta de trece capítulos y cuenta con un índice onomástico y toponímico que facilitará su consulta.
La obra contiene toda la documentación que perteneciera a don Guillermo W. Coloma Elías referente a esta materia y, como ya se ha indicado, será muy útil para los propietarios y poseedores de terrenos o casas en Mollendo, para sanear sus títulos de propiedad.
El capítulo primero se refiere al saludo a don Manuel Prado por la primera celebración oficial de su cumpleaños como Presidente de la República, reproduciéndose el telegrama de felicitación que le remitiera don Guillermo W. Coloma Elías en su condición de máxima autoridad de la provincia de Islay; y el segundo, a la celebración de dicho cumpleaños en la Capital de la República, en Arequipa y en Mollendo.
En el tercer capítulo se incluye información sobre Mollendo según el antiguo Banco Italiano de Lima; y en el capítulo cuarto se transcribe los asientos respectivos sobre todos los inmuebles de propiedad del Estado en la ciudad de Mollendo.
El capítulo quinto contiene la totalidad de registros de adjudicación de terrenos en Mollendo, al amparo de la ley del 5 de diciembre de 1903; el sexto, la relación de propietarios de los terrenos adjudicados en Mollendo por la ley mencionada, indicando el área entregada, por año; el séptimo, la relación alfabética de propietarios de terrenos en el puerto, adjudicados de acuerdo con la ley ya señalada; y el octavo, la relación de los principales propietarios de terrenos en Mollendo, adjudicados por la indicada ley de 5 de diciembre de 1903.
El capítulo noveno ofrece información sobre la construcción de la carretera de Mollendo a Matarani, en 1940; el décimo, sobre la inauguración del servicio telefónico en Matarani, el 29 de marzo de 1940; el undécimo, se refiere a los “movilizables” y el Servicio Militar Obligatorio en la provincia de Islay; el duodécimo, a la Semana Santa en Mollendo; y el décimo tercero y último, a la educación y los Refectorios Escolares de Mollendo y la Punta de Bombón.
Estamos seguros que este libro será de mucha utilidad tanto para los vecinos de Mollendo y los propietarios de bienes inmuebles allí, así como para todos los interesados en la historia de los puertos de la costa del Pacífico, en este caso, el puerto de Mollendo, que tuvo vital importancia en el desarrollo económico del Perú y de la República de Bolivia.
Estos libros son indispensables
para todos los interesados en la historia
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y se encuentran en venta
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