7.Museo de colores

Una vez decididos los roles, cada grupo elegirá uno de los cuadros que aparecen en el descargable que les hemos entregado y el investigador lo buscará en la aplicación para saber los colores que tiene. En cada uno de los cuadros aparece un número, que se corresponde con la planta de la galería en la que está.

Pedimos a los investigadores que se coloquen en frente de los artistas, de manera que estos no puedan ver en la aplicación cómo es el cuadro que tiene que pintar. Les indicamos que en cada e-mail solo debe haber dos o tres palabras, por ejemplo: pelo rojo, vestido blanco, fondo amarillo, etc.

Cuando veamos que los investigadores comienzan a enviar “e-mails” a sus artistas, comenzaremos a enviar “virus” del documento descargable con el mismo método que nuestro alumnado haya escogido: haciendo pequeñas pelotas de papel o aviones. Cada grupo que reciba un virus, tendrá que abrirlo, leerlo en voz alta y a partir de ese momento, dicho virus afectará a toda la clase. Algunos ejemplos de virus pueden ser: que no se pueda utilizar un color, pintar con la mano contraria, no poder colorear en un minuto, perder el cuadro que están haciendo, etc.

Una vez el o la artista haya coloreado su cuadro, el equipo escoge otro cuadro y se cambian los roles.

Para finalizar la actividad, pegamos nuestros cuadros en el aula y entre todos y todas decidimos cuál es la obra que más se parece a la original.

Tras esto reflexionamos con los alumnos sobre los virus, preguntándoles:

• Cuándo habéis abierto los virus, ¿ha sido más difícil realizar la actividad?

• Si nuestro ordenador tiene un virus, ¿puede infectar a los ordenadores de los demás como ha pasado en el juego que hemos hecho?