Modernismo Brasileño
Antropofagia, 1929. Tarsila do Amaral
¿Qué es el modernismo?
Situándonos en los inicios del siglo XX, de grandes transformaciones urbanas, económicas y políticas, el movimiento busca la introducción de las vanguardias europeas como el cubismo o futurismo en el arte autóctono, la fusión de la tradición con lo moderno.
La idea es reconstruir una identidad propia, que no muera en el pasado y que no sea anulada, a su vez, por las culturas vanguardistas.
Si bien fue el momento de cambio para todo el espectro cultural, con gran explosión de la literatura y la pintura, en este lugar nos centraremos en el arte estético.
Semana del Arte Moderno
Este periodo trascendental tiene su hito inaugural en la “Semana del Arte Moderno” de 1922 celebrado en la ciudad de São Paulo. Si bien esta iniciativa surge sin un proyecto concreto y tangible existía el deseo de destruir la tradición académica e instaurar un nuevo lenguaje plástico, poético o musical.
Inicios
Preocupación por lo “nativo”, “lo nacional”.
Búsqueda de la identidad rescatando lo popular como valor cultural.
Desarrollo de una orientación más definida.
A Boba (1916)
Anita Malfatti
Considerada introductora de vanguardias extranjeras en Brasil. Se convierte en una de las exponentes del movimiento, teniendo en cuenta, que todavía es un periodo de problematización y transición.
Para profundizar sobre la artista y obras; clic aquí.
Tarsila do Amaral
Más adelante, toma fuerza la figura de Tarsila do Amaral, que no escapa de la influencia vanguardista europea, pero que comparte las nuevas ideas modernistas captando la necesidad de una plástica que proyecte visualmente a su país; fue así una interprete singular de las paradojas de Brasil: del medio urbano desarrollista paulistano a la aspiración internacionalista poscubista.
Periodo antropofágico
En 1928 surgirá la fase Antropofágica, denominada así por el teórico Oswald de Andrade, basándose en la obra de la artista "Abaporu". De este movimiento intelectual de carácter anárquico nacerá la convicción de no dejarse devorar por la cultura europea pero además devorarla a ella (siempre con el fin de generar una cultura popular moderna)
ABAPORU - 1928
Abaporu (hombre que come hombre, en la lengua tupí-guaraní) fue el cuadro que Tarsila do Amaral regaló a su marido, el escritor Oswald de Andrade, y está considerado un icono del arte brasileño, una obra clave que inauguró uno de los movimientos artísticos más importantes en Latinoamérica: la antropofagia.
Para conocer más obras de la artista de la fase antropofágica, clic aquí.
Museo: MALBA, Buenos Aires (Argentina)
Técnica: Óleo (85 x 73 cm.)
Lo social como fuente de inspiración
Tiempos tumultuosos a nivel internacional con la crisis del 29, y en Brasil, la exaltación política producto del avance de las ideas de izquierda generan el clímax ideal para que las conquistas de los años anteriores tengan su goce.
Los talleres de arte y las discusiones de los artistas son invadidas por la preocupación social; la cuestión innovadora de la década anterior parece superada por las contingencias del momento.
"La preocupación de contraponer el sacrificio del individualismo a la ampliación de la conciencia colectiva." °
"Menos formalismos, mayor compromiso con lo social." °°
La representación de los destinos del hombre y su realidad, refleja la exaltación del oficio de pintar sin la preocupación de buscar nuevas tendencias.
En la década del 30 emergería con vitalidad la figura de Cándido Portinari. De regreso de su viaje a Europa, absorbe las alteraciones del medio artístico brasileño.
Sus paneles con temas de preocupación social lo convierten en el artista oficial del gobierno populista de Getulio Vargas
Murales para bancos, como tambien para la nueva ruta que une Rio de Janeiro-San Pablo y para la Capilla da Pampulha de Belo Horizonte, lo tornan el artista mas festejo de las decadas del 30 y 40.
El expresionismo para retratar las clases trabajadoras y postergadas, demuestra su visión de la realidad social.
En ese sentido, podemos tomarlo como un claro ejemplo de la pintura donde se representan pies y manos del obrero o la gente de campo en tamaño desproporcionado (característico de Latinoamérica -pensemos en los muralistas mexicanos), con la idea de expresar su rusticidad pero al mismo tiempo su fuerza, su “poder”.
Bibliografía.
Amaral, Aracy: Arte y arquitectura en el modernismo brasileño (1917-1938). Fundación Biblioteca Ayacucho, 1978. Prólogo (Pág. IX- XXXI).
Giunta, Andrea (Comp.): Cándido Portinari y el sentido social del arte. Buenos Aires, Siglo XXI, 2005. Primera parte: “Entre la cultura erudita y la cultura popular”.
° Extraído de: Giunta, Andrea (Comp.): Cándido Portinari y el sentido social del arte. Buenos Aires, Siglo XXI, 2005. Primera parte: “Entre la cultura erudita y la cultura popular”.
°° Extraído de: Amaral, Aracy: Arte y arquitectura en el modernismo brasileño (1917-1938). Fundación Biblioteca Ayacucho, 1978. Prólogo (Pág. IX- XXXI).