En Honor


Al Sagrado Corazón de Jesús


El Reino del FIAT Divino

De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta

Cada enseñanza es un Latido de Amor Divino de Jesús para cada hijo



Latido 

De Amor Divino


Ofrecimiento 39°

Vol. 2-13




“Hija, las ofensas que más traspasan mi corazón son las Misas dichas sacrílegamente, y las hipocresías...”



El Reino del FIAT Divino

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De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta


AUDIO



"Tú eres mi tabernáculo, 

es más, me siento más contento en ti porque te participo mis penas"



"las ofensas que más traspasan mi corazón son las Misas dichas sacrílegamente, y las hipocresías”




 De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 2-13 Abril 12, 1899

 

(1) Hoy, sin hacerme esperar tanto, Jesús ha venido pronto y me ha dicho:

(2) “Tú eres mi tabernáculo; para Mí es lo mismo estar en el sacramento que en tu corazón, es más, en ti se encuentra otra cosa de más, que es el poderte participar mis penas y tenerte junto Conmigo como víctima viviente ante la divina justicia, lo que no encuentro en el Sacramento”.

(3) Y mientras decía estas palabras se encerró dentro de mí. Estando en mí Jesús me hacía sentir ahora las pinchaduras de las espinas, ahora los dolores de la cruz, los afanes y los sufrimientos del corazón. En torno a su corazón veía un trenzado de puntas de hierro que hacía sufrir mucho a Jesús. ¡Ah! Cuánta pena me daba verlo sufrir tanto, hubiera querido sufrir todo yo antes que hacer sufrir a mi dulce Jesús, y de corazón le pedía que a mí me diera las penas, a mí el sufrir. Entonces Jesús me dijo:

(4) “Hija, las ofensas que más traspasan mi corazón son las Misas dichas sacrílegamente, y las hipocresías”.

(5) ¿Quién puede decir lo que comprendí en estas dos palabras? A mí me parece que externamente se hace ver que se ama, se alaba al Señor, pero internamente se tiene el veneno listo para matarlo; externamente se hace ver que se quiere la gloria, el honor de Dios, pero internamente se busca el honor, la estima propia. Todas las obras hechas con hipocresía, aun las más santas, son obras todas envenenadas que amargan el corazón de Jesús.


Fiat Divina Voluntad

Catecismo


1589 Ante la grandeza de la gracia y del oficio sacerdotales, los santos doctores sintieron la urgente llamada a la conversión con el fin de corresponder mediante toda su vida a aquel de quien el sacramento los constituye ministros. Así, S. Gregorio Nazianceno, siendo joven sacerdote, exclama :

Es preciso comenzar por purificarse antes de purificar a los otros; es preciso ser instruido para poder instruir; es preciso ser luz para iluminar , acercarse a Dios para acercarle a los demás, ser santificado para santificar, conducir de la mano y aconsejar con inteligencia (Or . 2 , 71). Sé de quiénes somos ministros, dónde nos encontramos y dónde nos dirigimos. Conozco la altura de Dios y la flaqueza del hombre, pero también su fuerza (ibid. 74) (Por tanto, ¿quién es el sacerdote? Es) el defensor de la verdad, se sitúa junto a los ángeles, glorifica con los arcángeles, hace subir sobre el altar de lo alto las víctimas de los sacrificios, comparte el sacerdocio de Cristo, restaura la criatura, restablece (en ella) la imagen (de Dios), la recrea para el mundo de lo al to, y, para decir lo más grande que hay en él, es divinizado y diviniza (ibid. 73).

Y el santo Cura de Ars dice: "El sacerdote continua la obra de redención en la tierra"..."Si se comprende bien al sacerdote en la tierra se moriría no de pavor sino de amor"... "El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús "