En Honor
Al Sagrado Corazón de Jesús
El Reino del FIAT Divino
El Reino del FIAT Divino
Latido
De Amor Divino
Ofrecimiento 25° Vol. 12-4
"Estréchate a mi corazón y toma vida"
Penas Divinas
Hija mía, ¿te cuesta mucho mi privación? Entonces, si te cuesta, no tengas inútil una pena de tanto costo. Así como Yo te hago don de ella, no la tengas para ti, sino hazla volar en medio de los combatientes y arranca las almas de en medio de las balas y enciérralas en Mí, y como cerradura y sello pon tu pena, y después tu pena hazla girar por todo el mundo para hacerla pescar almas y conducirlas nuevamente a todas en Mí, y a medida que sientas las penas de mis privaciones, así irás poniendo el sello de nueva unión”.
El Reino del FIAT Divino
"Para hacerla pescar almas y conducirlas nuevamente a todas en Mí"
Almas que se pierden.
Almas desvinculadas
Las penas de la privación de Jesús SON PENAS DIVINAS
Mi pena por la pérdida de las almas es divina
Las penas de la privación de Jesús SON PENAS DIVINAS
Estaba lamentándome con mi siempre amable Jesús de sus acostumbradas privaciones y le decía: “Amor mío, que muerte continua, cada privación tuya es una muerte que siento, pero muerte tan cruel y despiadada, que mientras hace sentir los efectos de la muerte, pero no hace morir. Yo no entiendo cómo la bondad de tu corazón puede resistir el verme sufrir tantas muertes continuas, y después hacerme vivir todavía”. Y el bendito Jesús ha venido por poco tiempo y estrechándome a su corazón me ha dicho:
“Hija mía, estréchate a mi corazón y toma vida.
Has de saber que la pena más satisfactoria, más agradable, más potente, que más me iguala y puede hacerme frente, es la pena de mi privación, porque es pena divina. Tú debes saber que las almas están tan unidas Conmigo que forman muchos eslabones unidos juntos en mi Humanidad, y conforme las almas se pierden rompen estos eslabones, y Yo siento por ello un dolor como si se arrancase un miembro del otro.
Ahora, ¿quién me puede unir estos anillos? ¿Quién soldarlos de nuevo en modo de hacer desaparecer la rotura? ¿Quién podrá hacerlos entrar de nuevo en Mí para darles vida?
Las penas de mi privación, porque es divina.
Mi pena por la pérdida de las almas es divina; la pena del alma que no me ve, no me siente es divina, y como las dos son penas divinas, pueden besarse, unirse, hacerse frente, y tener tal poder, de tomar las almas desvinculadas y unirlas en mi Humanidad.
Hija mía, ¿te cuesta mucho mi privación? Entonces, si te cuesta, no tengas inútil una pena de tanto costo. Así como Yo te hago don de ella, no la tengas para ti, sino hazla volar en medio de los combatientes y arranca las almas de en medio de las balas y enciérralas en Mí, y como cerradura y sello pon tu pena, y después tu pena hazla girar por todo el mundo para hacerla pescar almas y conducirlas nuevamente a todas en Mí, y a medida que sientas las penas de mis privaciones, así irás poniendo el sello de nueva unión”.
Fiat Divina Voluntad