En Honor
Al Sagrado Corazón de Jesús
El Reino del FIAT Divino
El Reino del FIAT Divino
Latido
De Amor Divino
Ofrecimiento 7°
Vol. 15-19 (6)
"Doy... mi corazón palpitante, mis llagas, mi sangre, toda mi Humanidad, para disponerla, para prepararla, para hacerla entrar en mi Voluntad"
El Reino del FIAT Divino
La Voluntad Divina triunfante
De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 15-19 (6) Abril 28, 1923"Doy... mi corazón palpitante, mis llagas, mi sangre, toda mi Humanidad, para disponerla, para prepararla, para hacerla entrar en mi Voluntad"
"Hija mía, tú crees que sea nada el vivir en mi Querer, no, no, más bien es el todo,
es el cumplimiento de todas las santidades,
es el dominio absoluto de sí mismo, de sus pasiones y de sus capitales enemigos,
es el triunfo completo del Creador sobre la criatura,
así que si ella se adhiere y Yo logro que viva en mi Querer, sin querer conocer más su querer, no tengo más que querer de la criatura, y ella no tiene más que darme,
todas mis ansias están cumplidas, realizados mis designios, no queda más que hacernos felices mutuamente.
Es verdad que vine a la tierra para redimir al hombre, pero mi finalidad principal fue que la Voluntad Divina triunfase sobre la voluntad humana poniendo de acuerdo estas dos voluntades y hacer de ellas una sola, con llevarla en aquella Voluntad de donde había salido.
Era esta la principal ofensa que mi Padre Celestial recibió del hombre, y Yo debía resarcirlo, de otra manera no le habría dado plena satisfacción.
Pero para obtener la primera finalidad debí primero poner fuera la segunda, esto es, salvarlo, darle la mano porque estaba caído, lavarlo del fango en el cual yacía; ¿cómo podía decir ven a vivir en mi Querer, si era horrible al verse y estaba bajo la esclavitud del enemigo infernal? Entonces, después de haber obtenido la segunda finalidad,
quiero poner a salvo la primera, que mi Voluntad se haga en la tierra como en el Cielo, y el hombre salido de mi Voluntad reentre de nuevo en Ella,
y para obtener esto, doy a esta primera criatura todos mis méritos, todas mis obras, los pasos, mi corazón palpitante, mis llagas, mi sangre, toda mi Humanidad,
para disponerla,
para prepararla,
para hacerla entrar en mi Voluntad,
porque primero debe tomar el fruto completo de mi Redención, y como en triunfo entrar en posesión del mar inmenso de mi Suprema Voluntad, no quiero que entres como extraña sino como hija, no pobre sino rica, no fea sino bella, como si fueras otro Yo. Por eso quiero concentrar toda mi Vida en ti".
Fiat Divina Voluntad