Quiero ir al colegio

Imagina que no pudieras sentarte en determinados asientos en un autobús por tener, por ejemplo, lunares en tu piel. Imagina que a la hora de decidir una fecha de un examen muy importante no participaras en la votación por ser mujer y no hombre. Imagina que te llamaran ladrón por tener los ojos negros y no verdes. Imagina que pudieras ser expulsado de tu centro escolar por gustarte más los hombres que las mujeres o al revés. Imagina que por ser creyente y practicante de tu religión te metieran en la cárcel. Imagina que algunos de tus ídolos deportivos no pudieran competir con los demás por ser de otra raza, de otra religión, de otra cultura o por ser homosexuales. ¿Imaginas? Por desgracia, no hace falta imaginar; miles de casos similares a estos han ocurrido y siguen ocurriendo hoy en día. No tienes más que mirar a tu alrededor para comprobarlo, si es que no lo has comprobado ya o incluso no lo has sufrido en carne propia.

Lo que Malala denuncia en su discurso, lo que pide a los poderosos del planeta, es algo que seguramente te parece elemental: el derecho a aprender a leer y a escribir, el derecho a recibir una educación gratuita, el derecho a ser tratada igual que sus compañeros niños.

Muchas mujeres y muchos hombres lucharon por conseguir esos derechos civiles que hoy nos parecen fundamentales, derechos que creemos que siempre han existido, pero no ha sido así. Es evidente que todavía queda mucho por conseguir y de esta lucha, de esta necesidad de seguir avanzando por lograr derechos civiles es de lo que van a tratar las siguientes páginas. Empezamos aquí con el derecho de todo ser humano a ser tratado por igual y el derecho de recibir una educación. ¡Gracias, Malala!

Antes de comenzar a hablar de derechos civiles, veamos el discurso que una niña, Malala Yousafzai, pronunció frente a los líderes de la ONU el día que cumplía 16 años, el 12 de julio de 2013.


1. (Individual. Escrita)

Fíjate en esta tabla y cuando acabes de ver el vídeo, escribe con una breve frase lo que más te haya llamado la atención de cada una de las partes del discurso.

Vídeo

2. (Pequeño grupo. Oral)

Si tuvierais que elaborar una noticia sobre el discurso de Malala, ¿cuál de las siguientes frases pronunciadas por ella os parece que sería un buen titular para resumir su discurso?

  • El día de Malala no es mi día. Hoy es el día de cada mujer, cada niño y cada niña que han levantado su voz por sus derechos.
  • Los extremistas tienen miedo de los libros y los bolígrafos. El poder de la educación les da miedo. Tienen miedo de las mujeres.
  • Hubo un tiempo en que las mujeres activistas sociales pidieron a los hombres defender sus derechos. Pero, esta vez, lo haremos por nosotras mismas.
  • Hacemos un llamamiento a todos los gobiernos a garantizar la educación gratuita y obligatoria para todos los niños en todo el mundo.
  • Un niño, un maestro, un bolígrafo y un libro pueden cambiar el mundo.
  • La educación es la única solución. La educación primero.

El Derecho a la Educación, aún lejos para muchos menores

La educación es un derecho humano fundamental y una herramienta decisiva para el desarrollo de las personas y las sociedades. Si todos los niños y niñas del mundo fueran a la escuela hasta los 16 años erradicaríamos algunos de los principales problemas que como Humanidad tenemos planteados y evitaríamos muchísimos sufrimientos.

En primer lugar, el trabajo infantil. Un niño que no va a la escuela está trabajando quizá en una fábrica encolando suelas de zapatos o cosiendo balones de fútbol, o quizá extrayendo el coltán -un material necesario para la fabricación de nuestros móviles y ordenadores-en minas de muy difícil acceso. UNICEF calcula que alrededor de 150 millones de niños de 5 a 14 años de los países en desarrollo trabajan, muchos a tiempo completo, en tareas que perjudican su desarrollo físico y mental. Hay al menos 250 millones de niños que no saben leer, escribir ni contar bien.

En segundo lugar, la utilización de los menores en las guerras, bien como soldados, bien como esclavos y esclavas sexuales. Un niño que no está en la escuela está a veces empuñando un arma después de haber sido secuestrado y reclutado a la fuerza para combatir en una guerra. Una niña que no está en la escuela es a veces la esclava sexual de los mismos hombres que la han secuestrado junto a sus hermanos o primos. Cientos de miles de niños y niñas en el mundo son víctimas de esta grave situación. UNICEF calcula que hasta 300.000 niños y niñas en todo el mundo participan en grupos y fuerzas armadas con distintas funciones, como combatientes, cocineros, porteadores, mensajeros, espías o como esclavos sexuales.

En tercer lugar, el matrimonio infantil. Una niña que no está en la escuela está quizá criando a los hijos que ha tenido fruto de un matrimonio impuesto y prematuro. Muchas de ellas mueren durante el embarazo o el parto: de hecho, este el factor más importante de la mortalidad de las las niñas de 15 a19 años en todo el mundo, lo que representa 70.000 muertes cada año. Además, el matrimonio infantil a menudo trae consigo la separación de la familia y los amigos y la falta de libertad para participar en actividades de la comunidad, lo que puede tener consecuencias importantes sobre la salud mental de las niñas y su bienestar físico. Alrededor de una tercera parte de las mujeres de 20 a 24 años de edad en el mundo en desarrollo se casaron cuando eran niñas.

Pero es que además la educación contribuye a mejorar la vida y es una pieza clave para acabar con el círculo de pobreza que amenaza a muchos menores. Permite a los niños y niñas adquirir los conocimientos necesarios para adoptar formas de vida saludables y asumir un papel activo en la toma de las decisiones que les van a afectar en el futuro (decisiones personales, profesionales, sociales, políticas, económicas, etc.). La educación es la llave para acabar con algunas de las desigualdades más arraigadas en la sociedad.

Sin embargo, y por más que Naciones Unidas declaró como uno de los objetivos del Milenio conseguir al menos la educación primaria universal, aún hoy 57 millones de niños no van a la escuela y otros tantos reciben una educación discontinua o deficiente.

(Fuente: UNICEF España y UNICEF)

3. (Pequeño grupo. Oral)

Cuando leemos un texto, no siempre la frase que llama más nuestra atención es la idea a la que el autor le ha dado más importancia. Para hacernos una idea de la arquitectura del texto y no perdernos en él como en un laberinto, conviene dar con la frase que organiza su contenido, con la idea que sirve de hilo conductor a todo el texto.

Aquí tenéis varias frases literales del texto. ¿Cuál de ellas creéis que recoge mejor la idea general del texto, la que organiza su información?

  • Un niño que no va a la escuela está trabajando quizá en una fábrica encolando suelas de zapatos o cosiendo balones de fútbol.
  • Hay 250 millones de niños que no saben leer, escribir ni contar bien.
  • Alrededor de una tercera parte de las mujeres de 20 a 24 años de edad en el mundo en desarrollo se casaron cuando eran niñas.
  • Si todos los niños y niñas del mundo fueran a la escuela hasta los 16 años erradicaríamos algunos de los principales problemas que como Humanidad tenemos planteados y evitaríamos muchísimos sufrimientos.


4. (Pequeño grupo. Escrita)

El objetivo del texto es informativo. Por ello su autor no da su opinión, sino que maneja datos objetivos, cifras, y recurre a fuentes autorizadas como UNICEF.

  • Por cierto, ¿sabéis qué es UNICEF? Escribid vuestra conclusión en dos líneas.
  • ¿Qué cifras de las que se han dado en el texto os ha impactado más? Elegid una.


5. (Pequeño grupo. Escrita)

Pero comprender un texto no consiste en retener frases aisladas o gran cantidad de datos. Comprender un texto implica saber seleccionar las ideas principales y captar la relación que guardan entre sí. Un buen esquema nos ayuda a hacer las dos cosas.

  • Elige una de las ideas para cada uno de los cuadros del esquema siguiendo el mismo orden con que aparecen en el texto. (Te sobrarán tres).
        1. Niños que trabajan en las minas de coltán.
        2. Pobreza y desigualdades.
        3. Niñas separadas de sus familiares y amigos.
        4. Matrimonio infantil y maternidad prematura.
        5. 300.000 niños y niñas en todo el mundo participan en grupos y fuerzas armadas.
        6. Trabajo infantil.
        7. Menores soldados y esclavitud sexual.

6. Quizá, de manera inconsciente os habéis servido de dos "trucos" para tener claro cuál es el esquema del texto: los párrafos y los conectores. Hablemos de los primeros, de la importancia de organizar los textos en párrafos.

6.1. (Pequeño grupo. Oral)

Fijaos en estos cuatro dibujos que representan cuatro posibles páginas.

(Fuente: Daniel Cassany. La cocina de la escritura)

¿Cuál de estas impresiones asociáis a cada una de estas páginas?

  1. ¡Da pereza leerla incluso antes de ver la letra!
  2. Parece la lista de la compra, una retahíla de ideas sueltas sin ninguna relación entre sí.
  3. La descompensación tan grande entre los párrafos da idea de que el esquema no está muy equilibrado. Se enrolla muchos en algunos puntos y deja otros casi sin tratar.
  4. A primera vista da idea de orden, de un esquema claro.

6.2. (Pequeño grupo. Escrita)

Cuando revisamos nuestros textos hemos de prestar atención a la organización de los párrafos. Cada uno de ellos debe recoger una de las ideas principales que hemos anotado en el esquema que previamente nos hemos hecho. Además, conviene poner siempre un párrafo de presentación y otro de cierre. Todo ello ayuda al lector a saber en cada momento "dónde está" y a no perderse en el texto.

  • Poned un poco de orden en este texto-ladrillo. Divididlo en párrafos (podéis utilizar este signo //) y subrayad en cada uno de ellos las palabras clave: esas que, con solo leerlas, nos ayudan a recordar de qué iba el texto, sus ideas principales.

A lo largo de la historia de la Humanidad son muchas las sociedades en las que se ha considerado a la mujer inferior al hombre y se le han negado lo que hoy consideramos derechos básicos: el derecho a la educación, al trabajo, al voto. En muchos lugares -también en España hasta hace bien poco- las mujeres no recibían una educación reglada, es decir, no iban a escuela, porque se consideraba que lo único que necesitaban aprender era lo que tenía que ver con el cuidado del hogar y de la familia. Y cuando por fin empezaron a ir a la escuela lo hacían en escuelas separadas, ya que se consideraba que lo que los hombres y las mujeres debían saber para desenvolverse en la vida eran cosas muy diferentes. Cuando por fin se consigue la educación mixta, los saberes que prevalecen en la escuela son los considerados "masculinos" y los hombres son los protagonistas de la mayoría de nuestros libros de texto. El segundo de los derechos a que hemos aludido es el derecho al trabajo. ¿Es que trabajar es un derecho? Está claro que nos referimos al trabajo remunerado, a aquel que, realizado dentro o fuera del hogar, permite a una persona adulta ser independiente económicamente y recibir un dinero a cambio de las tareas realizadas. ¡Por supuesto que las mujeres han trabajado siempre, pero sobre todo en tareas que aun siendo esenciales para la supervivencia de la especie no se consideraban dignas de ser pagadas! Y en tercer lugar, el derecho al voto. La democracia ha sido una conquista muy reciente, y la posibilidad de votar, privilegio de unos pocos. A lo largo de gran parte del siglo XIX en España solo podían votar los hombres con determinado nivel de renta y estudios (los más pudientes, en definitiva). En 1890 se consolida el denominado sufragio universal masculino para mayores de 25 años, pero las mujeres seguirán sin tener derecho al voto en nuestro país hasta la Constitución de 1931 durante la Segunda República. Estos derechos son aún una utopía para las mujeres de muchos países de la Tierra, pues son muchas las niñas privadas del derecho a la educación, y muchas las mujeres que dependen económicamente de sus padres, hermanos o esposos pues sus trabajos no son remunerados.

6.3. (Pequeño grupo. Escrita)

En ocasiones encontramos en cada párrafo una frase que recoge literalmente su idea principal, pero esto no siempre ocurre y tenemos que deducirla nosotros y formularla con nuestras propias palabras. Es lo que ocurre en el párrafo que sigue.

  • Escribid una frase que sintetice el contenido de este párrafo:

La diferencia entre lo que ganan hombres y mujeres en España por un trabajo de igual valor se situó al cierre de 2012 en un 23,93%, la tasa más alta de los últimos cinco años, según un informe presentado hoy por el sindicato. Las trabajadoras cobraron ese año de media 19.537 euros anuales, 6.144 euros menos que los varones (que percibieron una media de 25.682 euros), por lo que las mujeres deben trabajar 79 días más que un hombre para cobrar lo mismo. (Fuente: El Mundo)


7. Junto a la presentación del texto en párrafos, la otra gran ayuda para no perder de vista "el mapa" general del texto son los llamados conectores. Se trata de palabras o expresiones que funcionan como "bisagra" entre unas ideas y otras. Veamos un ejemplo. Tanto cuando enumeramos algo (las clases de vertebrados, o de deportes, o de estilos musicales) como cuando describimos las fases de un proceso (de la digestión, de la Revolución Francesa o de una receta de cocina) solemos utilizar expresiones como "en primer lugar", "en segundo lugar", "a continuación", "por último".

(Pequeño grupo. Escrita)

Para ejercitarnos en su manejo utilizaremos unas viñetas. Miradlas con atención y poneos de acuerdo en decidir una frase que resuma lo que ocurre en cada una de ellas.

Viñeta de Emilio Morales Ruiz ganadora del primer premio de un concurso de la ONU por la igualdad.

Fuente: Huffpost


  • Ahora unid estas frases que habéis enumerado con conectores. Aquí se ofrecen algunos a modo de ejemplo.

Conectores

Para empezar. En la primera viñeta. Al comienzo. Desde el principio.

En la segunda viñeta. A continuación. Después. En el siguiente dibujo.

En la tercera viñeta. Más adelante. No conforme con lo anterior.

Por último. Finalmente. Como conclusión.

¡Y recuerda!

  • HINCHAR se escribe con H, pero INFLAR sin ella.
  • Darse cuenta DE algo lleva siempre la preposición "de". Se da cuenta que.../ Se da cuenta DE que...

8. Coloquio

¿Qué relación guardan estas viñetas con el discurso de Malala? ¿Y con nosotros? ¿Alguna vez os habéis sentido como el/la protagonista de la viñeta? A propósito, ¿en quién habéis pensado al verla, en una niña o en un niño? ¿Qué os ha llevado a ello? ¿Podría ser de otra forma?

para pensar


Las reivindicaciones del feminismo no se pararon a las puertas de casa. Más allá de reclamar el derecho a la educación, al voto, al trabajo remunerado, las feministas de los años 60 del siglo XX cayeron en la cuenta de que tampoco el ámbito privado, el más personal, escapaba a esta privación de derechos: de ahí que reclamaran, por ejemplo, la autonomía de las mujeres a la hora de decidir sobre su cuerpo, su sexualidad, su voluntad de tener o no tener hijos. Por primera vez se habló de cómo las relaciones entre hombres y mujeres en el ámbito más privado son muchas veces también relaciones de poder y dominio de unos sobre otras. Tampoco esta lucha, cuyo lema fue "lo personal es político", ha concluido. Queda aún mucho por hacer.

Compartimos unas viñetas y un vídeo para que, si lo deseáis, podáis abrir un diálogo en el que intercambiéis experiencias acerca de estas desigualdades y violencias cotidianas. ¡Y un "detalle" importante! En las próximas sesiones hablaremos de las grandes figuras de la Noviolencia como Martin Luther King. No olvidemos que la lucha de las mujeres por su emancipación se ha hecho -se está haciendo- sin recurrir jamás a la violencia... por su parte.

Fuente: Katny