Prehistoria

Prehistoria en jaen

Durante la etapa protohistórica destaca el Cerro de la Plaza de Armas de Puente Tablas, un oppidum ibérico (poblaciones situadas sobre una meseta, fuertemente fortificadas, de mayor tamaño que los asentamientos levantinos que implicaría una estructura social desarrollada) de Puente Tablas, que fue abandonado antes de las Guerras Púnicas. Las excavaciones realizadas en este enclave han determinado la existencia de un muro escalonada, con torres avanzadas de grandes sillares en lo que se ha dado en llamar como Plaza de Armas.

Han sido abundantes los hallazgos de cerámica de borde quebrado y vuelto de finales del siglo V a. C. y principios del siglo IV a. C. El poblado no se romaniza y en él se encuentran restos asimismo de cultura tartésica y medieval.

Los restos arqueológicos también testimonian la presencia ibérica en las proximidades del Castillo de Santa Catalina.



Los remotos orígenes de Jaén se remontan, si nos atenemos a la arqueología, a la etapa calcolítica,1​ hacia el final del Neolítico, existían varias macroaldeas dispersas2​ entre las que destaca el yacimiento de Marroquíes Bajos,3​ uno de los asentamientos más antiguos de la península, se trata de una macroaldea organizada en cinco círculos concéntricos,4​ con un sistema de muralla,5​ empalizada y fosos de agua en cada uno de los círculos,6​ y una superficie que oscila entre las 30 ha seguras y las 100 probables, alcanzada hacia el 2500 a. C. .

Las excavaciones arqueológicas realizadas en el solar donde se construirá la futura Ciudad de la Justicia de Jaén, en el yacimiento de Marroquíes Bajos, han sacado a la luz valiosos restos del Calcolítico además de abundante material cerámico de épocas prehistórica e islámica y varias necrópolis. De entre todos ellos destaca una pareja de ídolos antropomorfos con 4.500 años