SARA MERA
Este libro llegó a mis manos hace más o menos dos años en una aburrida tarde de verano. Mi padre me dejó unos cuantos libros para que pasara el tiempo y me encontré con este. Había visto la película hacía poco tiempo, pero no se me había pasado por la cabeza leerlo hasta ese momento.
La historia transcurre en Estados Unidos en los años 80 del siglo pasado. En Baltimore, la recién graduada Clarice Starling intenta convertirse en agente del FBI. Obligada por su jefe, Clarice tiene que entrevistarse con el psiquiatra Hannibal “el caníbal” Lecter para capturar al asesino en serie Buffalo Bill. Decir algo más sobre la trama sería “spoilear” porque, aunque más de uno sepa la historia gracias a la película, la forma de narrar de Harris es imposible de representar en el cine.
Tiene un montón de momentos dignos de mencionar, pero quizá uno de los más significativos sea el momento en el que Clarice Starling recibe información sobre Hannibal Lecter momentos antes de su primer encuentro:
-Tenga mucho cuidado con Hannibal Lecter. El Dr. Chilton repasará todos los procedimientos físicos que se usan con él. No se desvíe de ellos por ningún motivo y no le diga nada persona, Starling. Créame, no quiere a Hannibal Lecter dentro de su cabeza. Sólo haga su trabajo. Nunca olvide lo que es.
-Y... ¿Qué es?
-Un monstruo, un completo psicópata.
Es ahora cuando se nos da información por primera vez del antagonista y uno de los personajes principales. Más tarde, Clarice definirá a Hannibal con la misma palabra que anteriormente usaron para referirse a él.
La frase “El libro es mejor que la película” es aplicada también en este caso. Pese a que la versión cinematográfica tiene al genial Anthony Hopkins, el libro cuenta con un Hannibal Lecter más carismático y con mucha más presencia. Incluso, aunque suene extraño, en el libro puedes llegar a empatizar con el doctor Lecter, incluso puede llegar a caerte bien. Con cada visita al doctor por parte de Clarice podemos notar cómo la tensión que había entre ambos cuando se conocieron se va transformando, poco a poco, en una relación cordial, incluso podríamos considerarla una extraña amistad. Clarice teme, aborrece por todo cuanto él representa, pero que a la vez admira a Hannibal. Mientras que a él le fascina y, dependiendo de los ojos con los que se mire, también ama. Por su parte, el psiquiatra caníbal desprecia a Clarice por sus malos modales, falta de cultura y mal gusto, aunque, sin embargo, respeta su valentía e integridad.
Sin duda alguna, este libro es muy recomendable. Cuando lo leas por primera vez tendrás una sensación extraña. Una sensación basada en las dudas de si realmente podrá haber alguien tan loco como los asesinos que aquí se nos presentan; porque, Hannibal y Buffalo Bill son personajes ficticios: no obstante, la realidad siempre supera a la ficción. Sin llegar a ser terror puro como podría ser Stephen King, puede conseguir que los más sensibles pasen una o dos noches sin dormir.