PARROQUIA SAN CRISTÓBAL CUSCO
AÑO MISIONERO DE LOS LAICOS
INICIAMOS LA PREPARACIÓN A LA VIDA CRISTIANA PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES 2023-2024
Adolescentes: sábado 9:00 am.
Niños: sábado 10:30 am.
koinonía
La Diócesis, presidida por el Obispo, es el primer ámbito de la comunión y la misión. Ella debe impulsar y conducir una acción pastoral orgánica renovada y vigorosa, de manera que la variedad de carismas, ministerios, servicios y organizaciones se orienten en un mismo proyecto misionero para comunicar vida en el propio territorio. Este proyecto, que surge de un camino de variada participación, hace posible la pastoral orgánica, capaz de dar respuesta a los nuevos desafíos. Porque un proyecto sólo es eficiente si cada comunidad cristiana, cada parroquia, cada comunidad educativa, cada comunidad de vida consagrada, cada asociación o movimiento y cada pequeña comunidad se insertan activamente en la pastoral orgánica de cada diócesis. Cada uno está llamado a evangelizar de un modo armónico e integrado en el proyecto pastoral de la Diócesis. Aparecida 169. Lee más.
kERYGMA
El Encuentro con Jesucristo. Quienes serán sus discípulos ya lo buscan, pero es el Señor quien los llama: “Sígueme”. Se ha de descubrir el sentido más hondo de la búsqueda, y se ha de propiciar el encuentro con Cristo que da origen a la iniciación cristiana. Este encuentro debe renovarse constantemente por el testimonio personal, el anuncio del kerygma y la acción misionera de la comunidad. El kerygma no sólo es una etapa, sino el hilo conductor de un proceso que culmina en la madurez del discípulo de Jesucristo. Sin el kerygma, los demás aspectos de este proceso están condenados a la esterilidad, sin corazones verdaderamente convertidos al Señor. Sólo desde el kerygma se da la posibilidad de una iniciación cristiana verdadera. Por eso, la Iglesia ha de tenerlo presente en todas sus acciones. Aparecida 278 a. Lee más.
DIAKONÍA
La Biblia muestra reiteradamente que, cuando Dios creó el mundo con su Palabra, expresó satisfacción diciendo que era “bueno” , y, cuando creó al ser humano con el aliento de su boca, varón y mujer, dijo que “era muy bueno”. El mundo creado por Dios es hermoso. Procedemos de un designio divino de sabiduría y amor. Pero, por el pecado, se mancilló esta belleza originaria y fue herida esta bondad. Dios, por nuestro Señor Jesucristo en su misterio pascual, ha recreado al hombre haciéndolo hijo y le ha dado la garantía de unos cielos nuevos y de una tierra nueva. Llevamos la imagen del primer Adán, pero estamos llamados también, desde el principio, a realizar la imagen de Jesucristo, nuevo Adán. La creación lleva la marca del Creador y desea ser liberada y “participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios”. Lee mas.