El tracoma representa no solo una carga significativa para la salud pública en Ecuador, sino también un indicador de desigualdad y falta de acceso equitativo a servicios básicos de salud. Esta enfermedad tropical desatendida, causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, persiste en comunidades vulnerables con condiciones socioeconómicas precarias y limitado acceso a saneamiento e higiene adecuados. La falta de atención adecuada al tracoma en Ecuador, especialmente en regiones fronterizas como Loreto, donde se han registrado brotes activos, subraya el riesgo de propagación transfronteriza y la necesidad urgente de intervenciones sostenidas. Abordar la prevalencia del tracoma no solo es crucial para prevenir la ceguera y mejorar la salud de las poblaciones afectadas, sino también para promover la equidad sanitaria y el desarrollo sostenible en el país.
Prevalencia de la inflamación tracomatosa folicular <5% en menores de 1 a 9 años.
Prevalencia de la triquiasis tracomatosa "desconocida para el sistema de salud" <0,2% en personas de 15 años o más.
Prevalencia de la triquiasis tracomatosa <1 caso por 1000 habitantes en cada zona endémica.
La eliminación del tracoma como problema de salud pública significa que la enfermedad ya no representa una amenaza significativa para la salud de la población.
Para que esta meta se considere alcanzada, deben cumplirse tres criterios principales:
Una prevalencia de triquiasis tracomatosa no conocida por el sistema de salud en personas de ≥ 15 años de < 0.2% (donde la frase no conocida por el sistema de salud excluye a los individuos con PTT, los individuos que han rechazado la cirugía y a los individuos que no han sido operados aun pero a quienes ya se le ha fijado una fecha para cirugía), en cada distrito anteriormente endémico;
una prevalencia de inflamación tracomatosa—folicular (TF) en niños de 1–9-años de < 5%, sostenida por lo menos por dos años en ausencia de administración masiva de antibióticos en cada distrito anteriormente endémico,
Evidencia por escrito de que el sistema de salud puede identificar y manejar casos incidentes de triquiasis tracomatosa, utilizando estrategias definidas, con evidencia de recursos financieros apropiados para implementar dichas estrategias.
Ecuador se encuentra actualmente en fase de caracterización epidemiológica del tracoma, habiendo iniciado recientemente actividades sistemáticas para levantar evidencia que permita determinar si existen focos endémicos activos. A partir de un análisis basado en determinantes sociales, ambientales y operativos, se han priorizado dos provincias amazónicas: Sucumbíos y Morona Santiago.
En 2024, se ejecutó el primer piloto de Evaluaciones Rápidas de Tracoma (ERT) en comunidades del cantón Shushufindi (Sucumbíos), revelando una prevalencia de tracoma folicular (TF) del 6,09% en niños de 1 a 9 años, superando el umbral de intervención definido por la OMS. Asimismo, se identificaron casos de triquiasis tracomatosa (TT) y tracoma cicatricial (TS) en adultos, lo que indica transmisión sostenida a lo largo del tiempo.
A partir de estos resultados, el país se prepara para implementar los componentes quirúrgico (S) y antibiótico (A) del enfoque SAFE en las zonas afectadas, mientras se fortalece el diseño de una estrategia nacional adaptada al contexto intercultural amazónico.
Entre los principales desafíos se destacan:
La falta de servicios oftalmológicos especializados en zonas rurales,
La necesidad de sistemas de vigilancia más modernos e integrados,
Y la escasa articulación multisectorial, especialmente con el componente WASH, cuya ejecución recae en los gobiernos locales.
No obstante, la experiencia en Shushufindi ha permitido sentar precedentes técnicos y operativos, y servirá como modelo para replicar y escalar las intervenciones en nuevas zonas priorizadas como Morona Santiago, con enfoque territorial, de género e interculturalidad.
El país avanza hacia la consolidación de un expediente técnico nacional que le permita en los próximos años iniciar el proceso de validación de eliminación como problema de salud pública ante la OPS, alineado con la Hoja de Ruta 2021–2030.”
El tracoma es una enfermedad prevenible y eliminable. Sin embargo, su eliminación no depende exclusivamente de acciones clínicas, sino de la capacidad del sistema de salud para brindar una respuesta integral, oportuna y territorializada en contextos de alta vulnerabilidad. En Ecuador, los casos emergentes se localizan en comunidades amazónicas que presentan brechas profundas en acceso a atención especializada, transporte, saneamiento y educación en salud.
Para la prestación de servicios es necesario considerar la interculturalidad de la población, la capacidad operativa del sistema de salud y, en ese sentido, los principales retos y requerimientos en términos de prestación de servicios de salud ocular, considerando las capacidades reales de las comunidades y los equipos locales de salud.
Requerimientos técnicos mínimos para la atención integral de tracoma.
Para operar un modelo funcional de atención que permita implementar el enfoque SAFE (cirugía, antibióticos, higiene facial y entorno), se requieren módulos funcionales de servicios, incluso de forma itinerante o móvil:
A. Diagnóstico y clasificación de casos
Perfil requerido:
Evaluador clínico certificado por OMS/OPS (idealmente oftalmólogo, médico general entrenado, o tecnólogo en salud ocular).
Equipamiento mínimo:
Lámpara de hendidura portátil, lupas 2.5x a 4x, guías visuales de clasificación WHO, fichas de registro, tablet o cuaderno georreferenciado.
B. Tratamiento quirúrgico de TT (triquiasis tracomatosa)
Perfil requerido:
Oftalmólogo con experiencia en cirugía de triquiasis o personal técnico capacitado en procedimientos bajo protocolo WHO.
Infraestructura mínima:
Área con condiciones de asepsia básica, camilla, instrumental quirúrgico estandarizado (set TT), antibióticos tópicos, sistema de referencia en caso de complicaciones.
C. Tratamiento comunitario con antibióticos (Azitromicina)
Perfil requerido:
Brigada comunitaria capacitada en dosificación por peso/edad, con participación de líderes comunitarios.
Requerimientos logísticos:
Cadena de suministro segura, formatos de consentimiento y control, acompañamiento postratamiento.
D. Educación sanitaria, higiene facial y entorno (F/E)
Perfil requerido:
Promotor/a de salud con enfoque intercultural y lingüístico, docentes, madres líderes.
Recursos mínimos:
Materiales visuales adaptados, disponibilidad de agua, coordinación con entidades WASH.
Comparación entre requerimientos del modelo y capacidades reales de las comunidades
Componente Requisitos técnicos Capacidades reales en zonas como Shushufindi
Diagnóstico clínico Oftalmólogo u evaluador certificado Ninguno disponible en territorio. Atención primaria sin entrenamiento en tracoma.
Cirugía TT Oftalmólogo, instrumental, sala Inexistente. Requiere traslado a centros urbanos fuera del cantón.
Tratamiento antibiótico Brigada capacitada, cadena logística MSP cuenta con brigadas, pero no con cadena completa en comunidades fluviales.
Educación y F/E Material intercultural, promotores Hay presencia de promotores, pero sin materiales específicos ni enfoque en tracoma.
Sistema de vigilancia Registro individual, seguimiento, georreferenciación No disponible. El sistema actual no permite seguimiento local ni trazabilidad de pacientes.
Implicaciones para la gestión del modelo de atención
Desde una perspectiva de gestión pública, eliminar el tracoma en Ecuador requiere rediseñar la estrategia de atención y prestación de servicios bajo tres principios clave:
A. Descentralización operativa
La estrategia no puede depender de servicios hospitalarios urbanos. Se necesitan modelos móviles o itinerantes, con equipos entrenados localmente, capaces de realizar diagnóstico, tratamiento ambulatorio y seguimiento en terreno.
B. Inversión en capacidad local
Debe priorizarse la formación de personal no oftalmólogo en diagnóstico y manejo básico del tracoma. Esto incluye médicos rurales, tecnólogos de salud ocular, y promotores de salud, fortaleciendo su autonomía en zonas remotas.
C. Integración comunitaria e intercultural
Las comunidades deben ser coprotagonistas del proceso, no solo beneficiarias. Esto implica diseñar materiales en lenguas originarias, adaptar mensajes a cosmovisiones locales y trabajar con sabiduría ancestral como recurso, no como obstáculo.
Recomendaciones estratégicas
Implementar brigadas móviles de salud ocular con capacidades diagnósticas, quirúrgicas básicas y educación comunitaria.
Establecer un sistema de vigilancia georreferenciado y adaptado a contextos amazónicos, con trazabilidad de casos sospechosos.
Articular con el sector WASH y los gobiernos locales para mejorar el entorno físico de las comunidades afectadas.
Promover acuerdos con universidades y hospitales de referencia para brindar atención especializada itinerante.
Incorporar indicadores de accesibilidad real en el monitoreo de la estrategia, no solo coberturas nominales.
Conclusión
La eliminación del tracoma como problema de salud pública en Ecuador no depende exclusivamente de medicamentos o cirugías, sino de nuestra capacidad como sistema de salud para prestar servicios allí donde nunca han estado disponibles.
Requiere movilizar talento humano, logística, confianza comunitaria y compromiso político sostenido, con un enfoque operativo que respete la realidad, la cultura y los ritmos del territorio.
Definir las unidades administrativas y la formación de unidades de evaluación (EUs) en la estrategia de eliminación del tracoma en Ecuador es crucial por varias razones estratégicas y operativas:
1. Estandarización y comparabilidad de datos
El establecer claramente las unidades administrativas desde los niveles más amplios (provincias o regiones) hasta los más pequeños (cantones, comunidades o parroquias) permite:
Un mapeo detallado de la distribución de la enfermedad.
Comparabilidad de datos entre diferentes periodos y regiones.
Mejor planificación de intervenciones y asignación de recursos.
2. Cuantificación del número de unidades de evaluación (EUs)
Ecuador ha realizado Evaluaciones Rápidas de Tracoma (ERT) en comunidades priorizadas como Shushufindi y Taisha, en Morona Santiago y Sucumbíos.
El definir la cantidad de EUs y cómo han cambiado en el tiempo es clave para:
Medir el progreso de la estrategia de eliminación.
Identificar zonas donde aún hay transmisión activa.
Planificar estudios posteliminación para evitar reintroducción de la enfermedad.
3. Adaptabilidad y cambios en la estructura de EUs
Durante la implementación del programa, la cantidad y configuración de las EUs pueden cambiar debido a:
Reestructuración de límites administrativos.
Nuevas áreas identificadas con casos de tracoma.
Cambios en la metodología de evaluación por recomendaciones de la OMS.
En Ecuador, se ha priorizado la recopilación de información en comunidades con alta vulnerabilidad socioeconómica y limitado acceso a servicios básicos, lo que ha permitido ajustar la cantidad de EUs para mejorar la focalización de intervenciones.
4. Validación y certificación de la eliminación
Para que Ecuador pueda obtener la certificación de eliminación del tracoma como problema de salud pública, debe demostrar:
Prevalencia de tracoma inflamatorio folicular (TF) menor al 5% en niños de 1 a 9 años en todas las EUs.
Prevalencia de triquiasis tracomatosa (TT) menor al 0,2% en adultos mayores de 15 años.
Cobertura quirúrgica superior al 90% en casos de TT elegibles.
En resumen, la definición de las unidades administrativas y su cuantificación dentro de la estrategia de eliminación del tracoma en Ecuador permite mejorar la vigilancia epidemiológica, la planificación de intervenciones y el proceso de certificación de eliminación de la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda llevar a cabo los siguientes estudios de prevalencia del tracoma:
• Encuestas de línea de base: para determinar la necesidad de intervenciones a fin de eliminar el tracoma (cinco años de antibióticos, higiene facial y mejoras ambientales [AFE] donde la inflamación tracomatosa folicular [TF] sea ≥30% en niños de 1 a 9 años, tres años de AFE donde la prevalencia de la TF esté entre el 10% y el 29,9% y un año de AFE donde sea del 5% al 9,9%; se necesitan intervenciones de cirugía [S] a nivel de salud pública donde la prevalencia de la triquiasis tracomatosa [TT] desconocida para el sistema de salud sea ≥0,2% en personas de 15 años o más).
• Estudios de impacto: realizados entre 6 y 12 meses después de la última ronda planificada de administración masiva de medicamentos (AMD), para orientar sobre la necesidad de nuevas intervenciones;
• Estudios de vigilancia: se realizan al menos dos años después de que una encuesta de impacto haya revelado que la prevalencia de la TF es inferior al 5% en niños de 1 a 9 años.
• También se pueden llevar a cabo estudios de prevalencia específicos para la triquiasis tracomatosa. Son estudios estandarizados que casi nunca se necesitan, pero se recomiendan en ciertos contextos epidemiológicos. Consulte el manual de estudios específicos para la triquiasis tracomatosa de Tropical Data para obtener más información sobre ellos, ya que no se describen en este documento.
1. Formatos para el registro de entrega de Azitromicina / Oxitetraciclina a población elegible.
2. Censos actualizados de población.
3. Planes territoriales para la eliminación del tracoma.
4. Sistema de vigilancia en salud pública.
5. Registros del programa nacional para la eliminación del tracoma.
6. Registros de entrega de Kits para remoción de pestañas.
7. Copia de los formatos firmados de aceptación del procedimiento quirúrgico.
8. Registros de programa de tracoma.
9. Encuestas.
10. Registros del programa nacional para la eliminación del tracoma.
11. Registros de la Estrategia de Entornos Saludables. PAIES – COTSA.
12. Registros de intervención de las comunidades y escuelas de áreas endémicas para tracoma.