La forma que tenemos de ponernos a juzgar es aproximadamente esta:
Colocados a una distancia prudencial, entre 5 y 10m, observamos el paso de los atletas, siempre de perfil, durante un tramo de entre 15 y 25 metros nada más. En pista solemos hacerlo desde dentro de la pista, para que el bordillo no nos estorbe la visión del pie, pero esto no es algo fijo, puede depender de la posición del sol y también de que no es bueno estar siempre mirando la misma pierna por detrás. En un circuito podemos incluso salirnos del mismo para tener una distancia adecuada si es estrecho y estamos muy encima de los atletas. Naturalmente, desde una grada y desde una altura superior tampoco juzgamos, el punto de vista del espectador en una pista no es el apropiado.
No juzgamos al atleta mirándolo de frente cuando viene: el efecto óptico hace que parezca que pierde el contacto siempre. No lo juzgamos de espaldas cuando se va, el efecto hace que parezca que flexiona. No lo juzgamos de lejos, también parece siempre que flexiona. Esta es una de las primeras advertencias que llaman la atención de quien se pone de verdad a juzgar la marcha: Para juzgar marcha no sólo importa lo que tienes que ver, también importa mucho lo que no tienes que mirar, son muchos los detalles que te van a dar una falsa impresión.
Muchas veces los atletas van en grupo, esto dificulta la visión de cada uno, no se puede juzgar al grupo hay que ir fijándose en uno u otro, preferentemente en los que yendo en medio pueden estar más escondidos y en los que, al final del grupo, parecen ir esforzándose en no perderlo.
Los atletas no deben llevar ropa que dificulte la visión de los jueces, esto en Marcha se reduce a llevar mallas, pantalones o rodillereas que tapen las rodillas. En este caso el juez no debe juzgarlos, deben ser descalificados por el Juez Árbitro, si bien puede ponerle sobre aviso por si se le ha pasado.
En las zonas especiales, como puestos de avituallamiento, los atletas han de conservar también la definición de marcha, incluso cuando se están avituallando. En el vídeo un ejemplo de atleta que descuida la técnica mientras se avitualla.
¿Siempre es fácil apreciar las faltas? No, por eso se juzga colegiadamente; lo más habitual es tener dudas.
Fijémonos en la atleta de la izquierda. Su marcha puede suscitar dudas, nos parece que va "muy justa", y así es, pero en realidad va reglamentariamente. Un ejemplo de que hay que prestar especial atención y no dejarse llevar por impulsos.
La marcha antirreglamentaria hay que verla, no deducirla.