William Butler Yeats

Cuando anciana

Cuando, anciana y canosa, te domine el cansancio

y cabecees junto al fuego, toma este libro

y léelo sin prisa, y sueña con la vieja

ternura de tus ojos y con sus hondas sombras;


cuántos amaron tus momentos de dicha y gracia

y amaron tu belleza con amor noble o falso;

pero un hombre amó en ti tu alma peregrina

y también las tristezas de tu rostro voluble;


y mientras te reclinas junto al hogar radiante

musita con tristeza cómo el Amor huyó

y anduvo a grandes pasos por las altas montañas

hasta esconder su rostro en un tropel de estrellas.